¡°La cultura tiene el poder de construir comunidades m¨¢s justas¡±
La directora de la Fundaci¨®n Europea de la Cultura, Katherine Watson, cree que las ideas innovadoras de la sociedad civil pueden mostrar a los pol¨ªticos soluciones inclusivas para ciertos problemas
Alessio Berr¨¦, profesor de italiano en Francia, sue?a con abrir Casa Meteca, un hostal en Marsella para turistas y refugiados, en el que unos y otros compartir¨ªan espacio y actividades recreativas con los vecinos del barrio. De momento es solo una idea incipiente. Como lo es el proyecto de la egipcia?Rasha Botros para crear en su pa¨ªs grupos de amigos con discapacidad, que sirvan a la vez para sensibilizar sobre los derechos de este colectivo y luchar contra los estereotipos. Mediha Didem Karagence, estudiante de Sociolog¨ªa en Turqu¨ªa, tiene otro objetivo: que voluntarios capacitados ense?en turco a los ni?os sirios que llegan al pa¨ªs. Lo har¨ªan en una granja ecol¨®gica para que al a?o siguiente los chiquillos puedan acceder a la educaci¨®n p¨²blica. Son tres de las 50 personas que, con sus respectivas ideas, la Fundaci¨®n Europea de la Cultura ha reunido esta semana en Madrid en su tercera edici¨®n del IdeaCamp. Este evento, organizado para que los proyectos dejen de serlo y se conviertan en una realidad, cuenta con el apoyo del Ayuntamiento de la ciudad y la organizaci¨®n cultural Platoniq. ?
Katherine Watson, directora de la Fundaci¨®n Europea de la Cultura (ECF, por sus en ingl¨¦s), ha acudido al encuentro que tiene lugar en el espacio Dao¨ªz y Velarde de la capital. "Madrid es una ciudad id¨®nea para que florezcan ideas impulsadas por la ciudadan¨ªa", asegura. Ella es una de las encargadas de seleccionar las 25 propuestas que recibir¨¢n una beca de hasta 10.000 euros para que puedan dar el saldo de la idea al mundo real.
Pregunta. ?Cu¨¢l es la misi¨®n de la Fundaci¨®n Europea para la Cultura?
Respuesta. La fundaci¨®n tiene m¨¢s de 60 a?os, se cre¨® tras la guerra. Los impulsores cre¨ªan que Europa era algo m¨¢s que una alianza econ¨®mica o de comercio, que necesitaba cultura para revivir, renovarse, curar las heridas del conflicto y avanzar hacia un nuevo futuro. Desde entonces, la cultura ha sido un factor de construcci¨®n, un espacio abierto en el que nos entendemos los unos con los otros. Por supuesto, la situaci¨®n ha cambiado en seis d¨¦cadas y hemos centrado nuestros esfuerzos en diferentes sentidos y hemos ampliado la idea de Europa para incluir a pa¨ªses vecinos en nuestros programas, sobre todo del sur del Mediterr¨¢neo. Muchas de las buenas ideas que participan en este IdeaCamp vienen del norte de ?frica. Incluso nos llegan algunos de contextos muy dif¨ªciles, como Siria.
P. Una de las nuevas iniciativas de la fundaci¨®n es precisamente la organizaci¨®n del IdeaCamp. ?Cu¨¢l es el objetivo de este evento?
R. El Idea Camp re¨²ne a creadores de ideas de toda Europa. Les invitamos porque, como fundaci¨®n que realiza donaciones, creemos que debemos financiar proyectos incipientes para darles un empuj¨®n en sus comienzos. Pueden optar particulares, colectivos, comunidades u organizaciones, siempre a trav¨¦s de una persona, que tengan una idea innovadora encaminada a transformar su comunidad. Las ediciones anteriores, la primera en Marsella (Francia) y la segunda en Botkyrka (Suecia), se centraron en espacios p¨²blicos y construcci¨®n de la ciudad. Y la de este a?o, en Madrid, se llama Comunidades en movimiento. Este concepto no solo tiene que ver con las migraciones, sino con el cambio en las sociedades como resultado de la llegada de nuevos miembros y la interacci¨®n con quienes ya estaban integrados en ellas. Las ideas que tienen los ciudadanos para forjar un futuro mejor juntos son muy necesarias ahora que estamos expuestos al discurso del miedo, de la desintegraci¨®n y la divisi¨®n. Desde la Fundaci¨®n exploramos esas ideas, invitamos y reunimos a sus impulsores para ayudarles a compartirlas, a que aprendan y ense?en a otros. Porque muchos abordan retos similares aunque vengan de un pa¨ªs del norte, de Espa?a o Chipre, que son muy diferentes.
P. Muchos de los proyectos de esta edici¨®n tienen que ver con dar voz y oportunidades a migrantes y refugiados. ?Es esto posible en una Europa que se est¨¢ cerrando?
R. Las ideas tienen que ver con gente que viene, efectivamente, pero tambi¨¦n, y sobre todo, con la conexi¨®n con las comunidades a las que llegan, la transformaci¨®n que producen en ellas. Hablamos de gente que ha elegido moverse a una determinada ciudad o barrio y desarrollar all¨ª su vida con sus familias. Y adem¨¢s de las migraciones, hay otros factores que cambian a las comunidades, como la econom¨ªa, el clima, la globalizaci¨®n¡ Todos hacen que se resientan y la cuesti¨®n es c¨®mo podemos revitalizar el sentimiento de colectividad en un modo hol¨ªstico, conectado, juntos. Lo necesitamos m¨¢s que nunca porque se ha dibujado un cuadro muy negativo en torno a estos procesos de cambio. Y no solo porque haya m¨¢s movimientos de poblaci¨®n, sino porque hay partes de la sociedad que se sientan apartadas. Por ejemplo, ocurre que personas de hace un par de generaciones creen que se han quedado fuera de la globalizaci¨®n. Tenemos que estar atentos, precisamos construir puentes con ideas que nazcan de la propia ciudadan¨ªa para el beneficio de la misma.
Estamos entrando en un tiempo de muchos desaf¨ªos. Cada vez hay m¨¢s l¨ªderes de derechas y partidos pol¨ªticos que quieren levantar muros en vez de puentes, que quieren excluir en vez de incluir
P. ?C¨®mo se consigue que estas ideas que nacen de la sociedad civil sean tambi¨¦n las de decisores pol¨ªticos?
R. Una de las cosas que puede conseguir un campus de ideas como este es ense?arles a los l¨ªderes otro modo de hacer las cosas. Hay muchos pol¨ªticos que intentan buscar maneras de tender puentes, evitar las divisiones y la radicalizaci¨®n, y podemos decirles: ¡®Mirad, hay ideas para conseguirlo ah¨ª fuera, pero necesitan apoyo¡¯. Lo vemos en el nivel municipal, porque es en el que la gente de verdad siente que puede lograr cambios, dado que es lo que tienen m¨¢s cercano. Y tratamos conectar esa sensaci¨®n de hogar a lo largo de Europa, que personas muy lejos las unas de las otras se encuentren trabajando en cuestiones parecidas. Claro que tambi¨¦n hay pol¨ªticos que ofrecen la alternativa que muchos de nosotros no queremos, que consiste en parar la movilidad humana. Estamos entrando en un tiempo de muchos desaf¨ªos. Cada vez hay m¨¢s l¨ªderes de derechas y partidos pol¨ªticos que quieren levantar muros en vez de puentes, que quieren excluir en vez de incluir. Y est¨¢n tomando fuerza, avivan cada vez m¨¢s los miedos de los ciudadanos, diciendo, por ejemplo, que los inmigrantes les quitar¨¢n el trabajo. Ante eso, tenemos que intensificar la idea de Europa y compartir experiencias e historias. El trabajo de la fundaci¨®n es amplificar esos mensajes de uni¨®n.
Hay muchas tareas que pensamos que son responsabilidad exclusiva de los Gobiernos, pero en realidad, la responsabilidad es compartida con los ciudadanos
P. ?Cu¨¢les de los 50 incipientes proyectos que se presentan en Madrid le parecen m¨¢s llamativos?
R. Hay una de una joven en Egipto que trabaja con chicas con s¨ªndrome de Down para que hagan galletas y abrir una cafeter¨ªa al aire libre donde venderlas¡ Hay muchos retos en un pa¨ªs como Egipto. Las ideas de los seleccionados son muy valientes. Hay otro proyecto sobre r¨ªos llamado Squat river (ocupar el r¨ªo). Igual que hay colectivos que ocupan y rehabilitan edificios vac¨ªos, esta propuesta contempla que los r¨ªos necesitan ser tratados de ese modo. Que hay que mantenerlos limpios, usarlos con responsabilidad, y que eso lo tenemos que hacer nosotros, la gente. En este sentido, hay muchas tareas que pensamos que son responsabilidad exclusiva de los Gobiernos, pero en realidad, la responsabilidad es compartida con los ciudadanos.
P. ?Cu¨¢l es el criterio para elegir los proyectos?
R. Hacemos un llamamiento tan abierto como podemos. Evaluamos las ideas, no necesariamente muy desarrolladas porque tratamos de apoyar proyectos incipientes, para ver qu¨¦ necesitan. Quiz¨¢ requieran de una peque?a cantidad de dinero para realizar un prototipo o simplemente conectar su proyecto con el concepto de una Europa m¨¢s amplia y hermanada. En esta edici¨®n tenemos este paraguas de las comunidades en movimiento, con el buscamos ideas que promuevan la participaci¨®n ciudadana o favorezcan el compromiso del sector p¨²blico, que est¨¦n relacionados con la transformaci¨®n del espacio p¨²blico¡ Este tipo de proyectos, que no tienen que ver con la producci¨®n de arte. Trabajamos con los impulsores en el proceso de creaci¨®n y desarrollo de sus propuestas y vemos cu¨¢l es la probabilidad de que sean realizables.
P. ?Este concepto de cultura puede ser una herramienta para luchar contra la pobreza o la desigualdad?
R. Creo que somos muchos los que vemos en la cultura una fuerza de cambio del mundo, para lograr sociedades m¨¢s igualitarias y justas. Y eso puede ser a trav¨¦s de proyectos en el terreno econ¨®mico, pol¨ªtico, social, educativo¡ Pero con la intenci¨®n compartida de que la sociedad sea m¨¢s inclusiva y democr¨¢tica en Europa.
P. Pero, ?c¨®mo?
La democracia no es solo votar. La democracia de cada d¨ªa que tiene que ver con la participaci¨®n en tu comunidad, incluso si no eres un ciudadano oficial
R. La democracia no es solo votar. La democracia de cada d¨ªa que tiene que ver con la participaci¨®n en tu comunidad, incluso si no eres un ciudadano oficial. Tenemos la idea de que la cultura es arte y literatura. Pero tenemos el ejemplo de la chica egipcia que trabaja con mujeres con Down que quiere abrir una cafeter¨ªa y vender galletas. Eso es un espacio cultural tambi¨¦n, como lo puede ser un teatro o una biblioteca. Hablamos de lugares compartidos en los que la gente pueda aprender a vivir conjuntamente. Pongo un ejemplo. Entre todos nuestros programas, desde hace una d¨¦cada entregamos anualmente el premio Princess Margriet, que es un galard¨®n de cultura para el cambio. Uno de los ganadores de 2017, Luc Mishalle, es m¨²sico y de bastante ¨¦xito, por cierto. ?l trabaja en Molenbeek, en Bruselas, un barrio conocido en los medios de comunicaci¨®n porque all¨ª resid¨ªan los terroristas que atentaron en el aeropuerto de la ciudad. Esto ha provocado que sus vecinos est¨¦n divididos, muchos sienten que ese barrio ya no es el suyo. Por eso Mishalle lleva a?os trabajando con ni?os y personas mayores de diferentes culturas en la creaci¨®n art¨ªstica para la comunidad y tocan en las plazas p¨²blicas, lo que tiene poco que ver con su trabajo en los grandes escenarios. As¨ª que ¨¦l es un artista, pero tambi¨¦n es un trabajador social. Y eso es lo que queremos destacar y celebrar.
Otro ejemplo lo encontramos en una de las ideas que tenemos en esta edici¨®n del IdeaCamp. Se trata de la creaci¨®n de una plataforma online en la que personas que quiz¨¢ todav¨ªa no tienen sus papeles en regla, puedan conectar sus capacidades con las necesidades en la comunidad. Un lugar para compartir habilidades.
P. ?C¨®mo es el proceso para que una de las ideas que aqu¨ª se comparten lleguen a ser una realidad?
R. Lo primero es ver en qu¨¦ punto del proceso de creaci¨®n se est¨¢, y aprender de c¨®mo trabajan otros y consiguen mejoras para desarrollar sus ideas. Es importante tambi¨¦n ser capaces de observar ad¨®nde pueden llegar. De las 50 propuestas del IdeaCamp, 25 conseguir¨¢n nuestro apoyo econ¨®mico. Pero pensamos que para el resto, haber estado aqu¨ª ser¨¢ tambi¨¦n muy positivo, porque habr¨¢n creado redes de trabajo, seguir¨¢n conectados unos con otros y se ayudar¨¢n mutuamente. Necesitan dinero, claro, pero quiz¨¢ otros les ense?en, por ejemplo, a recaudar fondos a trav¨¦s del micromecenazgo u otras v¨ªas.
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