La verdad sobre la ayuda para el desarrollo
En los ¨²ltimos 25 a?os, los programas de cooperaci¨®n exterior han ayudado a abrir una era de progreso sin precedentes en el mundo
El plan presupuestario para el 2018 del presidente estadounidense, Donald Trump, propone grandes recortes en la ayuda externa de Estados Unidos, dando pie a una discusi¨®n sobre el papel de este gasto en mejorar la salud y el bienestar de las personas m¨¢s vulnerables del mundo. Esta discusi¨®n es importante porque, a la hora de reducir muchas de las mayores desigualdades del planeta, la ayuda es m¨¢s importante que nunca ¨Cy tal vez incluso m¨¢s¨C por razones que no se entienden ampliamente todav¨ªa.
En los ¨²ltimos 25 a?os, los programas de ayuda exterior han ayudado a abrir una era de progreso sin precedentes en el mundo en desarrollo. La mortalidad infantil y la pobreza extrema se han reducido a la mitad. Las asociaciones multilaterales innovadoras como el Fondo Global (para la lucha contra el sida, la tuberculosis y la malaria) y Gavi (la Alianza Global para la Vacunaci¨®n, por sus siglas en ingl¨¦s), de la que Estados Unidos es el mayor financiador, han salvado millones de vidas, ya que han reducido la carga de enfermedades infecciosas. La Fundaci¨®n Bill & Melinda Gates se enorgullece de colaborar con estas iniciativas para reducir los costes de las vacunas y otras intervenciones, aumentando as¨ª su impacto mensurable en la salud mundial.
La experiencia demuestra que los programas de salud y desarrollo alcanzan grandes dividendos econ¨®micos. Por cada d¨®lar invertido en vacunaciones infantiles, por ejemplo, los pa¨ªses en desarrollo logran 44 d¨®lares en beneficios econ¨®micos.
Sin embargo, la mayor¨ªa de las personas no son conscientes de los enormes avances logrados gracias a la ayuda al desarrollo. En una encuesta reciente a 56.409 personas en 24 pa¨ªses, solo una de cada 100 sab¨ªa que la pobreza global se hab¨ªa reducido a la mitad. M¨¢s de dos tercios pensaban que la pobreza extrema hab¨ªa aumentado. Estas percepciones err¨®neas de la gente refuerzan una narrativa pesimista que vuelve pol¨ªticamente vulnerables a los presupuestos destinados a ayuda extranjera.
Para agravar el problema, las poblaciones de los pa¨ªses donantes a menudo sobrestiman la cantidad de dinero que sus gobiernos gastan en ayuda. En Estados Unidos, la ayuda externa representa menos del 1% del presupuesto federal, a pesar de que en una encuesta reciente de opini¨®n p¨²blica se vio que el 73% de los estadounidenses cree que la ayuda contribuye ¡°much¨ªsimo¡± o "bastante" a la deuda nacional.
El apoyo de los donantes sigue siendo esencial para cubrir las brechas de la financiaci¨®n interna, hacer frente a las fallas del mercado y fomentar una mayor inversi¨®n del sector privado
Hay otro error que oscurece el juicio de los pa¨ªses donantes: la idea de que la ayuda a los pa¨ªses en desarrollo es un acto de generosidad, sin beneficios tangibles para el donante. La verdad es que todo lo contrario. De hecho, ayudar a financiar programas de desarrollo va en el propio inter¨¦s de los pa¨ªses desarrollados, tanto en t¨¦rminos de seguridad como econ¨®micos.
Sin fondos de ayuda, el aumento de la pobreza y la inestabilidad pueden atraer a los pa¨ªses desarrollados conflictos lejanos y la inestabilidad a sus puertas, en forma de crisis de inmigraci¨®n y refugiados, as¨ª como pandemias. En contraste, cuando se utiliza para apoyar el aumento de los ingresos en las econom¨ªas en desarrollo, la ayuda puede crear en ellos puestos de trabajo orientados a la exportaci¨®n. De los 15 principales socios comerciales de Estados Unidos, es decir, pa¨ªses autosuficientes que consumen bienes y servicios estadounidenses, 11 son ex beneficiarios de la ayuda.
Muchos m¨¢s pa¨ªses en desarrollo se est¨¢n apropiando de su futuro. Contribuyen m¨¢s a su propio desarrollo, a trav¨¦s de programas p¨²blicos nacionales apoyados por pol¨ªticas fiscales inteligentes. Y est¨¢n asignando una alta prioridad a las inversiones en ¨¢reas cr¨ªticas, como educaci¨®n, atenci¨®n m¨¦dica b¨¢sica y aumento de la productividad agr¨ªcola, los pilares de un futuro autosuficiente y pr¨®spero. En la actualidad, los negocios privados y el capital tambi¨¦n se encuentran en un proceso de ampliaci¨®n de su papel en los proyectos de desarrollo.
Sin embargo, por el momento, el apoyo de los donantes sigue siendo esencial para cubrir las brechas de la financiaci¨®n interna, hacer frente a las fallas del mercado y fomentar una mayor inversi¨®n del sector privado. Y, a pesar de los enormes pasos alcanzados en las ¨²ltimas d¨¦cadas, todav¨ªa queda mucho trabajo pendiente para dar continuidad al progreso en las ¨¢reas de la salud y el desarrollo.
M¨¢s de mil millones de personas todav¨ªa viven con menos de un d¨®lar por d¨ªa. Cada a?o, m¨¢s de tres millones de beb¨¦s mueren en su primer mes de vida. Abordar estos y otros problemas persistentes (parte del ambicioso conjunto de metas de salud y desarrollo que las Naciones Unidas han fijado para 2030 como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible) ser¨ªa casi imposible sin la continuidad de la ayuda.
Esto no significa que los programas existentes sean perfectos. Por el contrario, debemos estar atentos a seguir mejor¨¢ndolos. Pero las quejas de que el dinero destinado a este fin no se est¨¢ utilizando tan eficazmente como se deber¨ªa, exageran mucho el problema. La verdad es que, gracias a una amplia experiencia en el dise?o e implementaci¨®n de programas de ayuda eficaces en funci¨®n de los costes, los fondos mal utilizados representan una ¨ªnfima fracci¨®n del total invertido en ayuda.
El mayor problema es la falta de informaci¨®n. Es por eso que quienes trabajamos en el campo del desarrollo debemos esforzarnos m¨¢s para mejorar la comunicaci¨®n con los pol¨ªticos y el p¨²blico, demostrando c¨®mo funciona la ayuda y los avances que ha facilitado.
A pesar de las incertidumbres actuales, soy optimista de que seguir¨¢n los avances en salud y desarrollo global. Tras haber participado en estas ¨¢reas durante casi dos d¨¦cadas, en la ONU y ahora en la Fundaci¨®n Gates, s¨¦ que los argumentos a favor de la ayuda al desarrollo son claros y convincentes. Creo que el mundo no dar¨¢ la espalda al desaf¨ªo hist¨®rico de reducir las desigualdades en el acceso mundial a la salud, eliminar la pobreza extrema y construir un mundo m¨¢s equitativo y seguro.
Mark Suzman es Director Estrat¨¦gico y Presidente de Global Policy and Advocacy (Pol¨ªticas y Promoci¨®n Globales) en la Fundaci¨®n Bill & Melinda Gates.
Traducido del ingl¨¦s por David Mel¨¦ndez Tormen
Copyright: Project Syndicate, 2017.
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