La viruela de los monos, ese nuevo desaf¨ªo
La inexistencia de vacuna para un virus que se extiende por la cuenca del Congo inquieta a los cient¨ªficos en la RDC
El 8 de mayo de 1980 el mundo celebraba por todo lo alto la erradicaci¨®n de la viruela. Tras m¨¢s de dos siglos de duro combate, el ser humano hab¨ªa logrado acabar por primera vez en la historia con una enfermedad que hab¨ªa provocado tanta muerte y sufrimiento. Sin embargo, en ?frica occidental y central, especialmente en la Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo (RDC), existe una prima hermana de la viruela, causada por un virus muy similar, que afecta all¨ª a miles de personas y que ya dio un susto a Occidente en 2003 cuando salt¨® a Estados Unidos y contagi¨® a 70 personas. Sobre todo porque, tras el fin de la vacunaci¨®n en 1980, ya no estamos protegidos frente a esta otra enfermedad. Es la viruela de los monos y hay razones para estar atentos.
En la Universidad de Kisangani, en el interior de la RDC, la bi¨®loga belga Anne Laudisoit y su equipo de colaboradores ponen trampas a roedores, instalan c¨¢maras en los ¨¢rboles y dotan de localizadores GPS a los cazadores locales en un intento de saber m¨¢s de este mal y, sobre todo, averiguar con certeza qui¨¦n es el hu¨¦sped, el animal en el que se aloja el virus. Todas las sospechas apuntan en la direcci¨®n de las ardillas, pero Laudisoit maneja la tesis de que podr¨ªa haber varias especies implicadas en su expansi¨®n. ¡°Podr¨ªa ser una decena de animales, ardillas, pero tambi¨¦n murci¨¦lagos, civetas, g¨¢lagos¡¡±, asegura.
Los s¨ªntomas de la viruela s¨ªmica (Monkeypox en ingl¨¦s) en humanos son muy similares a los de la viruela conocida, aunque m¨¢s leves. En un primer estadio se manifiesta con malestar, fiebre, escalofr¨ªos, dolor de cabeza, garganta y espalda, fatiga y tos seca. D¨ªas despu¨¦s del contagio comienza la caracter¨ªstica erupci¨®n por todo el cuerpo con lesiones (entre 25 y 100) que se convierten en p¨²stulas, forman costras y finalmente se descascaran. Normalmente se localizan en las extremidades, aunque tambi¨¦n pueden aparecer en genitales, membranas mucosas, torso y cara.
En la RDC la letalidad de esta enfermedad es, oficialmente, del 10% y quienes fallecen es a causa de la septicemia derivada de las propias heridas. ¡°Pero son cifras antiguas¡±, a?ade Laudisoit, ¡°no existen estudios recientes. Va a depender mucho del estado inmunitario de la poblaci¨®n, hay lugares donde ha sido de hasta el 17%. S¨¦ de un pueblo llamado Buta donde en 2016 se produjeron 61 casos y murieron 12 personas¡±. A falta de vacunas y tratamientos y cuando no hay antibi¨®ticos a mano para combatir los estreptococos y estafilococos, la poblaci¨®n local utiliza una especie de alcohol elaborado con mandioca, ma¨ªz o ca?a para desinfectar.
¡°Mientras no haya un blanco con monkeypox que presente p¨²stulas y erupci¨®n como si fuera la viruela todo seguir¨¢ igual", dice la bi¨®loga Anne Laudisoit
El Centros para el Control y Prevenci¨®n de Enfermedades estadounidense (CDC) trata de desarrollar una vacuna, pero no es en absoluto una prioridad para los organismos sanitarios mundiales. ¡°Mientras no haya un blanco con monkeypox que presente p¨²stulas y erupci¨®n como si fuera la viruela todo seguir¨¢ igual, cuando esto ocurra en tres d¨ªas tendremos financiaci¨®n para investigar. Ahora no hay fondos. El mejor ejemplo es el zika, hace 70 a?os que lo conocemos en Uganda pero el mundo s¨®lo se preocup¨® cuando salt¨® a Occidente¡±, explica Anne Laudisoit. ¡°Est¨¢ en riesgo un volumen de poblaci¨®n equivalente a Dinamarca, B¨¦lgica, Holanda y Francia juntas. Si fuera en Europa ya habr¨ªa vacuna. Aqu¨ª la gente entiende los riesgos, pero fuera no. Es frustrante que se ignore este asunto pese a la experiencia que tuvimos con el ¨¦bola¡±, declara.
Adem¨¢s de tratar de entender el ciclo de transmisi¨®n del virus y de identificar el reservorio, para lo que est¨¢ elaborando una Carta de Vigilancia de la Biodiversidad con 16 especies afectadas, Laudisoit desarrolla unos carteles explicativos para mostrar de manera gr¨¢fica y sencilla a la poblaci¨®n los s¨ªntomas, que se confunden con los de la rubeola y la varicela, merced a un acuerdo entre la Universidad de Kisangani y la de Amberes. ¡°Si seguimos perturbando el bosque, ?c¨®mo va a evolucionar el virus?¡±, se pregunta.
¡°Tenemos que hacer investigaci¨®n integrada, a muchos niveles, entender c¨®mo se relaciona el comportamiento de los seres humanos con el de los animales, con el clima, etc. Tenemos que trabajar juntos m¨¦dicos, vir¨®logos, bi¨®logos, ligar el comportamiento del hombre y el animal para entender lo que pasa. Para combatirla aqu¨ª en ?frica y tambi¨¦n para evitar su llegada a otros continentes¡±, concluye la experta. Cuando el doctor Muyembe, codescubridor del ¨¦bola, reclama mayor vigilancia para impedir que los virus viajen a otros pa¨ªses, est¨¢ pensando en algo as¨ª.
Un virus en expansi¨®n
"Si fuera en Europa ya habr¨ªa vacuna. Aqu¨ª la gente entiende los riesgos, pero fuera no. Es frustrante que se ignore este asunto pese a la experiencia que tuvimos con el ¨¦bola", cree Laudisoit
La viruela de los monos se identific¨® por primera vez en 1958 en el Instituto Serol¨®gico Estatal de Copenhague. ?Qu¨¦ hac¨ªa un virus africano en Dinamarca, tan lejos de su zona end¨¦mica en 1958? ¡°En esa ¨¦poca se importaban primates de ?frica hacia Europa para usarlos como cobayas en el desarrollo de la vacuna contra la poliomielitis¡±, explica la bi¨®loga belga Anne Laudisoit. Sin embargo, uno o varios de esos monos, que pertenec¨ªan a distintas especies y proced¨ªan de distintos pa¨ªses, estaban enfermos a causa de un virus del g¨¦nero Orthopoxvirus y la familia Poxviridae, muy pr¨®ximo al de la viruela. En la d¨¦cada siguiente, un nuevo brote de la misma enfermedad se propag¨® por zool¨®gicos estadounidenses afectando no solo a primates, sino tambi¨¦n a ant¨ªlopes y roedores.
El primer caso humano se identific¨® en 1970 en Basankusu, al noroeste de la RDC, y en los 10 a?os siguientes apenas se detectaron otras 45 personas afectadas, no solo en este pa¨ªs sino tambi¨¦n en Liberia y Sierra Leona. La situaci¨®n parec¨ªa estar bajo relativo control. Sin embargo, en la actualidad, la enfermedad se extiende. "De las 516 ¨¢reas de salud que existen en la RDC, 216 est¨¢n afectadas. Estamos hablando de miles de personas, desde los a?os ochenta hasta hoy se han disparado los casos¡±, asegura Laudisoit, para quien la causa est¨¢ en que ¡°la inmunidad de grupo ha bajado¡± tras la erradicaci¨®n de la viruela y la suspensi¨®n de los programas de vacunaci¨®n masivos, que tambi¨¦n eran eficaces en un 85% frente a la monkeypox.
Epidemia en Estados Unidos
Como tantas enfermedades tropicales olvidadas y pese a su expansi¨®n dentro de la RDC en las ¨²ltimas d¨¦cadas, la viruela de los monos no gener¨® nunca un gran inter¨¦s en Occidente. Hasta 2003. Ese a?o se declar¨® una epidemia en Estados Unidos que afect¨® a 70 personas en Chicago, Michigan e Ilinois. Una vez m¨¢s fueron animales importados los que llevaron el virus fuera de ?frica, en concreto roedores usados como ex¨®ticos animales de compa?¨ªa procedentes de Ghana quienes transmitieron la enfermedad tanto a humanos como a perros de la pradera.
¡°Afortunadamente, la cosa fue bien¡±, dice la especialista belga. ¡°Existen dos cepas, una del Valle del Congo m¨¢s virulenta y que puede saltar de persona a persona hasta en seis ocasiones y otra de ?frica occidental, en la que apenas hay transmisi¨®n de humano a humano y sus s¨ªntomas son m¨¢s leves. La que lleg¨® a Estados Unidos fue la segunda. No hubo ning¨²n muerto, los trataron con un antiviral prescrito para el herpes, pero las autoridades se dieron cuenta del riesgo potencial de este virus¡±, ilustra.
Y tanto. Un estudio del Centro para la Seguridad Alimentaria y la Salud P¨²blica y el Instituto para la Cooperaci¨®n Internacional en Biolog¨ªa Animal de la Universidad de Iowa planteaba s¨®lo un a?o despu¨¦s la necesidad de contar con instrumentos de detecci¨®n precoz ¡°para prevenir que esta enfermedad se establezca fuera de ?frica y porque se parece a la viruela com¨²n, un arma bioterrorista potencial¡±, as¨ª como recomendaba la prohibici¨®n de importar ciertas especies de ?frica. A los pocos meses, un equipo de CDC desembarcaba en Kinshasa con la intenci¨®n de realizar un estudio en profundidad que hasta ese momento nadie hab¨ªa realizado.
El ¨¦xito de la erradicaci¨®n de la viruela se relaciona con el hecho de que el reservorio del virus era humano. Sin embargo, en este caso, no es as¨ª. El virus se hospeda en animales y salta a las personas (zoonosis). ¡°Pensamos que sobre todo se produce a trav¨¦s de los ni?os, que son los que cazan ardillas y peque?os roedores, tanto por la manipulaci¨®n como por la ingesta de su carne. La transmisi¨®n es cut¨¢nea o por la saliva y ya sabemos que se da en zonas forestales de baja altitud¡±, asegura Laudisoit. Como no se puede matar a los animales, para enfrentarse a ella lo ideal ser¨ªa desarrollar una vacuna espec¨ªfica ¡°pero que entra?e menos riesgos que la vacuna de la viruela, en la que el virus est¨¢ atenuado y la enfermedad se puede desarrollar, sobre todo en poblaciones, como es el caso, inmunodeprimidas debido a la alta prevalencia de SIDA¡±.
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