?Por qu¨¦ los fil¨®sofos no tienen hijos?
?Pensar y reflexionar sobre asuntos profundos no deja tiempo para responsabilizarse de una familia? O es otra cosa
Plat¨®n, Hobbes, Locke, Hume, Descartes, Kant, Nietzsche, Sartre... Este peque?o listado, que podr¨ªa pasar por el temario de una asignatura de Filosof¨ªa, tiene mucho en com¨²n que va m¨¢s all¨¢ de sus particulares teor¨ªas y aptitudes. Estos ocho fil¨®sofos son una peque?a muestra de un fen¨®meno llamativo: ninguno tuvo hijos. Como tampoco los tuvieron Adam Smith, Voltaire, Spinoza o Schopenhauer. Seg¨²n el fil¨®sofo Pierre Riffard (Toulouse, 1943), el 70 % de sus compa?eros estaban solteros y sin descendencia cuando publicaron su obra cumbre.
Algunos lectores avezados podr¨¢n pensar que quiz¨¢s estas publicaciones tuvieron lugar cuando los pensadores en cuesti¨®n eran a¨²n j¨®venes y de ah¨ª su solter¨ªa. Pero no, la filosof¨ªa no ha dado ni?os prodigio. La edad media eran los 42 a?os, seg¨²n el retrato que realiza Riffard en su libro Vida ¨ªntima de los fil¨®sofos, tras comprobar las fechas de publicaci¨®n de sus mejores obras de 21 de ellos.
Dec¨ªa Nietzsche que un fil¨®sofo casado era una figura rid¨ªcula. Aunque, seg¨²n apunta Amelia Valc¨¢rcel, catedr¨¢tica de Filosof¨ªa Moral y Pol¨ªtica de la UNED y miembro del Consejo de Estado, ¡°Nietzsche intent¨® casarse por todos los medios con Lua Andreas [escritora rusa y colaboradora de Freud] y ella le dijo que no¡±.
El fil¨®sofo Pierre Riffard (Touluse, 1943) ha realizado un estudio donde el 70 % de sus compa?eros estaban solteros cuando publicaron su obra cumbre
Luis Arenas, madrile?o de 48 a?os, es director del departamento de Filosof¨ªa de la Universidad de Zaragoza. Su decisi¨®n de no tener descendencia es meditada. Arguye varias razones. ¡°Quiz¨¢ la primera y principal es la p¨¦rdida de autonom¨ªa que implican¡±, explica. ¡°Por otro lado, hay razones morales: tener un hijo es una extraordinaria responsabilidad moral. Queda en tu mano el destino de un nuevo ser de cuyos ¨¦xitos o fracasos vitales, cuyos traumas o potencialidades ser¨¢s en buena parte responsable¡±, contin¨²a. Y sigue argumentando razones ecol¨®gicas y demogr¨¢ficas mientras aboga por la adopci¨®n para ¡°hacerse responsable de los que ya est¨¢n¡±.
Valc¨¢rcel busca razones para esta querencia a no tener familia: ¡°La filosof¨ªa, durante m¨¢s de mil a?os, estuvo directamente vinculada a la Iglesia, as¨ª que toda esa gente era soltera por oficio¡±. Aunque la catedr¨¢tica de Filosof¨ªa reconoce que existen varios casos de grandes fil¨®sofos que pueden enmarcarse en este ejemplo, no lo considera significativo: ¡°Tenemos varios solteros insignes, lo que no quiere decir que la mayor parte de los fil¨®sofos, quiz¨¢s menos insignes o no, hayan estado casados¡±.
Para Irene Lozano, escritora, exdiputada de UPyD y directora de la escuela de Filosof¨ªa Thinking Campus, tampoco hay una respuesta clara aunque s¨ª se atreve a se?alar algunas circunstancias a tener en cuenta. La primera la coge del libro de Riffard, en el que se apunta el curioso dato de que el 68 % de los fil¨®sofos quedaron hu¨¦rfanos antes de los cinco a?os. ¡°?l los analiza como gente que no ha tenido una seguridad emocional de peque?o porque perdi¨® a su padre, o a su madre o a ambos y eso le ha podido dificultar la vida en pareja e incluso provocar un aislamiento que le haya llevado a la filosof¨ªa¡±, explica Lozano
¡°La raz¨®n principal [para no tener hijos] es la p¨¦rdida de autonom¨ªa que implican. Tambi¨¦n hay razones morales: queda en tu mano el destino de un nuevo ser de cuyos ¨¦xitos o fracasos ser¨¢s responsable"
Luis Arenas, 48 a?os, director del departamento de Filosof¨ªa de la Universidad de Zaragoza
Ese car¨¢cter introspectivo que se les presupone a los fil¨®sofos y que les podr¨ªa haber dificultado las relaciones sociales es otra de las circunstancias que se apuntan. ¡°La filosof¨ªa necesita tiempo y un margen para desviarse de la vida diaria y los debates de actualidad. Por eso parece que el fil¨®sofo o la fil¨®sofa tienden al retiro¡±, apunta Marina Garc¨¦s, fil¨®sofa y profesora de la Universidad de Zaragoza. Algo que se va rompiendo con el paso del tiempo. ¡°La gente se sorprende, por ejemplo, de que una fil¨®sofa hoy pueda ser joven y tener un trato normal y accesible, incluso simp¨¢tico¡±, explica.
Tambi¨¦n se apunta a una posible reticencia a la mundanidad que ofrec¨ªa la vida dom¨¦stica en contraposici¨®n a lo elevado de su tarea filos¨®fica. Eso opina el fil¨®sofo y profesor de la Universitat de Barcelona Nemrod Carrasco en la secci¨®n de filosof¨ªa que dirige Lozano en la Cadena SER. ¡°No podemos olvidar que si hay algo que ha podido caracterizar la vida de los fil¨®sofos es su terrible misoginia y su escasa predilecci¨®n por la vida dom¨¦stica. De hecho, Nietzsche nos dice que la vida en casa estrecha y oprime la capacidad de pensar como si hubiera una especie de impulso ¨²ltimo del fil¨®sofo que le llevara a decir no a toda sujeci¨®n¡±, afirma Navarro. Para Garc¨¦s, la creencia era que ¡°el fil¨®sofo o la fil¨®sofa no deber¨ªa tener intereses propios, as¨ª podr¨ªan pensar por todos". Y, claro, no hay inter¨¦s m¨¢s propio que los hijos¡±, sentencia.
Pero, ?qu¨¦ fue antes, el car¨¢cter introspectivo o la aversi¨®n a la vida dom¨¦stica? Porque tambi¨¦n hubo insignes fil¨®sofas que no tuvieron descendencia, como Simone de Beauvoir, Hannah Arendt, Simone Weil e Iris Murdoch. Es una pregunta que se hace la propia Lozano, con un hijo, quien afirma haber ¡°aprendido mucha filosof¨ªa" con su v¨¢stago, y quien no cree que ¡°haya algo intr¨ªnseco en el mundo de hoy para que un fil¨®sofo quiera tener menos hijos que los dem¨¢s¡±.
Garc¨¦s, con dos hijos, tampoco se plante¨® nunca ¡°contraponer sus pasiones: pensar, vivir, amar¡± aunque ello le costase ¡°tener que estar cuatro a?os de excedencia en la universidad, sin cobrar, y diez a?os sin publicar ning¨²n libro, entre el primero y el segundo hijo¡±. Nada que no pase, a cualquier mujer, en la vida acad¨¦mica.
Como estamos hablando de fil¨®sofos hay que tener en cuenta que la contradicci¨®n y el replanteamiento son unas constantes. Lo demuestra en su ¨²ltima reflexi¨®n el director del departamento de Filosof¨ªa de la Universidad de Zaragoza, Luis Arenas, que, recuerden, ten¨ªa muy meditado no dejar descendencia: ¡°Asumir la decisi¨®n de no ser padre de forma consciente no disipa la duda de si uno no estar¨¢ cometiendo la gran equivocaci¨®n de su existencia¡±.
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