?Qui¨¦n es la mujer maravilla?
La gran mayor¨ªa de las infraestructuras est¨¢n dise?adas por hombres, aunque son ellas las que m¨¢s las usan
Hace 150 a?os en Polonia naci¨® una mujer quien, tras recibir una negativa a entrar a la universidad simplemente por su g¨¦nero, emigr¨® a Francia. All¨ª estudi¨® matem¨¢ticas y f¨ªsica, y se dedic¨® a desafiar paradigmas y romper estereotipos.
Fue la primera mujer en obtener un doctorado de una universidad en ese pa¨ªs, la primera en ganar un premio Nobel por su trabajo en radioactividad, la primera persona en conseguirlo m¨¢s de una vez y la ¨²nica en obtenerlo en distintas ciencias. Esa mujer se llamaba Marie Curie, y ella es sin duda, una versi¨®n de carne y hueso de la mujer maravilla.
Tal como ella, hay millones de supermujeres en el mundo y para el sector de infraestructura (es decir agua, energ¨ªa y transporte), no se trata de un detalle menor. En la regi¨®n de Am¨¦rica Latina y Caribe, ellas son las principales responsables de la gesti¨®n del agua y energ¨ªa en el hogar, adem¨¢s de ser las principales usuarias del transporte p¨²blico. Sin embargo, a¨²n est¨¢n subrepresentadas en la fuerza laboral de la infraestructura. En el sector profesional y t¨¦cnico en agua y saneamiento, por ejemplo,? representan solamente el 19,7% de los empleados, comparado con m¨¢s del 60% en el sector de los servicios.
En ese sentido, si nos ponemos a analizar qui¨¦n dise?a las obras de infraestructura (principalmente hombres) y qui¨¦n las usan (principalmente mujeres), nos damos cuenta de que?contar con mayor representatividad en los grupos de trabajo conlleva la inclusi¨®n de diferentes perspectivas,y a servicios m¨¢s eficientes y sostenibles. Eso puede marcar la diferencia entre que las mujeres promuevan el uso (o no) de ba?os ecol¨®gicos, paneles solares o transporte p¨²blico.
Esta brecha de g¨¦nero en el sector de infraestructura tiene que ver con la baja participaci¨®n de las mujeres en las ciencias, la tecnolog¨ªa, la ingenier¨ªa y las matem¨¢ticas (STEM por sus siglas en ingl¨¦s), consideradas las carreras del futuro. Por ejemplo, en Estados Unidos, alrededor de 75% de las mujeres entre 25 y 54 a?os de edad est¨¢n en busca / ocupan puestos laborales (contrariamente a Canad¨¢, donde el porcentaje es del 82%), pero representan menos del 25% de los trabajos STEM, pese a que la proporci¨®n de mujeres con un diploma universitario ha aumentado durante las ¨²ltimas d¨¦cadas. La ingenier¨ªa es la que m¨¢s sufre de esta desigualdad, pues solo uno de cada siete ingenieros es mujer.
La brecha de g¨¦nero en el sector de infraestructura tiene que ver con la baja participaci¨®n de las mujeres en las ciencias, la tecnolog¨ªa, la ingenier¨ªa y las matem¨¢ticas
Uno de los grandes culpables de esto son los estereotipos tradicionales que imprimen un perfil masculino a estas carreras, la poca flexibilidad laboral para jefas de familia y la falta de figuras-modelo mujeres en STEM. Hablando de modelos, por cierto, Marie Curie y su hija Irene, conforman el ¨²nico binomio madre e hija en ganar un premio Nobel por su trabajo cient¨ªfico.
En los pa¨ªses de bajos ingresos, a ello se le debe sumar la falta de oportunidades laborales, ya que del reducido n¨²mero de mujeres en STEM, muchas deben emigrar para desarrollarse profesionalmente. En Honduras, por ejemplo, con el ?ndice de Desarrollo Humano m¨¢s bajo de toda Am¨¦rica Latina, solo cuenta con una mujer doctora en ingenier¨ªa civil (de hecho, una de las pocas en toda Centroam¨¦rica) y desde hace varios a?os vive y trabaja en el extranjero.
Justamente, tomando en cuenta los impactos negativos que la brecha de genero puede tener en infraestructura, desde hace algunos a?os, empresas de transporte, energ¨ªa o agua han puesto en marcha pol¨ªticas agresivas para atraer a mujeres. As¨ª, el n¨²mero de mujeres que trabajan en agua, energ¨ªa y gas en Chile se ha triplicado entre 1994 y 2013.
Pero las pol¨ªticas de reclutamiento no bastan. A esto se debe sumar mensajes claros para lucha contra los sesgos y estereotipos y promover la diversidad para beneficio de todos.
En t¨¦rminos de conciliaci¨®n familiar y laboral, muchas empresas est¨¢n implementando pol¨ªticas para flexibilizar los permisos de maternidad y paternidad, la reintegraci¨®n progresiva al trabajo despu¨¦s del parto, y la habilitaci¨®n de centros de lactancia y opciones de cuidado infantil. Algunas compa?¨ªas desarrollan programas para impulsar a m¨¢s mujeres en puestos de decisi¨®n, abri¨¦ndoles espacio para entrenamientos y programas de desarrollo profesional.
Para promover la igualdad de g¨¦nero en infraestructura, es importante incorporar y fomentar la participaci¨®n de la mujer en el dise?o y construcci¨®n de las carreteras, en la gesti¨®n tarifaria de las empresas de energ¨ªa o en la operaci¨®n y mantenimiento de sistemas de agua potable, entre otros, adem¨¢s de impulsar que las usuarias sean agentes con voz y voto a la hora de definir los servicios a ser provistos.
Al final del d¨ªa, las mujeres no necesitan poderes sobrenaturales, sino verdaderas oportunidades para hacer maravillas.
Anamar¨ªa N¨²?ez es responsable de comunicaci¨®n para la Divisi¨®n de Agua y Saneamiento, y Andrea Monje es responsable de temas de g¨¦nero para el Sector de Infraestructura y Energ¨ªa; ambas en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
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