El techo de cristal en la ciencia se mueve, pero no se rompe
La proporci¨®n de mujeres en la categor¨ªa m¨¢s alta del CSIC supera la media europea
El ¨ªndice del techo de cristal para las investigadoras del mayor organismo cient¨ªfico espa?ol, el CSIC, es inferior al contabilizado para la media europea ¡ª1,44 frente al 1,8¡ª seg¨²n el informe Mujeres Investigadoras 2017, reci¨¦n presentado por la instituci¨®n. Ese es un ¨ªndice relativo, utilizado en los informes europeos She Figures para el ¨¢mbito acad¨¦mico. Un ¨ªndice 1 indicar¨ªa que no existe desigualdad, un ¨ªndice mayor que 1 indica la existencia de un techo de cristal para las cient¨ªficas.
Tambi¨¦n la proporci¨®n de mujeres profesoras de investigaci¨®n, la categor¨ªa m¨¢s alta, un 24,84%, supera a la media europea, que en 2013 era del 21%. Esos datos positivos no eclipsan, sin embargo, el hecho de que la participaci¨®n de las mujeres no ha cambiado de manera significativa en los ¨²ltimos cinco a?os: son mayor¨ªa entre los investigadores predoctorales, pero desaparecen en los principales puestos de la carrera cient¨ªfica.?Ellas representan el 40,66% de los cient¨ªficos titulares y el 36,09% de los investigadores cient¨ªficos.?"La gr¨¢fica tijera est¨¢ a¨²n lejos de cerrarse", afirma Pilar L¨®pez Sancho, presidente de la?Comisi¨®n Mujeres y Ciencia del CSIC, que elabora el informe.?
El porcentaje de mujeres investigadoras en Espa?a es del 39%, un dato que aunque supera en seis puntos a la media de la Uni¨®n Europea (del 33%), solo ha variado unas pocas d¨¦cimas en la ¨²ltima d¨¦cada, seg¨²n los datos de 2015 de la Unidad de Mujeres y Ciencia (UMYC) del Ministerio de Econom¨ªa, Industria y Competitividad. "Superamos esa media porque se trata de cargos predoctorales, que tienen salarios menos competitivos", comenta Mar¨ªa Blasco, directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncol¨®gicas, quien ha participado este jueves en un encuentro sobre mujer y ciencia organizado por la Fundaci¨®n Santander en Madrid.
Tambi¨¦n han participado del debate Ana Puy, directora de la UMYC, Mar¨ªa Jim¨¦nez, presidenta de la Sociedad de Cient¨ªficos Espa?oles del Reino Unido e investigadora principal en el King's College de Londres, y Eva Hevia, catedr¨¢tica de Qu¨ªmica Inorg¨¢nica en la Universidad de Strathclyde, en Escocia. Todas coinciden que el desequilibrio en la participaci¨®n de las mujeres en la investigaci¨®n cient¨ªfica es fruto de los estereotipos sociales que las mujeres absorben desde la infancia. A partir de los seis o siete a?os, las ni?as empiezan a sentirse menos inteligentes o menos capaces de realizar tareas consideradas complicadas, seg¨²n un estudio publicado en la revista Science.
Esa percepci¨®n sobre el g¨¦nero y la inteligencia se arrastra hasta la vida adulta, incluso el caso de investigadoras experimentadas. "En el Reino Unido, el 29% de las propias investigadoras cree que las mujeres no son buenas l¨ªderes de investigaci¨®n", cuenta Mar¨ªa Jim¨¦nez. Mar¨ªa Blasco sostiene que parte del problema es la falta de mentores y apoyos.?"Los cargos de responsabilidad est¨¢n ocupados por hombres que cooperan entre ellos. Hacen falta estrategias y pol¨ªticas de igualdad que no deber¨ªan ser voluntarias, sino que deber¨ªan estar regladas", defiende.?
En ese sentido, Ana Puy ha recordado que la igualdad de g¨¦nero en la ciencia es una de las cinco prioridades clave de la Comisi¨®n Europea desde 2012, y que el ¨®rgano trabaja en una "hoja de ruta" para alcanzarla, con medidas para promover la paridad en los equipos de direcci¨®n de los centros y universidades, as¨ª como en los comit¨¦s cient¨ªficos. "No es solo un tema de justicia, sino de calidad. Los mejores centros de investigaci¨®n del mundo, no por casualidad, son los que tienen buenas pr¨¢cticas de igualdad de g¨¦nero", se?ala. En Espa?a, solo 20% de los puestos directivos relacionados con la investigaci¨®n est¨¢n ocupados por ellas, reflejan los datos del Ministerio de Econom¨ªa, y ninguna mujer dirige un Organismo P¨²blico de Investigaci¨®n (OPI) en el pa¨ªs.
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