"Hoy los ni?os no tienen tiempo de ser ni?os, les estamos robando la infancia"

Estamos en ¨¦poca de matriculaciones escolares y parece ser que las escuelas alternativas y la educaci¨®n libre han recibido much¨ªsimas solicitudes. Por eso hemos querido entrevistar a Almudena Garc¨ªa autora del libro Otra educaci¨®n ya es posible, publicado por la editorial Litera Libros. Ella misma se define como programadora freelance y entusiasta de la educaci¨®n libre. Esta pasi¨®n se refleja en su proyecto personal, Ludus, un directorio de educaci¨®n alternativa en Espa?a en el que podemos encontrar escuelas libres, escuelas bosque, colegios Montessori, comunidades de aprendizaje, escuelas Reggio Emilia, institutos que trabajan por proyectos, y mucho m¨¢s.

PREGUNTA: ?Por qu¨¦ iniciaste Ludus?

RESPUESTA: Para mi fue un aut¨¦ntico deslumbramiento descubrir que exist¨ªa otro tipo de educaci¨®n, tan diferente de la que yo hab¨ªa recibido. Por eso, cuando una amiga que trabajaba en una escuela libre me propuso hacer un listado que recogiera este tipo de iniciativas, me pareci¨® muy buena idea, la manera en que yo, que soy programadora, pod¨ªa aportar mi granito de arena a este mundo. Mi objetivo, al crear el directorio, fue que los proyectos tuvieran m¨¢s f¨¢cil darse a conocer y que a las familias les fuera m¨¢s sencillo encontrarlos. De esto hace ahora cuatro a?os. Por aquel entonces, la informaci¨®n sobre este tipo de proyectos educativos estaba muy dispersa y a menudo hab¨ªa poco contacto entre ellos. Algunos ten¨ªan la sensaci¨®n de ser los ¨²nicos que trabajaban as¨ª. Por eso, otro de los fines de Ludus, fue el de dar a conocer la fuerza que entonces estaba empezando a cobrar este movimiento y facilitar que los proyectos cercanos pudieran conocerse.

P: ?Por qu¨¦ es tan importante la edad infantil? Buena parte de la sociedad piensa que en esas edades no se enteran mucho, que es momento de jugar y luego ya aprender¨¢n.

R: A esas edades, como suele decirse, los ni?os son esponjitas. Montessori, afirmaba que el ni?o, en la etapa que va de cero a seis a?os, cuenta con una mente absorbente, que trabaja sin descanso haciendo suyo el entorno y la cultura de la sociedad en que crece. Y justamente es el juego la manera que tiene de observar y experimentar: los ni?os pueden dedicar buena parte de su tiempo a juntar conchitas, transportar agua en un cubo para llenar un recipiente mayor, a probar qu¨¦ pieza de madera entra por un agujero... Es la manera en que empiezan a hacer suyos conceptos como el orden, el volumen o la longitud. Si no lo experimentan as¨ª, de una manera sensorial, m¨¢s tarde les ser¨¢ m¨¢s dif¨ªcil comprender estos conceptos de forma abstracta. Lamentablemente, esta etapa est¨¢ muy minusvalorada, en ocasiones, las escuelas infantiles se convierten en simples lugares donde dejar a los hijos durante el horario laboral. Otro problema es el de la obsesi¨®n con los resultados y la excelencia, que contamina todas las etapas. En bachiller, hay que apretar a los alumnos para que pasen las pruebas de acceso a la universidad, en ESO, para que lleguen bien preparados a bachiller... y as¨ª sucesivamente, hasta llegar incluso a infantil. En algunos centros, supuestamente para que los ni?os lleguen bien preparados a primaria, se les tiene todo el d¨ªa haciendo fichas. Se llegan a dar casos extremos, como profesores que cronometran a ni?os de? cinco a?os mientras leen, y a los m¨¢s lentos les ridiculizan. A lo mejor resulta que un ni?o tiene dislexia, que necesitar¨ªa una atenci¨®n especial, pero en lugar de eso, se le dice que es vago. Quiero dejar claro que la mayor¨ªa de los docentes no son as¨ª, que no se trata de demonizar al gremio... pero haberlos haylos y las familias se sienten impotentes frente a estas situaciones.

P: ?Por qu¨¦ han aparecido de golpe tantas escuelas innovadoras?

R: Es verdad que hay ahora un boom. Dir¨ªa que hay varias causas. Una es que el modelo actual parece haber entrado en crisis: tenemos una de las tasas de abandono escolar m¨¢s altas de la UE, nuestros resultados en PISA no son para echar cohetes, los alumnos est¨¢n desmotivados... Lo curioso es que aunque la comunidad educativa coincide en el diagn¨®stico, las distintas razones que se dan para explicar las causas son diametralmente opuestas, y el di¨¢logo, pr¨¢cticamente nulo, porque a veces parece que ni siquiera vivamos en el mismo universo... Para los profesores de la vieja escuela, se ha abandonado la cultura del esfuerzo y mientras no la recuperemos, las aulas ser¨¢n un caos. Para otros docentes, por el contrario, el problema es precisamente que a¨²n se sigue una pedagog¨ªa tradicional que ha quedado desfasada. Muchos de ellos han pasado a la acci¨®n y han comenzado a innovar en sus aulas. Y por descontado ha influido mucho la crisis: a ra¨ªz de ella, buena parte de la sociedad comenz¨® a desconfiar de las viejas soluciones y a informarse y reclamar tener m¨¢s participaci¨®n en diferentes ¨¢mbitos. Las familias han vuelto a implicarse en la escuela.

P: ?C¨®mo puede un ni?o dirigir su propio aprendizaje como propone la educaci¨®n libre?

R: Desde Montessori y Waldorf se critica la educaci¨®n libre precisamente por eso, porque se duda de que un ni?o pueda interesarse por un tema antes de saber que existe. Sin embargo, desde las escuelas libres inspiradas por Rebeca Wild, se defiende que todos los seres vivos saben lo que les conviene en cada momento de su desarrollo y que a partir de un inter¨¦s inicial, debido a que todos los saberes est¨¢n interrelacionados, se acaba llegando a otros saberes. Creo que la teor¨ªa de Wild es buena, pero que en la pr¨¢ctica no siempre se est¨¢ llevando bien a cabo. Requiere que detr¨¢s haya adultos que sean capaces de ¡°tirar del hilo¡± a partir de ese primer inter¨¦s si el ni?o se estanca. En algunas escuelas explican que han dejado de trabajar por proyectos, o que han pasado a ser los educadores los que eligen los temas, porque si por los alumnos fuera, solo har¨ªan trabajos sobre Messi. Bueno... ?como si a partir de Messi no se pudieran estudiar otros muchos temas! A trav¨¦s de la historia del futbol se puede investigar c¨®mo eran las sociedades en que se empez¨® a jugar. Tambi¨¦n se puede hacer una gr¨¢fica que muestre cu¨¢nto cobra Messi al a?o, comparado con lo que cobran todas camareras de hotel de Espa?a juntas. Y de ah¨ª, claro, saldr¨¢n otros muchos temas.

P: ?Por qu¨¦ hay materiales de Maria Montessori o Cuisenaire que no pasan de moda?

R: Los materiales manipulativos no pasan de moda porque responden a la necesidad del ni?o de aprender a trav¨¦s de los sentidos. He llegado a ver a adultos que de peque?os acabaron odiando las mates fascinados al descubrir estos materiales, al poder ver literalmente lo que es una ra¨ªz cuadrada. La mayor¨ªa de nosotros aprendimos a hacer f¨®rmulas sin entender realmente lo que est¨¢bamos haciendo.

P: ?No es un poco l¨ªo cada ni?o un voto, mezclar edades y seguir ritmos individualizados?

R: Es otra manera de trabajar. En realidad, pretender que todos los alumnos vayan al mismo ritmo tambi¨¦n resulta complicado, porque cada uno tiene mayor inter¨¦s y facilidad para una cosa, lo que en la pr¨¢ctica significa que habr¨¢ unos cuantos que se aburrir¨¢n en clase, mientras que otros se enterar¨¢n de poco. Es dif¨ªcil trabajar as¨ª y que todo el grupo aproveche bien el tiempo. Por otra parte, seguir ritmos individualizados supone obviamente un esfuerzo adicional por parte del educador, sobre todo, porque la mayor¨ªa no han conocido esta metodolog¨ªa ni cuando eran alumnos en el colegio ni luego en la facultad. Adem¨¢s, con ratios altas, puede resultar agotador trabajar as¨ª y que se de el caso de que algunos ni?os se queden descolgados. Ahora, cuando funciona bien, la experiencia resulta muy motivadora para todos los implicados. Es interesante fijarse en el caso de Castilla y Le¨®n. Hay muchas escuelas rurales, con ni?os de diferentes edades compartiendo aula. Esto implica que los maestros no pueden caer en trabajar con todos de una forma homog¨¦nea, sino que deben atender a niveles diversos. Los mayores pueden ayudar a los peque?os, y as¨ª afianzan sus conocimientos, mientras que a los peque?os, les resulta muy motivador que los mayores les dediquen parte de su tiempo, porque justamente quieren ser como ellos. Los resultados son muy buenos, y no lo digo yo, sino el ¨²ltimo informe PISA, que destaca el nivel de estos alumnos en ciencias, matem¨¢ticas y comprensi¨®n lectora. Seguramente hay otros factores, pero parece que el alto porcentaje de escuelas rurales de esta comunidad ha influido mucho en los resultados.

P: Cada pedagog¨ªa alternativa tiene algo de bueno. ?No ser¨ªa mejor juntar lo mejor de cada una?

R: Hay escuelas que hacen esto, que cogen lo que m¨¢s valoran de cada pedagog¨ªa. Es una posibilidad, pero exige conocer bien los diferentes enfoques, porque cada uno de ellos es como un ecosistema en que todas las partes est¨¢n interrelacionadas, y se corre el riesgo de acabar haciendo un monstruo de Frankenstein en que cada pierna intenta andar para un lado diferente. Hace poco estuve en una escuela democr¨¢tica donde tambi¨¦n se hac¨ªa Montessori. ?Qu¨¦ ocurr¨ªa? Pues que los ni?os hab¨ªan votado que el espacio de la biblioteca, que era el ¨²nico verdaderamente amplio, solo pod¨ªa dedicarse a leer. As¨ª que cuando las acompa?antes pretend¨ªan hacer la presentaci¨®n de la l¨ªnea de la vida (que mide varios metros de largo) ten¨ªan que conformarse con usar una versi¨®n reducida, en la que dif¨ªcilmente se llegaba a apreciar la diferencia entre las distintas eras geol¨®gicas. Y a¨²n as¨ª, con la l¨ªnea desplegada, los ni?os apenas entraban en el espacio, que nada ten¨ªa que ver con la amplitud de un verdadero ambiente preparado Montessori. En lugar de quedarse fascinados escuchando por primera vez c¨®mo se desarroll¨® la evoluci¨®n de los seres vivos, estaban agobiados deseando salir a jugar afuera.

P: ?Qu¨¦ es el arresto escolar, domiciliario y tecnol¨®gico?

R: Heike Freire se refiere as¨ª a la situaci¨®n que viven muchos ni?os hoy d¨ªa, que van de casa al cole y del cole a casa, pasando as¨ª la mayor parte de su tiempo sentados en espacios cerrados, en clase o frente al ordenador. Poco tiempo les queda para ser ni?os: para trepar, correr o disfrutar de sus propios juegos, sin intervenci¨®n de los adultos. La situaci¨®n es tan escandalosa que una marca de detergente sac¨® un anuncio en que comparaba la situaci¨®n de los ni?os a la de los presos, y resultaba que estos ¨²ltimos ten¨ªan m¨¢s tiempo al d¨ªa para estar al aire libre que los peques. Hoy los ni?os no tienen tiempo de ser ni?os, les estamos robando la infancia.

P: ?C¨®mo crees que ser¨¢ la escuela ideal en un futuro?

R: No creo que haya f¨®rmulas m¨¢gicas, ni un modelo ¨²nico de escuela. Esto es algo que tiene muy claro el enfoque Reggio Emilia, que entiende la escuela como un work in progress que debe tener en cuenta tanto su contexto como si las pr¨¢cticas educativas que les han podido funcionar bien hasta el momento contin¨²an siendo v¨¢lidas. Ahora mismo vivimos un momento muy estimulante, en que conviven muchas propuestas, donde todo parece posible. Pero todo esto corre el riesgo de quedarse en agua de borrajas si no se analiza bien lo que se est¨¢ haciendo. Hace poco una profesora de m¨²sica me explicaba que cuando ella era ni?a, los estudios de m¨²sica comenzaban con el solfeo, antes incluso de que todos los alumnos supieran diferenciar si una nota era m¨¢s aguda que otra. Muchos se desmotivaban y lo dejaban, solo continuaban los que ten¨ªan una facilidad natural. A los otros, se les daba por perdidos, cuando simplemente les habr¨ªa costado un poco m¨¢s y hubieran requerido m¨¢s atenci¨®n. Como reacci¨®n, actualmente hay escuelas que se van al otro extremo, que se limitan a ense?ar a sus alumnos tres acordes con la guitarra o a dejarles tocar por libre el jemb¨¦... puede estar bien para comenzar, pero el problema es estancarse all¨ª, porque entonces al poco tiempo la m¨²sica dejar¨¢ de resultar estimulante. Pasa lo mismo con esas escuelas libres donde cuentan con todos los instrumentos, pero nadie los toca. Acaban convertidos en simples objetos que est¨¢n ah¨ª acumulando polvo... Pero basta con que un m¨²sico de verdad los toque para que los ni?os se queden embelesados. Hay una foto de una escuela Reggio Emilia que resume muy bien esto: en medio de un pasillo, una maestra se ha puesto a tocar el viol¨ªn. Ni?os muy peque?os, de dos o tres a?os, se han parado a escucharla como hipnotizados, unos desde lejos, otros se van acercando... Los ni?os ya cuentan con la curiosidad por descubrir el mundo, solo necesitan el tiempo y el espacio adecuados.