Ser habitante, dejar de ser invisible
?Hay algo m¨¢s indigno para los seres humanos que sentirnos ignorados por nuestros semejantes?
Cuando uno ve a un chico crecer, recuerda c¨®mo fue el proceso de aprendizaje propio, en el que la mente tiende a extrapolar la realidad que le toca vivir generalizando ¡ªaunque sin ninguna mala intenci¨®n¡ª, con la idea de que su realidad es la de la mayor¨ªa. As¨ª fue que crec¨ª creyendo que tener agua corriente; cloacas; recolecci¨®n de basura; un colectivo a pocas cuadras que me llevara a donde necesitase; hospital, escuela y comisar¨ªa cerca, era algo b¨¢sico, indiscutible, para todos. Los conceptos de desalojo y seguridad en la tenencia ni aparec¨ªan en mi lenguaje, discusiones o preocupaciones. Los n¨²meros de pobreza que ve¨ªa en el colegio no me dec¨ªan nada.
Hasta que empec¨¦ a ver, escuchar y vivir otras realidades y la burbuja empez¨® a romperse.
Desasnarme y reconocer que una inmensa cantidad de personas viven sin esas condiciones, que de chico consideraba obvias, me llev¨® a?os de recorridas por barrios con derechos humanos b¨¢sicos vulnerados. Otro tiempo tambi¨¦n me llev¨® romper prejuicios que mi propio entorno hab¨ªa generado en mi mente y coraz¨®n: ¡°El pobre es pobre porque quiere¡±. Me di cuenta de este prejuicio cuando lo romp¨ª viendo a los infinitos trabajadores de los barrios populares de Argentina. Sin duda, las personas que viven en pobreza y/o habitan en asentamientos informales no lo hacen por su falta de esfuerzo, sino que es consecuencia de un sistema desigual. Sin embargo, la meritocracia se encuentra arraigada y es la mayor falacia que existe en el mundo moderno.
Continuando este recorrido en Techo, con el equipo r¨¢pidamente comprend¨ª que las familias de los asentamientos estaban invisibles, que no exist¨ªan en los mapas. ?Hay algo m¨¢s indigno para los seres humanos que sentirnos ignorados por nuestros semejantes? De eso se trata no existir en un mapa: es no contar con una direcci¨®n domiciliaria donde recibir la factura de los servicios, es no poder dar una referencia a un compa?ero o compa?era de escuela que invitas a estudiar. Es tambi¨¦n una ambulancia que no puede acceder al barrio cuando alguien tiene un problema de salud y su vida corre riesgo.
No existir en un mapa es no contar con una direcci¨®n domiciliaria donde recibir la factura de los servicios, es no poder dar una referencia a un compa?ero de escuela que invitas a estudiar
Por eso, desde 2009 realizamos un Relevamiento de Asentamientos Informales en Argentina. Porque estamos convencidos que el primer paso para superar un problema es reconocerlo; fundamentalmente, diagnosticarlo.
En 2014, luego de varios estudios, una de nuestras cinco propuestas de incidencia para los gobiernos en Latinoam¨¦rica fue lograr que el gobierno nacional lo realice.
En 2017, esto es lo m¨¢s fuerte de lo ocurrido a partir del decreto 358: uno de cada 10 habitantes de nuestro pa¨ªs deja de ser invisibilizado. ¡°Es imposible ser ciudadanos si antes no somos reconocidos como habitantes¡±, dijo un referente comunitario en la presentaci¨®n de nuestro relevamiento en el Sal¨®n Azul del Congreso Nacional en 2013.
Hoy, resulta imposible explicar lo que significa el reconocimiento y las posibilidades que la adjudicaci¨®n de certificados de vivienda abren. En primer lugar, sabemos que implica la posibilidad de acceso a los servicios b¨¢sicos, al agua, la luz y el gas. Pero muchas otras las iremos descubriendo junto a las organizaciones sociales y comunitarias en los pr¨®ximos meses en los cuales se repartir¨¢n m¨¢s de 800.000 certificados como segundo paso del plan de integraci¨®n urbana. El primero comenz¨® el a?o pasado con el lanzamiento del relevamiento de barrios populares en todo el pa¨ªs.
Sin embargo, a¨²n queda mucho camino por recorrer para lograr que los 4.100 asentamientos se integren urbana y socialmente al resto de la ciudad. El proceso de regularizaci¨®n dominial que empieza est¨¢ lleno de obst¨¢culos pero tambi¨¦n de lecciones aprendidas de otras experiencias en la regi¨®n. Esperamos que este hito hist¨®rico en nuestro pa¨ªs se reproduzca en Latinoam¨¦rica. Somos una sociedad un poco m¨¢s justa al reconocer la legitimidad del habitar de millones de ciudadanos y ciudadanas.
Virgilio Gregorini es director ejecutivo de Techo Argentina.
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