Albert Boadella, de buf¨®n a pinche
La huida de Albert Boadella del hospital penitenciario, seguida de la marcha a Francia de Ferran Ra?¨¦, ambos procesados por la jurisdicci¨®n militar por presuntas injurias a las Fuerzas Armadas, sit¨²a este asunto, circunscrito al principio dentro de los l¨ªmites de un conflicto de competencias, en un terreno minado sobre el que ser¨¢ preciso caminar con la mayor prudencia¡±.
Podr¨ªan parecer las frases primeras de una novela, o el mensaje en off del narrador que da comienzo a un episodio de una serie de aventuras. Pero, como ya se sabe que es la vida la que imita al arte, se trata en realidad de una noticia publicada en EL PA?S en 1978. El procesamiento y posterior exilio del por entonces director de la compa?¨ªa Els Joglars, Albert Boadella, por la representaci¨®n de una obra ¡ªLa Torna¡ª que trataba sobre la ejecuci¨®n a garrote vil de un delincuente compone solo uno de los muchos y trepidantes cap¨ªtulos que el artista ha ido escribiendo en la gran historia de su vida. Tambi¨¦n actor y dramaturgo, cineasta, escritor, responsable de los madrile?os Teatros del Canal entre 2009 y 2016, cofundador de una plataforma devenida en partido pol¨ªtico (Ciudadanos) y ¡ªcomo ¨¦l dice¡ª hasta pareja de la misma mujer durante 40 a?os, el barcelon¨¦s (1943) tiene almacenada alguna que otra an¨¦cdota que contar. Lo hace con toda la gracia en su mon¨®logo El serm¨®n del buf¨®n, en el que recuerda algunos momentos rocambolescos de la historia de Els Joglars, que dirigi¨® entre 1962 y 2012, como una reuni¨®n que mantuvo con Jordi Pujol en su ¨¦poca de ejecutivo de Banca Catalana para negociar el pago de una letra de la compa?¨ªa, en la que el m¨¢s tarde president le acus¨® de ¡°no hacer cultura catalana¡± porque se dedicaba al mimo.
Su mensaje, como siempre, va cargado de una dosis expansiva de cr¨ªtica al poder, la misma que le ha llevado a plantarse frente a la corriente del independentismo. ¡°Es una obra en la que est¨¢n presentes los dos: Albert y Boadella¡±, explica. ¡°El Albert es el m¨¢s juguet¨®n, el m¨¢s vinculado a mi infancia, y el Boadella es el que se ha hecho con los a?os. Ahora va ganando el Boadella porque, a medida que voy envejeciendo, hay menos ni?o¡±.
En m¨¢s de medio siglo de carrera, a ese chaval que fue le ha dado tiempo a acumular vivencias, relaciones, conocimientos y tambi¨¦n muchas satisfacciones en torno a la mesa. ¡°Aunque comer en Espa?a en mis primeras giras era un cutrer¨ªo¡±, recuerda divertido. ¡°Pero gracias a los pardillos que se han tenido que comer los ensayos de cocina que se han ido haciendo, ahora da gusto ir a los restaurantes¡±. Lo que no ha llegado a dominar es el arte de la cocina, que deja en manos de otros. ¡°Pero los c¨®cteles los hago yo¡±, presume entre risas, mientras se declara todo un entendido ¡°en mojitos y caipiri?as¡±.
Dada su inexperiencia en terrenos culinarios, sabe dejarse guiar y prepara conmigo una receta aut¨¦ntica que poco tiene que ver con lo que se suele servir: la ensalada C¨¦sar, concebida para comer con las manos. Una irreverencia para muchos que, como Boadella reconoce, comporta muchas veces ¡°un placer extraordinario¡±. ¡°Normalmente como as¨ª el arroz de mi mujer¡±, se r¨ªe, ¡°y es una cosa fant¨¢stica¡±.
Ensalada C¨¦sar
3,50 euros por persona
Ingredientes
Para 4 personas
- Una lechuga romana
- Salsa Worcestershire
- Una lima
- Aceite de arbequina
- Un huevo
- Queso parmesano
- Ocho anchoas
- Ajo
- Pimienta
- Ocho rebanadas de pan
Instrucciones
Lavar la lechuga, secarla y cortarle las dos puntas. En un bol de madera, disponer las hojas como si fueran pétalos.
Machacar cuatro anchoas en un mortero hasta hacer una pasta. Reservar.
Tostar varios trozos de pan y, una vez crujientes, frotar un diente de ajo por una cara y untar con la pasta de anchoa por la otra. Romper el pan en trozos y poner en el centro del bol.
Cocer un huevo durante tres minutos a partir de la ebullición. Pelar y poner en el bol.
Echar un chorro de aceite y el jugo de una lima.
Espolvorear con pimienta, echar un golpe de la salsa Worcestershire y rallar abundante parmesano por encima. Remover todo menos las hojas de lechuga. Añadir el resto de las anchoas enteras.
Servir en el centro de la mesa y comer con las manos, ayudándose con las hojas de lechuga.
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