Nuevas soluciones para viejos problemas en la Argentina m¨¢s pobre
Proyectos de tecnolog¨ªa e infraestructura tratan de mejorar la vida de los ind¨ªgenas de la regi¨®n del Chaco
Para llegar hasta Lote 8, una de las comunidades abor¨ªgenes m¨¢s importantes de Formosa, uno debe recorrer m¨¢s de 200 kil¨®metros por una ruta de tierra y es imprescindible que no llueva porque en ese caso, el acceso queda imposibilitado. A medida que se avanza en el camino, se pierde la se?al del celular y toda conectividad a internet. En pleno siglo XXI, la brecha digital en el Gran Chaco argentino es enorme. Cuando uno viaja a los diferentes pueblos formose?os, se encuentra con m¨¢s de un corte de ruta. All¨ª los pobladores reclaman permanentemente atenci¨®n del Estado para poder satisfacer sus necesidades b¨¢sicas y pocas veces sus demandas se ven atendidas.
Norma Rodr¨ªguez es una mujer wichi de 46 a?os que vive en Lote 8. Ella trabaja d¨ªa a d¨ªa para preservar las tradiciones de su comunidad y empoderar a las mujeres de los pueblos originarios de la zona. Preside al grupo Hinaj, que significa mujeres tejedoras, ya que la actividad principal es la artesan¨ªa. Si bien Norma tem¨ªa que la tecnolog¨ªa afectase sus costumbres, hace tres a?os tuvo la posibilidad de aprender diferentes programas de computaci¨®n que le permitieron mostrar los productos, que realizan en la comunidad, a trav¨¦s de internet. Esta oportunidad surgi¨® cuando una empresa l¨ªder en tecnolog¨ªa impuls¨® un Centro Nanum Village en la regi¨®n. El modelo ofreci¨® tecnolog¨ªa e infraestructura para favorecer el desarrollo productivo de los pobladores con el fin de lograr mejores condiciones de vida en el Gran Chaco, una zona apartada de los grandes centros urbanos y con una poblaci¨®n que sufre una pobreza extrema.
¡°Nanum es una palabra coreana que significa compartir. A trav¨¦s de la empresa, nosotros brindamos recursos y capacidades tecnol¨®gicas para generar un valor diferencial para el desarrollo de las poblaciones locales. Para nosotros, lo interesante es procurar el desarrollo sostenible y profundo. Hay que pasar del asistencialismo al desarrollo econ¨®mico que es m¨¢s sustentable y m¨¢s s¨®lido¡±, dice Cynthia Giolito, Gerente de Ciudadan¨ªa Corporativa de Samsung Electronics Argentina. Hasta el momento, m¨¢s de 13.000 personas se formaron en los 12 centros en funcionamiento en las diferentes zonas de la regi¨®n.
Para poder llevar adelante el proyecto fue imprescindible generar alianzas con las organizaciones de la zona: Fundaci¨®n Gran Chaco y ACDI. Ambas ONG buscan el desarrollo de un modelo de producci¨®n que parte del an¨¢lisis de las actividades econ¨®micas tradicionales de los pueblos originarios, valorando su forma organizativa y su impacto ambiental. El programa tambi¨¦n busca el empoderamiento de las mujeres. Las artesanas, como l¨ªderes, gestionan el uso comunitario de la tecnolog¨ªa en los Centros Nanum.
El Gran Chaco se enfrenta a la marginaci¨®n respecto a los centros de poder, el empobrecimiento y un modelo depredador de explotaci¨®n de recursos naturales
¡°En Lote 8 somos 12 coordinadoras que organizamos a 200 mujeres para desarrollar las artesan¨ªas. Con el Centro Nanum, ya tenemos se?al y ahora podemos comunicarnos con la gente que vive lejos. Fabricamos cartucheras, monederos, carteras y faldas. Cada una hace los productos en su casa con los tintes del monte, con una ollita y los telares. Usamos fibras que obtenemos del chaguar, una planta t¨ªpica del Gran Chaco. Muchas artesanas comienzan a partir de los 11 a?os a tejer¡±, cuenta Rodr¨ªguez.
A partir del a?o 2000, las mujeres del monte chaque?o empezaron a organizarse. Pasaron de una actividad individual y domestica a una instancia de asociacionismo en los aspectos de coordinaci¨®n de la producci¨®n, control de calidad y comercializaci¨®n. En 2002, la Fundaci¨®n Gran Chaco profundiz¨® este proceso. De este modo, se busc¨® fortalecer la organizaci¨®n de actividades productivas dirigidas al mercado. Finalmente, en 2009 se conform¨® la Cooperativa de Mujeres Artesanas del Gran Chaco (Comar), una red de asociaciones para consolidar el proceso organizativo. Las mujeres de Comar tambi¨¦n son representadas por Norma Rodr¨ªguez.
El entrenamiento digital ayuda mucho a potenciar la comunicaci¨®n de las comunidades. El acceso a internet y la alfabetizaci¨®n digital les abre muchas puertas de conocimiento a las mujeres de estos pueblos. Hay tutores que se encargan de capacitar a las artesanas y a los j¨®venes de la comunidad. Nelson Fern¨¢ndez, un joven tutor que todas las semanas dicta cursos, explica: ¡°Parto de lo b¨¢sico. Les ense?o a usar Word, Excel y Power Point. Tratamos de que las mujeres se apropien de la tecnolog¨ªa. Las ayudamos a armar presentaciones con fotos de los productos que hacen para que lo puedan mostrar en internet¡±.
Mejoras habitacionales con pr¨¢cticas tradicionales
Las viviendas del Gran Chaco se configuran en torno al acceso a agua. Las comunidades tienen viviendas construidas con adobe, barro y ramas. La desventaja de este tipo de construcciones es que padecen grietas, huecos y fisuras, ambiente ideal para el anidamiento de la vinchuca, una peque?a chinche causante del mal de Chagas. Esta enfermedad es uno de los principales problemas de salud p¨²blica del Gran Chaco. El insecto busca vivir junto al hombre y animales dom¨¦sticos, refugi¨¢ndose en paredes y techos, enramadas, gallineros, corrales y dep¨®sitos. Ante esta situaci¨®n Samsung y H¨¢bitat para la Humanidad Argentina (HPHA) realizaron una alianza para pensar soluciones habitacionales adaptadas a las tradiciones de las comunidades. La intenci¨®n es poder mantener los materiales del monte y los conocimientos tradicionales en la construcci¨®n. De este modo, se pretende revertir la estigmatizaci¨®n que los materiales naturales sufren en comparaci¨®n con los industrializados.
¡°El proyecto comenz¨® con un diagn¨®stico habitacional. Luego se decidi¨® hacer una serie de mejoramientos en viviendas de cincuenta familias. En marzo, se impartieron talleres participativos, donde se identificaron cu¨¢les son los problemas m¨¢s comunes de los hogares. Participaron 15 personas, criollas y wichis. Se identificaron cuatro soluciones: por un lado, se iba a trabajar en cisternas para la captaci¨®n de agua, que es el problema m¨¢s grande en la zona; tambi¨¦n se iban a armar techos colectores de lluvia; por otro lado, se mejorar¨ªan los pisos y por ¨²ltimo, se eliminar¨ªan las grietas de las paredes. Los mejoramientos llevan entre tres semanas y dos meses de acuerdo a las necesidades de cada caso. Las familias se deben involucrar en los procesos de construcci¨®n¡±, dice Natalia Fern¨¢ndez, arquitecta de HPHA y responsable local del proyecto.
El acceso a internet y la alfabetizaci¨®n digital les abre muchas puertas de conocimiento a las mujeres de estos pueblos
Celina y Mariano se conocieron hace ocho a?os y conviven hace seis en el puesto denominado La Ceiba en Paraje El Quebracho, otro pueblo de la provincia de Formosa. Ambos son productores ganaderos criollos. Durante las actividades de diagn¨®stico habitacional realizadas por HPHA, Celina fue una activa participante. Ella mostr¨® un fuerte compromiso por mejorar su calidad de vida. La mejora que la pareja necesitaba era una cisterna para la captaci¨®n de agua. Con ayuda de voluntarios de HPHA, se inici¨® el cavado del pozo y la construcci¨®n. Previo a las mejoras, Celina cuenta que lleg¨® a juntar hasta unas 500 botellas de agua. Luego descartaron las botellas y pasaron a un sistema de acopio a trav¨¦s de tambores prestados por los vecinos.
Para las comunidades abor¨ªgenes, la casa no tiene el mismo significado. Se organiza como un espacio de l¨ªmites difusos, din¨¢micos y en constante proceso de actualizaci¨®n, con ¨¢mbitos abiertos y sombreados, funcionales a un estilo de vida ligado a los animales y al monte. Es por este motivo que los planes de vivienda sociales que se construyen para la comunidad de la mano del Estado, no reemplazan a las casas tradicionales, sino que conviven y se incluyen en la unidad dom¨¦stica. Lo valioso del proyecto de HPHA es que se adapta a las necesidades de la regi¨®n. ¡°Como los wichis se mudan bastante por la zona, decidimos mejorar los techos, de modo que se los puedan llevar¡±, dice Ana Cutts, Directora de HPHA.
Viejos y nuevos problemas
El Gran Chaco argentino se enfrenta a un conjunto de problemas como: marginaci¨®n respecto a los centros de poder pol¨ªtico, empobrecimiento generalizado de su poblaci¨®n rural, y un modelo depredador de explotaci¨®n de recursos naturales. Se reconoce a esta regi¨®n como la m¨¢s vulnerable del pa¨ªs en t¨¦rminos sociales. El Gobierno nacional, mediante el Instituto Nacional de Estad¨ªstica y Censos (Indec), dio a conocer el informe sobre pobreza, lo que mostr¨® que cuatro de cada diez personas son pobres al Nordeste del pa¨ªs. Aqu¨ª conviven personas de origen criollo y aborigen, especialmente de las comunidades wichi y qom-lec. El nivel de desocupaci¨®n en la zona es sumamente alto. Las mujeres de las comunidades se suelen dedicar a la artesan¨ªa de chaguar, una fibra textil y de lana de oveja. Muchos hombres se dedican a la plantaci¨®n de algarrobo. El acceso al dinero se relaciona casi exclusivamente con planes sociales, que provienen del Estado.
Durante las ¨²ltimas d¨¦cadas, se incorporaron nuevos h¨¢bitos de consumo y los residuos pasaron a ser parte del paisaje. Actualmente, los pueblos originarios comenzaron a adquirir alimentos y bebidas con envases pl¨¢sticos no retornables ni biodegradables. De este modo, se incorpor¨® una problem¨¢tica a una comunidad que no tiene experiencia en planificaci¨®n, administraci¨®n y gesti¨®n y residuos. Tampoco el Estado se ocupa de esta nueva situaci¨®n. Las botellas y bolsas pl¨¢sticas pueden verse cerca de las viviendas y en los caminos.
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