Danzar para no morir
Hombres y mujeres de cuatro tribus adivasis originarias de India han creado un grupo art¨ªstico para sobrevivir y defender su identidad a trav¨¦s de la m¨²sica y el baile
Vasava Bhanuben Dineshbhai (Gujarat, India, 1978) clava sus ojos negros al suelo cuando habla y se mueve con timidez hasta que suena la m¨²sica, en concreto, la m¨²sica del pawari, una flauta de sonidos graves, tallada en ca?a, unida a una calabaza y soplada a trav¨¦s de un cuerno. Entonces, Bhanuben se transforma: busca tus ojos con la mirada, mueve su cuerpo y llena el espacio con su alegr¨ªa. Con la suya y la de los otros 15 bailarines con los que comparte el baile y la lucha por mantener viva las costumbres de los pueblos originarios de la India, los pueblos adivasis, hoy en extinci¨®n.
En corro, bailan y sonr¨ªen al mismo ritmo; chocan sus manos y contornan sus cuerpos hacia delante y hacia atr¨¢s. En ocasiones, tambi¨¦n se cogen de las manos o invitan a sumarse al baile a los que les contemplan. Son ocho hombres y ocho mujeres de cuatro tribus diferentes del sur del Gujarat, regi¨®n del oeste de la India y donde el 68% de la poblaci¨®n pertenece a los pueblos originarios que poblaban el pa¨ªs antes de que llegar¨¢n los arios y fueran expulsados de la sociedad, las ciudades y hasta del sistema de castas. Hoy siguen a la merced de los planes econ¨®micos del pa¨ªs sufriendo desplazamientos cada vez que se quiere construir una presa, explotar una mina o talar madera de los bosques que habitan. ¡°La constituci¨®n nos protege pero las leyes no siempre se cumplen¡±, explica Bhanuben. Por eso, bailan porque quieren mantener viva su cultura, sus tradiciones y ¡°evitar la extinci¨®n definitiva¡±. El ¡°pawari¡± ha dejado de sonar.
El grupo de bailarines acaba de realizar una gira por Euskadi, Navarra y La Rioja. El objetivo: agradecer los proyectos de cooperaci¨®n desarrollados en sus poblaciones
Durante los ¨²ltimos 10 meses, esta madre de cuatro ni?as y un ni?o ha compartido tardes y fines de semana con el resto de sus compa?eros hasta dar forma a Ankour (algo que brota, en lengua gujarat¨ª), un grupo de danzas tradicionales con el que acaban de recorrer Euskadi, Navarra y La Rioja de la mano de la ONG Alboan. El objetivo primero: agradecer los proyectos de cooperaci¨®n desarrollados en sus poblaciones. Y segundo: fortalecer la apuesta personal por no dejar caer en el olvido sus propias tradiciones. Hoy bailan en el atrio de la Universidad de Deusto en Bilbao. Los universitarios sonr¨ªen y fotograf¨ªan con sus m¨®viles a los bailarines sin ser conscientes de que justo es esa tecnolog¨ªa la que est¨¢ condenando tambi¨¦n a la extinci¨®n el sonido del pawari, a las danzas tradicionales y a sus lenguas maternas.
¡°Nuestro principal enemigo son los m¨®viles y la televisi¨®n¡±, condena Bhanuben consciente de que lo suyo ya no es atractivo para las nuevas generaciones. ¡°Solo les interesan los modos de vida occidentales y la m¨²sica de las pel¨ªculas¡±. Aunque tan solo tiene 37 a?os, habla con el ritmo de una anciana. Quiz¨¢, se sienta como tal cuando habla del estado de salud del pueblo adivasi. Gesticula poco, habla suave y mece su cabeza con cada frase. ¡°Mis padres viv¨ªan apartados en los bosques, sin que nadie atendiera sus necesidades. Ahora, los colegios del Gobierno niegan la existencia de nuestras lenguas y costumbres conden¨¢ndolas a desaparecer¡±. El actual Gobierno del Gujarat, liderado por el partido hinduista BJP (Bharatiya Janata Party) no ayuda a cambiar la tendencia hist¨®rica. Promocionan la educaci¨®n en ingl¨¦s y gujarat¨ª, as¨ª como en los valores propios de la religi¨®n hind¨². ¡°Tan solo perdurar¨¢ la cultura que nosotros transmitamos a nuestros hijos¡±. Y en eso est¨¢n.
Por blindar la tradici¨®n, Bhanuben recibi¨® el repudio de su padre primero y despu¨¦s el respeto de todo su pueblo. Tanto, que emocionados esperan su llegada para conocer c¨®mo ha sido el viaje. Tuvo la suerte de nacer en una familia adivasi con recursos. ¡°Mi padre cuid¨® mi educaci¨®n e invirti¨® en ella para que con mi boda me asegurase una vida mejor¡±. Sin embargo, eligi¨® casarse con un joven de otra tribu, tambi¨¦n adivasi pero sin recursos, y de una condici¨®n inferior a la de su familia lo que provoc¨® que su padre la repudiara. ¡°Mi padre quer¨ªa que abandonara el bosque pero a m¨ª nuestras costumbres me dan la vida¡±.
Durante una d¨¦cada tuvo que vivir al margen de su familia, abandonar su pueblo y amoldarse a su nueva vida. Pas¨® de la tribu Chaudari a la Vasava. Adquiri¨® nuevas tradiciones, aprendi¨® un nuevo dialecto y bail¨® otras danzas. En su nueva comunidad form¨® parte de la Asociaci¨®n de Mujeres Adivasis para unificar las necesidades de las familias de toda la zona. Despu¨¦s pas¨® a dar clases en el colegio infantil y all¨ª sum¨® sus bailes y canciones al resto de materias. ¡°As¨ª me las ense?aron a m¨ª: en el colegio, desde peque?a. Y as¨ª creo que debo ense?arlas tambi¨¦n¡±.
Por blindar la tradici¨®n, Bhanuben recibi¨® el repudio de su padre primero y despu¨¦s el respeto de todo su pueblo
Una vez al mes, invita a todas las familias del colegio a acudir con los trajes t¨ªpicos de cada tribu y tambi¨¦n a llevar cocinado un plato tradicional. El n¨²mero de familias participantes siempre supera a las inscritas en la escuela. Despu¨¦s todos juntos bailan y comparten la comida. ¡°Quiero que nadie se averg¨¹ence de sus ra¨ªces. Al rev¨¦s, que se enorgullezcan de sus costumbres¡±. Los mismos que despreciaban sus bailes por considerarlos del pasado, ahora le envidian por haberle brindado la oportunidad de viajar hasta Europa, Espa?a concretamente, para mostrarlos.
Hasta compone sus propias letras con las que tambi¨¦n ense?a palabras, objetos y costumbres a los m¨¢s peque?os. ¡°Ghaghari paheri hu / Balwadi gayi ti / Bhai maru latako/ Thudo thudo jay¡±. ¡°Me visto con el Ghaghari / Acudo al colegio / Mira c¨®mo voy, feliz y contenta¡±. Sus ojos se vuelven a encender, los desclava del suelo y sonr¨ªe. El pawari vuelve a sonar a trav¨¦s de sus versos, de sus canciones, de sus tradiciones. Los adivasi luchan en la India con m¨²sica y danzas ante el riesgo de extinci¨®n inminente.
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