El foco en la transparencia de la financiaci¨®n p¨²blico-privada
Un informe revela que las ayudas combinadas al exterior favorecen a empresas del pa¨ªs donante, carecen de supervisi¨®n y no garantizan condiciones laborales dignas
Los llamados instrumentos de financiaci¨®n combinada p¨²blico-privada son en gran medida "no transparentes, favorecen por lo general a empresas del pa¨ªs donante, carecen de supervisi¨®n y a menudo no garantizan condiciones laborales decentes". As¨ª lo revela el estudio La eficacia de apoyar al sector privado con fondos de la Ayuda Oficial al Desarrollo de la Confederaci¨®n Internacional de Sindicatos. El trabajo, realizado para analizar la ayuda internacional que se gestiona para cumplir los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS), fue presentado durante la celebraci¨®n en Bruselas de las Jornadas Europeas del Desarrollo, que han versado sobre la inversi¨®n en desarrollo.
Al menos media docena de actos de este congreso de dos d¨ªas, celebrado en junio y considerado el Davos del desarrollo, tiene como tema los denominados instrumentos de financiaci¨®n combinada. Una f¨®rmula que considera a los pa¨ªses donantes, y a organismos como la Uni¨®n Europea, garantes del sector privado para promover inversiones en el mundo en desarrollo, principalmente en ?frica, el Caribe y el Pac¨ªfico. Pero este an¨¢lisis de 62 p¨¢ginas publicado por la Red Sindical de Cooperaci¨®n para el Desarrollo (ITUC-TUDCN, por sus siglas en ingl¨¦s) encuentra toda una serie de problemas en dichos instrumentos financieros, que han sido ampliamente adoptados por la comunidad del desarrollo como forma de aumentar de manera f¨¢cil y barata las inversiones iniciales.
"El sector p¨²blico no puede cubrir por s¨ª solo la masiva necesidad de inversi¨®n en proyectos de inter¨¦s p¨²blico en los pa¨ªses en desarrollo. Por eso es fundamental la participaci¨®n del sector privado para alcanzar los ODS", declaraba el comisario europeo para la Cooperaci¨®n Internacional y el Desarrollo Neven Mimica a EURACTIV.com en una entrevista. El informe advierte directamente: ¡°Las Instituciones Financieras para el Desarrollo (DFI, por sus siglas en ingl¨¦s) incluidas en la muestra estaban poco preparadas para gestionar los flujos de ayuda de conformidad con las mejores pr¨¢cticas actuales¡±.
El informe analiza proyectos de B¨¦lgica, Reino Unido, Espa?a, Alemania, Holanda, Noruega, Estados Unidos, Francia y Suecia, y concluye que en todos los casos los instrumentos de financiaci¨®n combinada tienden a evitar la participaci¨®n de los Gobiernos y los aliados sociales de los pa¨ªses perceptores. Tambi¨¦n concluye que en seis de las nueve muestras se observa un ¡°mal cumplimiento¡± en el seguimiento de los resultados de la ayuda, y que lo mismo ocurre en lo referente a la ¡°transparencia¡±.
"Es fundamental la participaci¨®n del sector privado para alcanzar los ODS", declara el comisario de Desarrollo de la Comisi¨®n Europea
Los autores, Javier Pereira y Paola Simonetti, afirman que las DFI no tienen sistemas "adecuados" para garantizar que los Gobiernos y los afectados de los pa¨ªses en desarrollo conserven la propiedad de los proyectos. ¡°Nuestra evaluaci¨®n muestra un sesgo general hacia los intereses econ¨®micos y los negocios de los donantes, lo cual se debe al mandato expl¨ªcito de apoyar a las empresas nacionales, a un marco pol¨ªtico rector sesgado por la tendencia a operar en pa¨ªses menos arriesgados, y en algunos casos, la copropiedad de la DFI por parte de actores del sector privado¡±, destacan los autores, que matizan que estas instituciones no est¨¢n obligadas a consultar con los Gobiernos o los actores de los pa¨ªses en desarrollo para ajustar los proyectos a las estrategias y las prioridades nacionales.
Quejas previas de Oxfam
Esa cr¨ªtica confirma las quejas planteadas el a?o pasado por la ONG Oxfam, que encontraba en los mecanismos de financiaci¨®n combinada sesgos similares hacia los pa¨ªses donantes. En un amplio informe que analiza el futuro de los ODS, Oxfam abord¨® el uso creciente de la combinaci¨®n de inversi¨®n del sector privado y ayuda exterior. Si bien no se opone a ella por principio, la ONG adviert¨ªa de que esta se gu¨ªa por los incentivos del mercado y, en consecuencia, no debe esperarse que sustituya a la ayuda.
Cerca de 98.000 millones de d¨®lares de ayuda exterior en todo el mundo se destinaron en 2013 a respaldar la inversi¨®n del sector privado en pa¨ªses en desarrollo, seg¨²n la OCDE. ¡°Queda por ver qu¨¦ papel desempe?ar¨¢n las instituciones p¨²blicas, en especial a escala local, en la supervisi¨®n de la soluci¨®n y la responsabilidad por la misma¡±, dicen fuentes de Oxfam, que considera que la eficacia de esta financiaci¨®n no est¨¢ demostrada y su impacto es de dif¨ªcil medici¨®n.
¡°Un riesgo muy importante es que una proporci¨®n mayor de la Ayuda Exterior al Desarrollo (ODA) se desv¨ªa a apoyar empresas en los pa¨ªses donantes, con dudosos resultados para el desarrollo, a expensas de una ayuda que los aliados en los pa¨ªses en desarrollo emplear¨ªan mejor¡±, detallan desde Oxfam en unas cr¨ªticas que ponen en entredicho el impulso central de la pol¨ªtica de ayuda exterior de la Uni¨®n Europea, el mayor donante del mundo.
Plan de inversi¨®n externa
En el discurso sobre el Estado de la Uni¨®n pronunciado el a?o pasado por el presidente de la Comisi¨®n Europea, Jean-Claude Juncker, anunciaba una iniciativa de financiaci¨®n combinada denominada Plan de Inversi¨®n Externa (EIP, por sus siglas en ingl¨¦s) de la UE, centrado en ?frica. Con ¨¦l se pretende ayudar al sector privado en aquel continente y en los pa¨ªses vecinos de Europa. La instituci¨®n espera que los 3.500 millones de euros aportados inicialmente por Bruselas sirvan para movilizar unos 44.000 millones de inversi¨®n del sector privado. La l¨®gica del plan es, en parte, revertir el descenso de la inversi¨®n extranjera directa de algunos miembros de la UE en pa¨ªses en desarrollo desde la crisis financiera de 2008.
Otra de las justificaciones para ayudar a promover la inversi¨®n del sector privado era que el coste de establecer una empresa en los pa¨ªses africanos m¨¢s fr¨¢giles es tres veces mayor que en los que no lo son. La Comisi¨®n Europea espera que si los 28 pa¨ªses de la Uni¨®n y el sector privado igualan esos 3.350 millones de d¨®lares (un total de 6.700 millones), los fondos totales disponibles alcanzar¨¢n los 88.000 millones de euros.
El tel¨®n de fondo para el llamamiento al sector privado a invertir en ?frica, y en los pa¨ªses de ?frica, el Caribe y el Pac¨ªfico en general, son los 17 ODS promovidos por Naciones Unidas, adoptados en 2015 para sustituir a los m¨¢s conocidos Objetivos de Desarrollo del Milenio, y que deber¨ªan cumplirse de aqu¨ª a 2030. Cuando present¨® los ODS, el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, pidi¨® espec¨ªficamente al sector privado que asumiese su responsabilidad y afirm¨®: ¡°Ahora es el momento de movilizar como nunca a la comunidad empresarial mundial¡±.
¡°El caso est¨¢ claro. Si se cumplen los ODS mejorar¨¢ el entorno empresarial para hacer negocios y construir mercados. Billones de d¨®lares en fondos p¨²blicos y privados deben redirigirse a los ODS y de esa manera crear enormes oportunidades para que las empresas responsables aporten soluciones¡±, a?adi¨®.
"La financiaci¨®n combinada parece ser la nueva palabra de moda en las Jornadas Europeas del Desarrollo de este a?o", declara Xavier Michon, ejecutivo adjunto del Fondo de Desarrollo del Capital de Naciones Unidas (UNCDF), que habl¨® con EURACTIV.com en el evento del a?o pasado, y admiti¨® que se corr¨ªa el riesgo de que el dinero p¨²blico subvencionase a las empresas privadas. ¡°Cuando el UNCDF selecciona un programa, este debe estar dentro de los planes de desarrollo locales. Debe tener una vocaci¨®n. No se trata de proyectos comerciales con un alto beneficio inmediato, son proyectos de cinco a 10 a?os, con rentabilidades m¨¢s bajas, y debe tener un elemento transformador¡±.
Este texto fue publicado originalmente en ingl¨¦s en la p¨¢gina web de Euractiv.
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