Las peque?as islas se hacen mayores
Colocados en primera l¨ªnea de batalla contra el cambio clim¨¢tico, la contaminaci¨®n marina o la pesca ilegal, los Estados insulares asumen un creciente protagonismo en la escena internacional
Estaban acostumbrados a sentarse en la fila de atr¨¢s, pero bien separados unos de otros, y del resto. Eran los m¨¢s peque?os, estaban dispersos y ni siquiera sus desgracias impresionaban a los m¨¢s populares ¡ªlos pa¨ªses que pesan en las relaciones internacionales¡ª cuyas sociedades parecen necesitar cifras mareantes de muertos o desgraciados para pasar del pesta?eo. Pero un d¨ªa, esos pa¨ªses peque?os, formados por islas o islitas y desperdigados por el oc¨¦ano, se rebelaron y decidieron salir a la pizarra.
Parece que la mecha, como suele ocurrir, prendi¨® en Par¨ªs, durante la cumbre COP 21 que deriv¨® en el acuerdo contra el cambio clim¨¢tico que Donald Trump, el chulito de la clase, acaba de arrojar a la papelera. El primer ministro de Fiyi, Frank Bainimarama, levant¨® la mano y alz¨® la voz en nombre de sus iguales del Pac¨ªfico, archipi¨¦lagos todos que ven como el nivel del mar sigue subiendo y amenaza con trag¨¢rselos. "Somos los testigos inocentes de la mayor temeridad de la historia", dijo en referencia a la pasividad de los pa¨ªses m¨¢s desarrollados. La conferencia reaccion¨®, el acuerdo se aprob¨® y Fiyi (900.000 habitantes en 333 islas tropicales) fue el primer Estado en ratificarla. "Nuestra voz no se o¨ªa a pesar de que repet¨ªamos muchas veces los mensajes de alerta. En Par¨ªs aprendimos la lecci¨®n y despertamos", opina Kosi Latu, director general del SPREP, el organismo medioambiental que agrupa a las islas del Pac¨ªfico.
Qui¨¦n los ha visto y qui¨¦n los ve. Las naciones-isla se han sacudido los complejos. Ya no se conforman con ser peque?os estados insulares en desarrollo (SIDS, como se les conoce por el acr¨®nimo en ingl¨¦s), sino que presumen de ser "grandes Estados oce¨¢nicos". Micronesia, por ejemplo, son solo 702 kil¨®metros cuadrados de islas y atolones (algo m¨¢s que la ciudad de Madrid), pero rige sobre 2,6 millones de kil¨®metros cuadrados de oc¨¦ano (unas cinco veces la superficie de Espa?a). As¨ª, la acidificaci¨®n de los mares, contaminaci¨®n marina y la pesca ilegal se las traen sabidas de casa.
¡°En comunidades peque?as, somos m¨¢s conscientes que nadie de que todos cuentan y de que no se puede dejar a nadie atr¨¢s¡±
Y ahora piden responsabilidades. "Todos los pa¨ªses que se benefician de explotar nuestros atunes deber¨ªan compartir la carga de arreglar estos problemas", defend¨ªa Baron Waqa, presidente de los 10.000 habitantes que tiene la isla de Nauru (vecina de Australia), en la Conferencia de los Oc¨¦anos que se celebra esta semana en la sede de Naciones Unidas en Nueva York. La cumbre se abri¨® con la kava, ceremonia tradicional fiyiana, y los Estados insulares, ya sean del Pac¨ªfico, el ?ndico o el Caribe, son protagonistas estelares casi en cada evento y cada reuni¨®n. En la as¨¦ptica sede del club de los Estados, los trajes se mezclan con collares de flores, camisas coloridas, sandalias y faldas masculinas. Y adem¨¢s este a?o el delegado de la clase, el presidente de la Asamblea General, Peter Thomson, es el embajador de la propia Fiyi.
"Que el presidente sea fiyiano significa mucho", mantiene Dessima Williams, la representante de Granada (en el Caribe, es el segundo pa¨ªs m¨¢s peque?o del hemisferio occidental). Porque las prioridades internacionales del momento, como la sostenibilidad y la resiliencia ¡ªestar preparados para resistir desastres¡ªsiempre han sido la agenda de las naciones insulares, peque?as comunidades asomadas en demasiadas ocasiones al abismo. "Los SIDS son como un cristal de aumento. Cuando miramos a trav¨¦s de ellos vemos las vulnerabilidades que nos esperan a todos", advert¨ªa en 2014 el ex secretario general de la ONU, Ban Ki Moon.
Son sociedades acostumbradas a hacer m¨¢s con menos, a compartir esfuerzos y a cuidar de la tierra y el mar. Casi un calco de lo que el mundo quiere conseguir para 2030. "Siempre hemos tenido mucho que ofrecer. Ahora hemos dado un paso adelante y podemos influir en la agenda internacional", opina Williams, la embajadora granadina. "El progreso que vemos en pa¨ªses como Seychelles, Barbados o mi propio pa¨ªs nacen de uno de nuestros fuertes: la cohesi¨®n social y la cercan¨ªa. En comunidades peque?as, somos m¨¢s conscientes que nadie de que todos cuentan y no podemos dejar a nadie atr¨¢s", agrega.
¡°Est¨¢ por ver si ese creciente protagonismo es real o solo imagen¡±
Aunque son un grupo de lo m¨¢s heterog¨¦neo, en el que conviven algunos de los Estados menos desarrollados del planeta (como Kiribati, Vanuatu o Timor-Leste) con otros ya considerados de renta media como Jamaica o Maldivas, tienen muchos desaf¨ªos compartidos. Dificultades para el suministro de agua, dependencia casi total de las importaciones en ¨¢mbitos como el combustible o la alimentaci¨®n, problemas de salud espec¨ªficos o falta de oportunidades laborales. Tambi¨¦n hay dudas en el respeto a los derechos humanos en varios pa¨ªses. Y el transporte. En el Caribe, al menos, est¨¢n relativamente cerca de mercados importantes como Estados Unidos. En el Pac¨ªfico, lejos de todo. A todo eso, hay que a?adir, claro, lo que les coloca en el centro de esta conferencia: su exposici¨®n a la degradaci¨®n del oc¨¦ano y al cambio clim¨¢tico.
Porque tienen una posici¨®n ¨²nica como avanzadilla en la lucha contra esas dos amenazas. Como ejemplo de lo que se puede conseguir con cooperaci¨®n y apoyo mutuo. Y tambi¨¦n gozan de las enormes oportunidades que ofrece un oc¨¦ano explotado con cabeza. Biodiversidad y ecosistemas ¨²nicos, turismo, pesca... Al menos eso cuentan estos d¨ªas en Nueva York, ahora que ya se han hecho o¨ªr. Lo que est¨¢ por ver si ese creciente protagonismo es real o responde solo a cuestiones de imagen y conveniencia pol¨ªtica. Si est¨¢n para quedarse o son solo comparsas que aportan una nota de color. "Por ahora, estamos liderando", se felicita la embajadora Williams. "Nos hemos hecho mayores de edad".
Art¨ªculo publicado en colaboraci¨®n con la UN Foundation.
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