Estos son los 3 alimentos que peor le sientan a su segundo cerebro

Las preferencias gastron¨®micas de nuestra microbiota (estos cien billones de bacterias que pueblan el intestino humano, y que pesan algo m¨¢s de dos kilos seg¨²n el catedr¨¢tico de Microbiolog¨ªa Ignacio L¨®pez Go?i) ha cautivado el inter¨¦s de los cient¨ªficos, y durante los ¨²ltimos a?os se han multiplicado las publicaciones al respecto.

La alimentaci¨®n que damos a esa comunidad bacteriana afecta de forma directa a nuestra salud. Las grasas saturadas, por ejemplo, favorecen el aumento de poblaciones microbianas (firmicutes) asociadas a la obesidad. En cambio, los alimentos ricos en fibra insoluble (como las verduras, el pan integral y las semillas) facilitan el crecimiento de bacterias beneficiosas (bacteroidetes) que reducen el sobrepeso, seg¨²n una investigaci¨®n publicada en Gut and Liver.

Y no solo la silueta est¨¢ influenciada por estos habitantes de nuestras tripas. La diabetes tipo 2, las enfermedades inflamatorias intestinales y algunos tipos de c¨¢ncer y trastornos inmunol¨®gicos tambi¨¦n mantienen una estrecha relaci¨®n con la microbiota. ?ltimamente han aumentado las evidencias sobre su relaci¨®n con el eccema y la dermatitis at¨®pica, seg¨²n recoge el portal m¨¦dico Intramed. E incluso se ha vinculado con la longevidad.

Por qu¨¦ es importante cuidar la microbiota

Otro factor muy relevante es la conexi¨®n intestino-cerebro. Seg¨²n apunta una investigaci¨®n de la Universidad de Zaragoza, estos microorganismos modulan los niveles de serotonina, un neurotransmisor relacionado con los estados de ¨¢nimo. Por eso se habla de la microbiota como el segundo cerebro. Todo este c¨²mulo de informaci¨®n lleva al nutricionista Miguel Aganzo Yeves, de los hospitales madrile?os Fundaci¨®n Jim¨¦nez D¨ªaz y Rey Juan Carlos, a afirmar que ¡°la flora intestinal es un componente m¨¢s a tener en cuenta en el tratamiento de las enfermedades¡±.

?Podemos modificarla? ¡°Es posible que se pueda modular a trav¨¦s de la comida, y que contribuya en los tratamientos, pero lo m¨¢s relevante es tener la capacidad para crear un entorno favorable, que promueva la colonizaci¨®n de una microbiota saludable¡±, a?ade el nutricionista, y recomienda "seguir unas pautas diet¨¦ticas sanas¡±. Por todo ello, si quiere mejorar la composici¨®n de su flora, deber¨ªa evitar (o limitar) estos alimentos:

1. Boller¨ªa industrial

Hay que huir de las dietas ricas en grasas saturadas. ¡°Las comidas precocinadas y la mayor¨ªa de alimentos envasados suelen llevarlas. Y los aceites de palma y coco, si se consumen en exceso, tambi¨¦n pueden alterar la microbiota¡±, apunta el nutricionista. Aganzo insiste en que el problema "son los estilos de vida basados en comidas con exceso de grasa. Por comer ocasionalmente algo que no sea muy saludable no se va a alterar nada¡±. Y viceversa: ¡°Consumir yogures mejora la diversidad de la flora intestinal, pero hay que tomarlos regularmente. Por hacerlo un d¨ªa no se consigue nada¡±, recalca.

2. Helados

Esta recomendaci¨®n, con el sol dando de plano, no es la que nos gustar¨ªa o¨ªr. Pero que no cunda el p¨¢nico: hace referencia a los helados industriales. Y se extiende tambi¨¦n a las mayonesas. Concretamente, a los emulsionantes que contienen estos productos, que "son los aditivos que se emplean en la fabricaci¨®n industrial, para dar una textura cremosa a un alimento que contiene grasa¡±, explica el especialista. Y a?ade: ¡°Se desconoc¨ªa si pod¨ªan afectar negativamente a la salud humana, hasta que se ha descubierto c¨®mo alteran la microbiota¡±. En este sentido, una investigaci¨®n liderada por la Universidad Estatal de Georgia (EE UU) se?ala estos emulsionantes como responsables de cambios en la flora, que pueden favorecen la aparici¨®n de c¨¢ncer colorrectal.

3. Edulcorantes artificiales

Tomar dosis continuas de aspartamo (el edulcorante que m¨¢s se utiliza en la industria alimentaria), aunque sea en poca cantidad, modifica la composici¨®n de la flora y podr¨ªa alterar la resistencia a la insulina (favoreciendo la aparici¨®n de diabetes), apunta una investigaci¨®n coordinada por la Universidad de Calgary (Canad¨¢). La sucralosa, por su parte, reduce esa microflora (el descenso se mantiene durante semanas) y aumenta el pH fecal, lo que dificulta la absorci¨®n de algunos medicamentos tomados por v¨ªa oral.

Adem¨¢s de estos tres alimentos, las carnes de animales que han recibido antibi¨®ticos tambi¨¦n pueden disminuir la variedad de especies que contiene la flora y, en definitiva, aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades relacionadas con el intestino.

Sin duda, el estudio de esa numerosa comunidad bacteriana ser¨¢ en el futuro una pieza fundamental de la medicina personalizada. Muchas veces, una muestra de heces, en lugar de una de sangre, ser¨¢ suficiente para que el m¨¦dico prescriba cambios en nuestra dieta con el objetivo de atajar problemas metab¨®licos. As¨ª lo afirma un estudio realizado por la Universidad Estatal de Luisiana (EE UU) en el que queda claro que la variedad de alimentos (sanos) es la piedra angular para mantener su segundo cerebro saludable.