La resistencia de los ¡®refugiados digitales¡¯ en Camer¨²n
Emprendedores y activistas han buscado una soluci¨®n de urgencia al bloqueo de Internet
Tres meses de apag¨®n de Internet en las dos regiones angl¨®fonas de Camer¨²n pusieron de manifiesto un fen¨®meno novedoso, la existencia de refugiados digitales. En este caso, adem¨¢s, los afectados se organizaron y se resistieron al silencio al que les condenaba el bloqueo de la red instaurado por las autoridades. Ocurri¨® en el primer trimestre de este a?o. El 17 de enero, de pronto, Internet dej¨® de funcionar en las regiones de North-West y South-West, las dos regiones angl¨®fonas en un pa¨ªs formalmente biling¨¹e, pero mayoritariamente franc¨®fono. Ocurr¨ªa, precisamente, en medio de una oleada de protestas ante la sensaci¨®n de discriminaci¨®n de algunos colectivos. El apag¨®n de la red de redes pretend¨ªa acallar el eco de la reivindicaci¨®n.
La censura de Internet, sin embargo, no afectaba solo a los activistas. Buea, la capital de South-West alberga un palpitante ecosistema tecnol¨®gico conocido como Silicon Mountain, en una evidente referencia al Silicon Valley de las grandes empresas y los gur¨²s del mundo digital y al cercano monte Camer¨²n, el m¨¢s alto de ?frica Occidental. El Silicon Mountain se ha convertido en un referente del modelo de innovaci¨®n tecnol¨®gica por la confluencia de centros universitarios y espacios innovadores. Adem¨¢s de un ejercicio de recorte del derecho de libertad de expresi¨®n, el apag¨®n digital era una r¨¦mora para el desarrollo econ¨®mico en un sector tan particular como el tecnol¨®gico. La organizaci¨®n Internet Sans Fronti¨¨res advirti¨® que los quince primeros d¨ªas de bloqueo de internet hab¨ªan costado al pa¨ªs 723.000 d¨®lares. En los tres meses que dur¨® la medida, la cifra de las perdidas habr¨ªa ascendido a 4,5 millones de d¨®lares.
Y todos esos emprendedores, de repente se quedaban a oscuras. El empuje de los innovadores fue fundamental para crear el que se ha entendido como el primer campo de refugiados digitales. No es descabellada la interpretaci¨®n, teniendo en cuenta que en junio de 2016, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU elev¨® el acceso libre a Internet a la categor¨ªa de Derecho Humano. Los ciudadanos de North-West y South-West estaban viendo coartados sus derechos fundamentales.
Los refugiados digitales buscaron abrigo en New Bonako, la primera zona poblada tocando la frontera de la regi¨®n de South-West y muy cerca de la carretera que conduce a Douala, la ciudad m¨¢s poblada del pa¨ªs. Valery Colong es un joven emprendedor, director de ActivSpaces Buea, una sede descentralizada del principal tech hub camerun¨¦s y uno de los principales impulsores de esa iniciativa. Colong explica que cuando se produjo el apag¨®n, la mayor parte de la comunidad de Silicon Mountain se traslad¨® en masa desde Buea hasta Douala (a algo m¨¢s de 70 kil¨®metros), en busca de unas condiciones simples: tener acceso a internet para poder continuar con sus proyectos.
¡°ActivSpaces (el tech hub con sedes en las dos ciudades) nos sirvi¨® de refugio. Aunque enseguida nos dimos cuenta de que esta soluci¨®n no era sostenible, por el tr¨¢fico y las condiciones de vida en Douala, y empezamos a investigar otras alternativas¡±, cuenta Colong. Los emprendedores pensaron en restituir internet en las regiones angl¨®fonas a trav¨¦s de conexiones v¨ªa sat¨¦lite, pero no encontraban la manera de tener un ancho de banda suficiente. Al final optaron por pasar al otro lado de la frontera que marcaba el l¨ªmite de la censura, cruzar a la lim¨ªtrofe regi¨®n Litoral, pero mantenerse lo m¨¢s cerca posible de South-West. ¡°Entre varias opciones, New Bonako era la mejor. Est¨¢bamos preocupados por la seguridad y necesit¨¢bamos electricidad y un lugar adecuado para trabajar. Hicimos algunas pruebas y otros compa?eros apoyaron la idea de crear algo as¨ª como un espacio de coworking en New Bonako. As¨ª es como pudimos seguir haciendo nuestro trabajo¡±, explica satisfecho Colong.
Adem¨¢s de un recorte del derecho de libertad de expresi¨®n, el apag¨®n digital era una r¨¦mora para el desarrollo econ¨®mico en un sector tan particular como el tecnol¨®gico
Mambe Churchill Nanje fue uno de esos compa?eros que se embarcaron inmediatamente en la creaci¨®n de un espacio para combatir el bloqueo de internet por parte de las autoridades. Nanje es uno de los emprendedores mejor considerados en el ecosistemade la Silicon Mountain, como impulsor de Njorku, una exitosa empresa de b¨²squeda de empleo por Internet. Para este innovador, el campo de refugiados digitales de New Bonako tuvo una descripci¨®n especialmente simple: ¡°Fue un peque?o espacio con sillas y mesas, donde los j¨®venes emprendedores digitales de Buea pod¨ªan venir para tener acceso a Internet. Para nosotros fue una soluci¨®n para poder seguir trabajando durante ese periodo en el que no hubo Internet en Buea¡±.
As¨ª es c¨®mo un improvisado coworking en un entorno absolutamente rural fue colonizado por algunos de los emprendedores m¨¢s innovadores de Camer¨²n, pero tambi¨¦n por todo tipo de trabajadores y apasionados de las TIC de uno de los ecosistemas digitales m¨¢s din¨¢micos de ?frica Occidental.
El responsable de Njorku hace hincapi¨¦ en el efecto que el corte de Internet tuvo para las sociedades afectadas. ¡°El bloqueo afect¨® negativamente a la econom¨ªa de las dos regiones, porque los negocios online estaban dejando de funcionar como hac¨ªan antes. Los ciudadanos pod¨ªan hablar con sus hermanos, hermanas, familiares o allegados repartidos por diferentes lugares del mundo. La gente estaba completamente desconectada y muchos, como nosotros, se ve¨ªan obligados a ir a otras ciudades temporalmente. Al final, eso afectaba incluso a los restaurantes o a las tiendas¡±, se?ala Mambe Churchill Nanje. Colong por su parte detalla el impacto en la econom¨ªa digital mencionando a los bancos, las empresas de telecomunicaciones y las m¨²ltiples y diversas start-ups.
Ninguno de los dos emprendedores dan cr¨¦dito a los argumentos dados por las autoridades para justificar el apag¨®n digital. Mientras que Nanje solo se da por enterado de los motivos esgrimidos por el gobierno, Colong considera que la medida no era la manera de conseguir el pretendido objetivo. ¡°Las autoridades dijeron que el bloqueo de Internet se deb¨ªa a que hab¨ªa ciudadanos que utilizaban las redes sociales para desestabilizar el pa¨ªs¡±, comenta Nanje con desconfianza. Mientras que Colong a?ade que ¡°mantener la paz y la seguridad son de suma importancia pero apagar internet para conseguirlo ha sido b¨¢rbaro y miope, hab¨ªa otras maneras de conseguirlo¡±, precisa.
After 94 days of internet blackout, internet to be restored today in English-Speaking according to official sources#BringBackOurInternet pic.twitter.com/OHvfM5g7sL
— Rebecca Enonchong (@africatechie) April 20, 2017
Tears of joy today #BringBackOurInternet now history. Millions and millions of tweets to show solidarity for those disconnected for 94 days
— Rebecca Enonchong (@africatechie) April 20, 2017
Heureuse de l'annonce du retour d'Internet apr¨¨s 3 mois de coupure dans le NO&le SO.Mais vigilance de mise. #Cameroun #BringBackOurInternet
— Julie Owono (@JulieOwono) April 20, 2017
Para esta comunidad de tecn¨®logos da la sensaci¨®n de que la situaci¨®n de silencio digital fue interpretada casi como una provocaci¨®n y aliment¨® su vocaci¨®n innovadora. ¡°Es cierto que las condiciones de trabajo no eran las mejores¡±, comenta Colong, ¡°pero fuimos mejor¨¢ndolas poco a poco y habr¨ªamos continuado haci¨¦ndolo de haberlo necesitado, porque en eso es en lo que las mentes orientadas a buscar soluciones tecnol¨®gicas piensan¡±.
Adem¨¢s de las consecuencias econ¨®micas, sobre las que alertaron los impulsores del espacio de New Bonako, las organizaciones que protagonizaron la campa?a #KeepItOn recordaron que las autoridades habitualmente bloquean Internet para impedir que haya testigos de atropellos de los Derechos Humanos. Los colectivos que defienden los derechos digitales, y que se han preocupado por monitorizar y vigilar los apagones en el continente durante los ¨²ltimos meses, advierten de que estas maniobras han estado orientadas a silenciar diferentes procesos de contestaci¨®n y de protesta y, habitualmente, a dar carta blanca a la represi¨®n. Ese fue uno de los motivos por los que inmediatamente despu¨¦s del apag¨®n se puso en marcha la campa?a #BringBackOurInternet, a la que se sumaron activistas cameruneses tanto de las regiones angl¨®fonas como de las franc¨®fonas, pero tambi¨¦n de otros pa¨ªses del continente y del resto del mundo. El 20 de abril, diferentes impulsores y seguidores de la campa?a se felicitaban por la restituci¨®n de Internet en las dos regiones afectadas.
Restored internet access in #Cameroon ¡°will go a long way to help reduce tension¡± says UN envoy. https://t.co/BDJrqlRMOG pic.twitter.com/b6SYwO4SnX
— UN News (@UN_News_Centre) April 21, 2017
#BringBackOurInternet
— Internet Without Borders (@Internet_SF) April 27, 2017
Internet has been restored in #Cameroun but gov monitors the activities of Internet users.https://t.co/jd34ASoGOA
¡°Los refugiados digitales¡±, afirma Mambe Churchill Nanje, ¡°son la gente como yo o mis empleados que han viajado todos los d¨ªas hasta Douala para tener acceso a Internet. Los viajes cuestan dinero, son una inversi¨®n de tiempo y suponen un riesgo por los recorridos por la autopista¡±. ¡°Para algunos de nosotros¡±, precisa Valery Colong, ¡°Internet se ha convertido en un componente esencial de nuestra vida cotidiana. Sin la red no podemos alimentar a nuestras familias, ni expresarnos libremente, ni construir las soluciones que so?amos que alg¨²n d¨ªa podr¨ªan cambiar el mundo. Para nosotros que nos corten Internet es casi equivalente al suministro de agua, por ejemplo, y evidentemente nos vemos obligados a escapar de esas condiciones y buscar unas mejores. En eso es en lo que parecemos a los refugiados convencionales que escapan de las guerras o de otras condiciones de vida inhumanas¡±.
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