El primer mes de vida, el m¨¢s peligroso para los ni?os africanos
Los beb¨¦s de la regi¨®n nacen para encontrarse en la etapa m¨¢s mort¨ªfera de su existencia: solo en 2015, murieron un mill¨®n de neonatos en ?frica subsahariana
En nuestra l¨®gica occidental, afirmar que los nacidos en 2017 y los ni?os actuales ser¨¢n los futuros adolescentes o adultos en 2030 cuando culmine la agenda de desarrollo actual parece una obviedad. En cambio, en muchos otros contextos es una afirmaci¨®n arriesgada, ya que dicha l¨®gica se ve truncada a diario por la precaria situaci¨®n de salud de los ni?os, especialmente de los reci¨¦n nacidos, donde se concentra todav¨ªa una alta carga de mortalidad y enfermedad por causas evitables. En el mundo siguen muriendo 16.000 ni?os cada d¨ªa antes de cumplir los cinco a?os.
¡°Las altas tasas de mortalidad prevenible y de mal estado de salud y bienestar de los reci¨¦n nacidos y los menores de cinco a?os son indicadores de la cobertura desigual de las intervenciones para salvar vidas y, de una manera m¨¢s general, de un desarrollo social y econ¨®mico insuficiente¡±. As¨ª empieza la secci¨®n sobre los retos en la salud del ni?o de la Estrategia Mundial para la Salud de la Mujer, el Ni?o y el Adolescente ¨C la hoja de ruta para la salud materno-infantil y de los adolescentes para el per¨ªodo 2016-2030. Pese a que la salud neonatal e infantil es un ¨¢mbito clave para el desarrollo mundial, y a pesar de los avances significativos de la ¨²ltima d¨¦cada, en las regiones en desarrollo estamos a¨²n lejos de asegurar unas buenas condiciones de salud y bienestar para muchos ni?os que no han tenido la suerte de pertenecer a los grupos de poblaci¨®n m¨¢s acomodados.
El per¨ªodo neonatal, es decir, los primeros 28 d¨ªas de vida, es la etapa de mayor riesgo para la vida de un ni?o, especialmente las primeras horas y d¨ªas. De los casi seis millones de muertes infantiles en 2015, un mill¨®n ocurrieron durante el primer d¨ªa de vida y cerca de dos millones durante la primera semana. Entre 2000 y 2015, las muertes neonatales a nivel global descendieron de 31 a 19 por cada 1.000 nacidos vivos. Pese a este progreso, la mortalidad neonatal no ha decrecido al mismo ritmo que las muertes entre mayores de un mes y menores de cinco a?os, y ahora las muertes en neonatos suponen un porcentaje superior de las muertes infantiles, alcanzando el 45%.
?frica subsahariana (junto con el Sudeste Asi¨¢tico) es una de las regiones con cifras m¨¢s alejadas del objetivo global con una media regional de 28,6 muertes de reci¨¦n nacidos por 1.000 nacidos vivos, que en 2015 se tradujo en m¨¢s de un mill¨®n de neonatos muertos en la regi¨®n. Pa¨ªses como Sierra Leona o Nigeria incluso superan las 34 muertes por 1.000 nacidos vivos. No es descabellado decir entonces que los ni?os africanos nacen para encontrarse en la etapa m¨¢s mort¨ªfera de su vida; su primer mes en el mundo ser¨¢ el m¨¢s peligroso que les toque vivir.
Para poner fin a tan desesperanzadoras cifras, los Objetivos de Desarrollo Sostenible establecen para 2030 la meta de acabar con las muertes neonatales evitables; alcanzar la cifra de 12 muertes por 1.000 nacidos vivos en todos los pa¨ªses, y la meta de reducir la mortalidad infantil (menores de cinco a?os) hasta valores por debajo de las 25 muertes por cada 1.000 nacidos vivos. Aunque pueda parecer una tarea f¨¢cil pasar de 19 a 12 muertes neonatales por 1.000 nacidos vivos, lo cierto es que este promedio global se encuentra (muy) lejos de los valores nacionales de la mayor¨ªa de pa¨ªses en desarrollo, lo cual dificulta su consecuci¨®n. El logro de estos objetivos pasa por fortalecer los sistemas de salud para as¨ª proporcionar la atenci¨®n necesaria antes, durante y despu¨¦s del parto, que permita una mejora significativa de la calidad de la salud de los reci¨¦n nacidos y el aumento de las tasas de supervivencia.
En el mundo mueren 16.000 ni?os al d¨ªa antes de cumplir los cinco a?os
Por otro lado, existe una estrecha vinculaci¨®n entre la salud del feto y el reci¨¦n nacido, y la salud de la madre. As¨ª, el momento del parto da lugar a un pico de muertes tanto en madres como en reci¨¦n nacidos cuando no se puede asegurar una buena atenci¨®n especializada. El acceso a servicios m¨¦dicos de calidad antes, durante y despu¨¦s del parto, a tiempo, es clave para la supervivencia de ambos. Por otra parte, el impacto de las muertes maternas en las condiciones de vida de los hijos est¨¢ bien documentado. Aquellos que pierden la madre tienen una mayor probabilidad de morir durante su primer a?o de vida, de tener peor salud y bienestar, son m¨¢s propensos a padecer da?os en su desarrollo cognitivo y emocional, con menor probabilidad asisten a la escuela, e incluso son m¨¢s pobres que los no hu¨¦rfanos en muchos casos.
Sin embargo, el acceso a los servicios de salud materna y reproductiva no es igual para todas aquellas mujeres y adolescentes que los necesitan especialmente en ?frica subsahariana, donde se pone de relieve la situaci¨®n de vulnerabilidad de determinados colectivos. Las mujeres m¨¢s pobres, las que viven en ¨¢reas rurales remotas y las que tienen un bajo nivel de escolarizaci¨®n son menos propensas a acceder a estos servicios claves que les aseguran a ellas y a sus reci¨¦n nacidos mayores posibilidades de supervivencia y bienestar.
Con motivo del D¨ªa del Ni?o Africano, la Iniciativa de Salud Materna, Infantil y Reproductiva de ISGlobal ha publicado un monogr¨¢fico divulgativo sobre la desigualdad de acceso a determinados servicios de atenci¨®n materna y reproductiva, estrechamente vinculados tambi¨¦n a la salud del reci¨¦n nacido en 29 pa¨ªses de ?frica Subsahariana, lo cual permite entender la magnitud de la desigualdad en cada caso y sus principales determinantes.
Desde la comunidad acad¨¦mica y la investigaci¨®n podemos contribuir aportando nuevos datos y conocimiento sobre niveles y causas de las desigualdades que permitan definir estrategias o monitorear las tendencias. Esto es una condici¨®n necesaria pero no suficiente para avanzar. Implementar la Agenda 2030 ¨C que reconoce la necesidad de un abordaje equitativo en el acceso a la atenci¨®n b¨¢sica a los grupos ahora excluidos ¨C precisa adem¨¢s de voluntad pol¨ªtica y movilizaci¨®n de recursos adicionales para no solo sostener sino acelerar los avances. Estos factores pueden contribuir a alcanzar las metas de desarrollo en ?frica subsahariana, pero lo que es m¨¢s importante, pueden a ayudar a salvar millones de vidas.
Clara Pons Duran es investigadora del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), centro impulsado por la Obra Social ¡±la Caixa".
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