La comedia rom¨¢ntica de Joe Scarborough y Mika Brzezinski, los periodistas que enfadan a Trump
?l es republicano, ella dem¨®crata; copresentan el matinal desde 2007, se chinchan por sistema y su romance siempre fue una leyenda urbana. Pero en mayo estall¨® la bomba: se van a casar.
La historia de los presentadores de televisi¨®n con los que Donald Trump anda a la gre?a es material de comedia rom¨¢ntica. ?l es Joe Scarborough, un conocido republicano, excongresista y estrella televisiva; ella, Mika Brzezinski, una dem¨®crata declarada, hija de quien fuera consejero de Seguridad Nacional del Gobierno de Jimmy Carter, Zbigniew Brzezinski, de origen polaco. El programa que los ha unido, Morning Joe, un famoso matinal diario de contenido pol¨ªtico, arranc¨® en 2007 en la MSNBC ideado por Scarborough y desde el inicio la t¨®nica habitual eran las puyas y bromas que se cruzaban, as¨ª como sus posteriores reconciliaciones, alimentando la leyenda urbana de que manten¨ªan un romance secreto, pese a que ambos estaban casados (por separado) y siempre lo desmintieron. Pero el pasado mayo, 10 a?os despu¨¦s de madrugones juntos, de seis a nueve de la ma?ana, salt¨® la noticia: Joe y Mika estaban prometidos, era real.
Para alguien fuera de Estados Unidos, un rastreo por la plataforma de v¨ªdeo Youtube le permitir¨¢ hacerse una r¨¢pida idea de la clase de qu¨ªmica que ha colocado a Joe y Mika en el centro de la fama televisiva y de las fantas¨ªas rom¨¢nticas de los telespectadores: lo mismo se enfadaban que se desternillaban de risa y no pod¨ªan continuar el programa, se correg¨ªan, se interrump¨ªan y luego se miraban arrobados. Flirteo permanente en versi¨®n ¡®odio y amo¡¯ de Catulo. Hay quien se dedicaba a hacer compilaciones de ellos: "los momentos m¨¢s monos", "la tensi¨®n sexual", "el enfado de Joe y Mika", "Joe se disculpa"¡
En el gui¨®n de esta pel¨ªcula, Donald Trump aparece en seguida. El romance se forj¨® durante la campa?a presidencial (de las m¨¢s feroces que se recuerdan, lo que le a?ade ¨¦pica al asunto amoroso), y el propio magnate fue uno de los que se encarg¨® de difundir el rumor en p¨²blico (c¨®mo no, v¨ªa Twitter). Luego, como presidente, hasta se ofrecer¨ªa a casarles, pero para llegar ah¨ª hay que empezar por el principio.
La fantas¨ªa del romance, se hizo real durante la campa?a electoral. "Deb¨ªa enfrentarme a esos sentimientos, no me lo pude negar m¨¢s", ha contado Mika
Scarborough, de 54, llevaba casado desde 2001 en segundas nupcias con Susan Waren, quien trabaj¨® en el pasado para Jeb Bush (hijo y hermano de los presidentes Bush y gobernador de Florida), y se divorci¨® en 2013. Cuando a finales de 2015 Brzezinski, de 50, se separ¨® de su marido, el tambi¨¦n reportero Jim Hoffer, empezaron las especulaciones.
Page Six, una suerte de biblia del cotilleo (¡°Si no quieres que aparezca en Page Six, no lo hagas¡±, dice su lema) , dio carta de naturaleza al asunto en junio de 2016: los famosos presentadores estaban pensado hacer p¨²blico su romance, publicaron. Luego dieron cuenta de unas vacaciones juntos en una isla frente a Massachusetts, de supuestas indirectas que se interpretaban como confirmaci¨®n del romance o como burla del mismo¡ ¡°Voy a acabar tus frases¡±, dijo Mika en una ocasi¨®n, porque una fuente an¨®nima hab¨ªa contado en una revista que se notaban que eran pareja por ese motivo y porque siempre llegaban y se iban a la vez.
Al final, el 4 de mayo, pasados los primeros 100 d¨ªas de Gobierno de Trump, fue Vanity Fair quien dio la exclusiva del compromiso. ¡°Todo el mundo habla de que hab¨ªa algo ah¨ª¡±, le dijo ella a la revista, ¡°en el ¨²ltimo a?o y medio me di cuenta de que deb¨ªa enfrentarme a esos sentimientos, no me lo pude negar m¨¢s¡±. En un viaje por la costa francesa, apenas unos d¨ªas antes, ¨¦l le hab¨ªa pedido la mano durante un paseo nocturno: ¡°Estaba tan nervioso que se le empa?aron las gafas¡±, cont¨® Mika. El tipo hinc¨® la rodilla en el suelo, sac¨® un anillo con un diamante y aquello fue rodado.
Los suyo con Trump tambi¨¦n ha sido cosa de amor-odio. El presidente se ofreci¨® a casarles, cuenta la pareja, ahora los detesta.
Explicaron entonces que hab¨ªan almorzado con Trump en la Casa Blanca, el pasado enero, y le hab¨ªan contado su relaci¨®n (esa de la que ¨¦l mismo hab¨ªa hablado antes en Twitter) y el magnate, seg¨²n su relato, les dijo que si se casaban, deb¨ªan hacerlo en Mar-a-Lago, la mansi¨®n del presidente en Florida. Es entonces cuando Jared Kushner (yerno de Trump, marido de Ivanka), terci¨® diciendo que ¨¦l les pod¨ªa casar porque ten¨ªa licencia, pero el presidente puso orden: ¡°?Por qu¨¦ habr¨ªas de casarles t¨²? Les puede casae el presidente de Estados Unidos¡±. ¡°La imagen mental era fascinante pero¡ No, no, no¡±, cont¨® Brzezinski en Vanity.
Como buena comedia que se precie, el destino quiso que el romance fuera convirti¨¦ndose en realidad mientras se desarrollaba la campa?a electoral estadounidense, mientras la presentadora progresista daba por segura la victoria dem¨®crata y su compa?ero conservador acusaba a los republicanos de permitir que Donald Trump destruyera el partido.
Ellos tambi¨¦n han pasado del amor al odio con el presidente. El empresario hab¨ªa participado en el programa en ocasiones, en el pasado, y se hab¨ªa mostrado muy amistoso con ellos, pero las cosas empezaron a enturbiarse en mitad de campa?a, y el criticismo de la tertulia matinal contra el entonces candidato presidencial subi¨® de temperatura. Tambi¨¦n los ataques de Trump: ¡°Alg¨²n d¨ªa, cuando las cosas se calmen, contar¨¦ la verdadera historia de Joe y su muy insegura novia Mika desde hace tiempo. ?Dos payasos¡±, tuite¨® en agosto de 2016.
Luego gan¨® las elecciones y las cr¨ªticas siguieron. Aquella peque?a tregua de Navidad no ha durado mucho. Estuvieron en Mar-a-Lago, cont¨® Scarborough, intentando pedir una entrevista, Esa la visita a la que el presidente se refiri¨® el jueves para sus exabruptos. El viernes le contestaron y se fueron juntos de vacaciones.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.