La divertida obsesi¨®n de Ricardo Cavolo por dibujar penes (y tatu¨¢rselos)

¡°Rabo, nabo, picha, polla, tranca, pija, verga, chola, cola, porra, pito, mango, pilila, minga, cipote, carajo¡­¡±. Como dice el compositor Leonardo Dant¨¦s en su canci¨®n Tiene nombres mil: el pene se puede llamar de muchas formas. Y Ricardo Cavolo, uno de nuestros artistas m¨¢s internacionales, ha elegido la de pito. M¨¢s concretamente, la de ¡°pito feliz¡±. Y es que el ilustrador suele incorporar el garabato de un miembro viril con sonrisa en algunas de sus intervenciones y murales. Un juego que le divierte y que ha llevado un paso m¨¢s all¨¢ tras aprovechar un viaje a Nueva York con la firma Bally para tatuarse un pito feliz en el brazo. Le preguntamos por esta maravillosa obsesi¨®n.

?Cu¨¢ndo empez¨® esta fijaci¨®n tuya por dibujar pitos felices?

Seguramente es una cosa desde ni?o, cuando dibujar pitos no era lo m¨¢s correcto. Y yo los dibujaba por joder. Luego se me ha debido quedar como un resto mental y siempre me hace gracia.

?Y tu primer recuerdo como adulto dibujando penes?

En Mallorca, en una mina abandonada, pint¨¦ unos cuantos pitos felices. Y a la gente con la que estaba les hizo como mucha gracia. Y desde entonces siempre que puedo meto un pito feliz.

?Esas colas con sonrisa esconden alg¨²n mensaje?

No hay mucho mensaje, ni ning¨²n tipo de statement. Eso me lo reservo para mis trabajos m¨¢s serios. No es m¨¢s que un ejercicio de melancol¨ªa de ni?ez. Es un "Ey, ?te acuerdas cuando decir pito era motivo a lo mejor de reprimenda? Y mucho m¨¢s dibujarlo". En el cole dibujaba chicas desnudas a cambio de cartas Magic. Eso era distinto. Eso s¨ª era pornograf¨ªa. Cuando dibujo un pito feliz, el esp¨ªritu que me posee es el de Bart Simpson. Es m¨¢s por hacer soltar una carcajada. Y suele funcionar.

?Y qu¨¦ pasa cu¨¢ndo no funciona?

Ni idea. Me suele funcionar. Lo veo y me hace gracia. Pero no s¨¦ qu¨¦ pasa cuando a la gente no le hace gracia. Igual les da asco, o lo ven una ni?ater¨ªa, o sin sentido... Igual tengo percepci¨®n selectiva, pero s¨®lo me fijo en cuando hace gracia.

?Por qu¨¦ los llamas pitos y no pichas (o de cualquier otra forma)?

Porque es como la palabra que usas de ni?o. Es na¨ªf, graciosa.

Eres como Jonah Hill en la pel¨ªcula ¡®Supersalidos¡¯.

Bueno, yo de ni?o lo que m¨¢s dibujaba eran armas medievales y orcos. Lo del pito feliz me vino a la mente m¨¢s tarde. Espero que no producto de alg¨²n trauma o mierda psicol¨®gica.

?Nunca lo reprimiste por lo que pudieran pensar?

Uy no, nada de represi¨®n al respecto. De hecho lo cuento en las charlas. Lo de los orcos y armas, digo. Lo de los pitos no ha sido algo tan constante en mi carrera dibuj¨ªstica.

En la pel¨ªcula se refieren a esa obsesi¨®n f¨¢lica como ¡°problema¡±.

Bueno, a m¨ª todo me ha ayudado a estar donde estoy: los pitos y los orcos. Lo defiendo a muerte. Y lo del pito es un poco random. Pod¨ªa haber hecho el chichi feliz sin problema, s¨®lo que la silueta del pito es como m¨¢s reconocible por simple que sea¡­

Michael Cera directamente dice que pintar penes es ¡°supergay¡± .

Nah, esa es una lectura muy de adolescente cerril. No es nada gay. Quiz¨¢ el personaje de Jonah Hill solo exploraba su sexualidad, siendo hetero, de una manera menos convencional. ?Yo le apoyo!

Acabas de tatuarte un pito en el brazo. Es como de Resac¨®n en Las Vegas.

Tampoco es un tattoo fundamental en mi vida. Es peque?o y se tarda un minuto en hacer. Me lo hice por el Lower East Side, en un sitio de tattoos cerca del hotel. Estaba con tres amigos m¨¢s, y decidimos hacernos algo en el momento. Dibuj¨¦ algo para cada uno de ellos, y decid¨ª que era buen momento para hacerme el pito feliz. El tatuador quer¨ªa que lo hiciera en papel. Cog¨ª un l¨¢piz y lo hice. Y tal como sali¨®, as¨ª se lo di.

Por suerte no olvidaste ponerle la rayita en la punta.

S¨ª, por ah¨ª respira

Adem¨¢s de pintar pitos, ?eres de ense?ar el tuyo?

Soy pudoroso. Pero poco a poco voy mejorando. Igual lo del pito feliz es una terapia del subconsciente.