¡°La gente es consciente de que pa¨ªses como Tuvalu o Kiribati pueden quedar totalmente sumergidos¡±

Es el que pone orden entre los 193 socios del club m¨¢s internacional: la Organizaci¨®n de las Naciones Unidas. Peter Thomson (Suva, Fiyi, 1948) dirige desde septiembre del a?o pasado (y hasta septiembre del presente) la Asamblea General de la ONU, el ¨®rgano donde todos esos pa¨ªses tratan de salvar sus diferencias hist¨®rico-econ¨®mico-culturales y proteger al planeta de la humanidad, y a esta de s¨ª misma. Ahora, siguiendo las directrices de los Acuerdos del Clima de Par¨ªs y los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que "son nuestra esperanza. Si no los ponemos en marcha, tendremos problemas de verdad", advierte.

Como fiyiano, Thomson conoce de primera mano los desaf¨ªos a los que se enfrentan los llamados SIDS (peque?os Estados insulares en desarrollo, por sus siglas en ingl¨¦s). El aislamiento, el elevado coste de hacer las cosas en una isla... y el aumento del nivel del mar, que amenaza en ocasiones la propia existencia de estos territorios. "Ahora la gente sabe que pa¨ªses como las Islas Marshall, Tuvalu o Kiribati corren el riesgo de quedar completamente sumergidos. Es algo catastr¨®fico, que llega". Y quiz¨¢ por eso, se ha extendido la conciencia global sobre el cambio clim¨¢tico y sus efectos.

"Cualquiera que hoy en d¨ªa no acepte la realidad cient¨ªfica del cambio clim¨¢tico es un...". Thomson deja de hablar y se toma su tiempo. "Perm¨ªtame buscar la palabra adecuada... ?c¨®mo llamas a alguien as¨ª sin resultar demasiado insultante?", se pregunta. El antiguo embajador de su pa¨ªs ante Cuba y ante la ONU deja el calificativo en el aire y contin¨²a. "Por fortuna, poca gente niega ya el cambio clim¨¢tico. Queda poca gente que no entienda que debemos ser m¨¢s sostenibles", se felicita. En el siglo pasado ¡ª"en cuya primera mitad nac¨ª yo, lo que me hace sentir un anciano", bromea¡ª solo se hablaba de crecimiento y desarrollo, a secas. "Ahora no aceptamos esas palabras sin el adjetivo sostenible", apunta.

¡°Ya no aceptamos el crecimiento o el desarrollo si no llevan el adjetivo sostenible¡±

Una sostenibilidad que debe extenderse a todos los ¨¢mbitos. Ahora, en concreto, a Thomson le preocupan los oc¨¦anos. Con ¨¦l dirigiendo la Asamblea, Fiyi y Suecia presidir¨¢n a comienzos de junio (del 5 al 9 en Nueva York), la Conferencia de los Oc¨¦anos. Un encuentro mundial que, seg¨²n el diplom¨¢tico, ser¨¢ "la ocasi¨®n" para revertir la tendencia negativa sobre los mares. "Contaminaci¨®n marina, bancos de peces menguantes, ecosistemas degradados, acidificaci¨®n de las aguas, calentamiento, falta de regulaci¨®n¡­ No creo que haga falta repetir toda la carga que la humanidad ha puesto sobre sus oc¨¦anos", enumera. Es l¨®gico, acepta, que los pa¨ªses costeros o los archipi¨¦lagos como su pa¨ªs de origen quieran explotar sus recursos marinos. "Pero de nuevo, tiene que ser de forma sostenible. Si no, no vale", insiste.

Y definir esa sostenibilidad, encontrar esa receta para alcanzar el ODS 14 ¡ª"conservar y utilizar en forma sostenible los oc¨¦anos, los mares y los recursos marinos"¡ª es precisamente el objetivo de los miles de representantes de Gobiernos, agencias, universidades, ONG, empresas y asociaciones que acudir¨¢n a la conferencia. "Escucharemos de voces cre¨ªbles la realidad de los problemas, y debatiremos las posibles soluciones", anticipa Thomson en una visita a la sede romana de la FAO (agencia de la ONU para la alimentaci¨®n) para preparar ese encuentro.

Pero al final todo esto, ?no es mucho hablar y poco hacer? "Tengo debates de este tipo dentro de mi propia familia", reconoce el presidente de la Asamblea. Pero insiste en que el valor de conectar, debatir y escuchar "a todos los que tienen algo que decir al respecto" es incalculable. Y tambi¨¦n anuncia que habr¨¢ oportunidades de "animar" a los pa¨ªses ¡ªalgunos tan relevantes como China¡ª que a¨²n no han firmado acuerdos como el que busca controlar en los puertos la pesca ilegal o no declarada. Sin un esfuerzo global, ser¨¢ complicado alcanzar los resultados esperados en 2030, mantiene. "Miren, por ejemplo, lo que le hemos hecho al bacalao [algunas de cuyas variedades est¨¢n amenazadas]. Y se lo haremos a muchas m¨¢s especies, a no ser que aprendamos la lecci¨®n, a no ser que conferencias como esta tengan ¨¦xito".

¡°Ruego a todo el que crea que tiene algo que aportar que participe en la conferencia¡±

Por eso cree relevante subir a bordo al sector privado y a los consumidores. "Cada vez me apetece menos comer pescado sabiendo la cantidad de pl¨¢stico que hay en ¨¦l. Es un tema de contaminaci¨®n marina que nos afecta a todos", se?ala. Y al mismo tiempo, celebra que haya restaurantes apoyando iniciativas para garantizar la trazabilidad del pescado que sirven. "Que si te dicen que est¨¢s comiendo dorada, sea as¨ª, y que adem¨¢s est¨¦s seguro de que se ha pescado de forma sostenible", se?ala.

Porque en el ¨¢mbito de los ciudadanos-consumidores es donde est¨¢ para Thomson el punto flaco de los ODS. "Muchos pa¨ªses los han incluido ya en sus planes y pol¨ªticas. Pero hay millones de personas que no han o¨ªdo hablar de ellos. Y eso es malo, porque son el plan para la supervivencia de sus hijos y nietos", argumenta. El presidente de la 71? sesi¨®n de la Asamblea de la ONU est¨¢ convencido de que hace falta una transformaci¨®n, sobre en c¨®mo consumimos. Y tambi¨¦n, de que ya no ser¨¢ su generaci¨®n la que la lleve a cabo. "Ser¨¢ la juventud la que tome esas decisiones para transformar la industria, el transporte, el consumo de carne..." Por eso, dice, los ODS tienen que llegar a las universidades. Y a los colegios. Mientras tanto, insiste. "Por favor, ruego a todo el que crea que tiene algo que aportar que se registre y participe en la conferencia de los oc¨¦anos. Es el momento".