El Penta y otros bares que han dado el cante en el pop espa?ol
Loquillo, Fito & Fitipaldis, Bunbury o Pereza han aprovechado sus canciones para nombrar sus locales favoritos. Estos son algunos de los garitos afortunados
"Bares, qu¨¦ lugares. Tan gratos para conversar. No hay como el calor del amor en un bar", cantaban con algarab¨ªa Gabinete Caligari a mitad de los a?os ochenta del siglo pasado. No se refer¨ªan a ninguno en particular, pero en esos versos cab¨ªan todos. Por eso resulta tan sencillo e inevitable identificarse con las sensaciones que transmite Al calor del amor en un bar.
Los bares son refugio, son escapismo, son punto de encuentro y celebraci¨®n, as¨ª como fuente de inspiraci¨®n. Por eso los m¨²sicos se fijan en ellos para contar historias con relativa frecuencia. Lo que ya no es tan frecuente es que se mencionen locales concretos en canciones (normalmente de ¨¦xito), en sus diversas formas: bares, pubs, salas de conciertos, discotecas...
Pero aunque no sea tan habitual, en ocasiones ocurre y, a partir del momento en el que nace la canci¨®n, el garito de turno cobra nueva vida y adquiere cierta suerte de inmortalidad. No en vano, quedar plasmado par la posteridad en las estrofas de una canci¨®n es un lujo inalcanzable para la mayor¨ªa. Repasamos algunos de los garitos afortunados.
Nacha Pop, 'La chica de ayer'.
Qu¨¦ bar: El Penta. Calle de La Palma, 4 (Madrid).
El pasado mes de marzo se celebr¨® un concierto para festejar los 40 a?os de El Penta, hist¨®rico garito en el coraz¨®n de Malasa?a, convertido en lugar de peregrinaci¨®n con el paso de las d¨¦cadas y las generaciones.
Este culto se multiplic¨® exponencialmente con la muerte en 2009 de Antonio Vega, quien da nombre a una peque?a plaza a escasos metros del bar que mencion¨® para la posteridad en La chica de ayer, el gran himno del disco debut en 1980 de Nacha Pop: "La luz de la ma?ana entra en la habitaci¨®n, tus cabellos dorados parecen el sol. Luego por la noche al Penta a escuchar canciones que consiguen que te pueda amar".
Loquillo, 'Balmoral'
Qu¨¦ bar: Cockteler¨ªa Balmoral. Calle Hermosilla, 10 (Madrid).
La cocteler¨ªa Balmoral fue, desde 1955 hasta su cierre en 2006, refugio de periodistas, escritores, artistas, intelectuales, empresarios y, en definitiva, personajes de todo pelaje en busca de una buena conversaci¨®n en torno a una copa. Loquillo afirma que pas¨® all¨ª cuatro a?os de su vida tras conocerlo por insistencia de Jaime Urrutia.
Y tanto le marc¨® que no solo le dedic¨® dos canciones, sino todo un disco, Balmoral, editado en 2008. "Cuando se cerr¨®, se nos pidi¨® a los asistentes alguna nota y de ah¨ª naci¨® Balmoral 2, firmada por Luis Alberto de Cuenca, Jaime Urrutia y Jaime Stinus. El disco tambi¨¦n incluye otra titulada Balmoral, escrita por Sabino M¨¦ndez y por m¨ª", explica el m¨²sico en su web oficial.
Siniestro Total, 'Somos Siniestro Total'
Qu¨¦ bar: El Palentino. Calle del Pez, 12 (Madrid)
Uno de esos lugares en los que se detuvo el tiempo y que lleva muchos lustros siendo leyenda en vida. No en vano, es el ¨²nico 'bar de viejos' de los de toda la vida que necesita un portero para controlar su aforo en las noches de los fines de semana.
En Somos Siniestro Total, la adaptaci¨®n al castellano que el grupo gallego hace desde 1991 del Highway to hell, de AC/DC, El Palentino ya es mencionado como lugar necesario en cualquier ruta de bares que se precie, en este caso compartiendo camino con El Berberecho de Sangenjo y el Kwai (que estaba en la calle Fernando VI de Madrid, abierto en los a?os sesenta fue m¨ªtico en los a?os de la Movida y aparece en otra canci¨®n de la banda de 1985 llamada simplemente V¨¢monos al Kwai).
Volviendo sobre Somos Siniestro Total, la letra es todo un alegato mil veces coreado: "Nosotros somos seres racionales de los que toman las raciones en los bares./ Y no nos digas que no est¨¢ bien, que ya sabemos cu¨¢les son nuestros males./ Vamos a Kwai y al Berberecho y al Palentino y a lo hecho pecho./ ?Que qui¨¦nes somos? ?De d¨®nde venimos? ?Ad¨®nde vamos si se acaba el vino?".
Los Planetas, 'Qu¨¦ puedo hacer'
Qu¨¦ bar: El amador. Calle Pintor Lopez Mezquita, 13 (Granada)
Sin que su due?o de entonces lo pretendiera, El Amador se convirti¨® en un garito esencial para los pioneros indies espa?oles cuando Los Planetas lo incluyeron en la letra de Qu¨¦ puedo hacer, uno de los cl¨¢sicos que conforman su a¨²n m¨¢s cl¨¢sico disco S¨²per 8 (1994).
Un bar de tapas indie antes de que supi¨¦ramos realmente qu¨¦ era eso del indie, en la prehistoria de la independencia musical espa?ola, inmortalizado por Jota que sigue siendo hist¨®rico a pesar de sus cambios de due?os, el ¨²ltimo de ellos en diciembre de 2015: "He pasado por tu casa veinte veces y siempre voy al Amador por si apareces pero nunca m¨¢s, pero nunca, nunca m¨¢s, estoy harto de esperar".
Bunbury, 'Negativo'
Qu¨¦ bar: La estaci¨®n del silencio. Calle Catania, 1 (Zaragoza)
Desde 1987 hasta su cierre a finales de 2011, La Estaci¨®n del Silencio fue lugar de peregrinaci¨®n para todos los fans de H¨¦roes del Silencio, que se acercaban hasta all¨ª con el deseo ¨ªntimo de cruzarse con Enrique Bunbury o alguno de sus compa?eros. Pero no solo eso, pues de la mano de sus due?os, Antonio Estaci¨®n y y Jos¨¦ Manuel Mart¨ªnez 'Boch', lleg¨® a ser todo un dinamizador de la siempre burbujeante vida cultural de la capital aragonesa.
La importancia de este local qued¨® retratada para la posteridad en Radical sonora, el disco de debut en solitario de Bunbury all¨¢ por 1997, y concretamente en la canci¨®n Negativo: "Ha pasado el tiempo, tengo casa al otro lado del mar. Pero algunos momentos ser¨¢n dif¨ªcil de olvidar. La Estaci¨®n del Silencio junto a alg¨²n que otro bar. La ruta de los sue?os que parece imposible alcanzar".
Pereza, 'Por mi tripa'
Qu¨¦ bar: Siroco. Calle San Dimas, 3 (Madrid)
Uno de los locales fundamentales de la escena musical madrile?a, por la que cada mes pasan decenas (?centenares!) de aspirantes a lo que surja, a poder ser con una canci¨®n mediante. Refugio necesario para m¨²sicos, punto de encuentro de sobra conocido por Leiva y Rub¨¦n Pozo desde hace ya unos cuantos lustros. Mucho antes de las multitudes.
"Cambiar el mundo, hablar de m¨¢s, enredar un poco, controlar cada baldosa del ba?o del Siroco. Salir cada noche a matar, hacer un par de rotos, amanecer charlando con cara de locos", canta el d¨²o madrile?o en la letra de Por mi tripa, tema de su disco Aproximaciones (2007), en el que, con su canallismo callejero habitual, relatan noches y m¨¢s noches de excesos y, lo dicho, lo que surja.
Joaqu¨ªn Sabina, 'De pur¨ªsima y oro'
Qu¨¦ bar: Los Grabieles. Calle Echegaray, 19 (Madrid)
Retrato de la posguerra espa?ola y homenaje al torero Jos¨¦ Tom¨¢s, inspir¨¢ndose en otro matador, Manolete, con la vida en Madrid en los a?os cuarenta del siglo pasado como lienzo sobre el que pasan celebridades y tambi¨¦n personajes an¨®nimos. Todo un relato en el que Sabina cita locales como Los Grabieles, un tablao flamenco que estaba en la calle Echegaray. Tambi¨¦n se nombra la barra de Chicote (donde trabajaba Lupe Sino, uno de los amor¨ªos m¨¢s intensos de Manolete), el local flamenco Gitanillos y la sala de fiestas Alaz¨¢n.
"A la hora de la zambra, en Los Grabieles, por ventas madrugaba el pelot¨®n. Al d¨ªa siguiente hablaban los papeles de Celia, de Pem¨¢n y del Bay¨®n. Ense?ando las garras de astrac¨¢n, reclinaba en la barra de Chicote, 'la bien pag¨¢' derrite, con su escote, la crema de la intelectualidad. Perman¨¦n, con rodete Eva Per¨®n, parfait amour, rebeca azul marino, -maestro, le presento a Lupe Sino, lo dejo en buenas manos, matador-. Y luego el reservao en Gitanillos, y despu¨¦s la paella de Riscal", narran un par de sus estrofas.
Joan Manuel Serrat, 'Muchacha t¨ªpica'
Qu¨¦ bar: EL Jos¨¦ Luis. Calle Serrano, 89 (Madrid)
"Es esa muchacha t¨ªpica, cuya familia es la t¨ªpica familia bien del pa¨ªs. Anda esa muchacha t¨ªpica los domingos en la h¨ªpica y a las dos en Jos¨¦ Luis". As¨ª pint¨® Joan Manuel Serrat all¨¢ por 1970, en los estertores de la dictadura, a ese tipo de ni?a pija que era y es, en definitiva y a su manera, t¨ªpica, cuyo "deporte cong¨¦nito es la pesca del primog¨¦nito".
Como met¨¢fora de su rutina escogi¨® el bar Jos¨¦ Luis, ubicado en pleno coraz¨®n de la zona m¨¢s noble de la capital. Un bar de pinchos al estilo vasco, de esos en los que las tapas te miran a los ojos desde la barra. Eso fue lo que trajo a la capital Jos¨¦ Luis Ruiz Solaguren, llegando a crear una cadena de locales todos igual de reputados. Pero ninguno como el de la calle Serrano, m¨¢s que nada porque as¨ª para la posteridad lo ha querido Serrat.
Amaral, 'Es solo una canci¨®n'
Qu¨¦ bar: La v¨ªa l¨¢ctea. Calle Velarde, 18 (Madrid)
Otro de los garitos no ya cl¨¢sicos, sino perpetuamente legendarios de Malasa?a es La V¨ªa L¨¢ctea. Abierto en 1979, es otro de los locales supervivientes de los a?os locos de la Movida y, con el paso del tiempo, se ha convertido en una especie de museo con todos esos carteles de conciertos que adornan sus paredes.
Un templo del rock con personalidad propia por el que llevan casi cuarenta a?os desfilando m¨²sicos de todo tipo y condici¨®n. Como Eva Amaral y Juan Aguirre, que lo inmortalizaron en 2008 en Es solo una canci¨®n, sorpresiva y excepcionalmente a trav¨¦s de la voz del guitarrista: "De tanto re¨ªr no puedo ni hablar, de tantas cosas que te quiero contar, que hace un millar nos vemos en la V¨ªa L¨¢ctea".
Francisco Nixon, 'Bares de taxistas'
Qu¨¦ bar: Restaurante Iberia. Glorieta Ruiz Jim¨¦nez, 4 (Madrid)
Cualquiera que por el centro de Madrid se haya entregado alguna noche en demas¨ªa al noble ejercicio de la hidrataci¨®n espirituosa, ha acabado en el Iberia. M¨¢s que nada porque no cierra nunca, lo cual lo convierte en refugio nocturno 'para todos los p¨²blicos'. Y no es en absoluto extra?o que, con los primeros rayos del sol, convivan los que toman un caf¨¦ ma?anero con los que apuran la pen¨²ltima copa rebosante de hielo.
"En los bares de taxistas, por las noches dan comidas. Vienen de la calle San Bernardo, coincidimos a diario. Yo vengo cuando ya no queda donde ir. Los bares han cerrado y no s¨¦ por qu¨¦ bebes sola. Y me encontrar¨¦ contigo y estaremos bien", canta Francisco Nixon en esta composici¨®n que, de tan detallada, es imposible que no sea autobiogr¨¢fica.
Ariel Rot & The cabriolets, 'Cuando vengas a Madrid'
Qu¨¦ bar: Chicote. Gran V¨ªa, 12 (Madrid)
Los bares de Madrid son una atracci¨®n tur¨ªstica de primer nivel. Sobre todo algunos casi centenarios como Museo Chicote, fundado en 1931 en plena Gran V¨ªa, mencionado por Agust¨ªn Lara en su famoso chotis titulado sencillamente Madrid. Un cl¨¢sico que Ariel Rot y The Cabriolets reinterpretaron a su manera en 2010 en una campa?a institucional de promoci¨®n tur¨ªstica de la capital.
"Cuando vengas a Madrid, chulona m¨ªa, voy a hacerte emperatriz de Lavapi¨¦s; y alfombrarte con claveles la Gran V¨ªa, y a ba?arte con vinillo de Jerez. En Chicote, un agasajo postinero con la crema de la intelectualidad y la gracia de un piropo retrechero m¨¢s castizo que la calle de Alcal¨¢", cantaba Bimba Bos¨¦ en este chotis-pop del siglo XXI.
Miguel R¨ªos, 'Madrid 1983'
Qu¨¦ bar: Rock-Ola. Calle Padre Xifr¨¦, 5 (Madrid)
Otro de los templos sagrados de los alocados a?os ochenta en la capital, que en su emplazamiento original acogi¨® conciertos de bandas entonces incipientes como Depeche Mode, New Order o Iggy Pop. Despu¨¦s de m¨¢s de treinta a?os, Rock-Ola volvi¨® a abrir en octubre de 2016 en la calle Jos¨¦ Abascal, 8 (Madrid), con la intenci¨®n de resucitar aquel esp¨ªritu. Empresa imposible aunque rom¨¢nticamente loable.
En su canci¨®n Madrid 1983, compuesta por Joaqu¨ªn Sabina, Salvador Dom¨ªnguez y ¨¦l mismo, Miguel R¨ªos retrata la esencia del local: "Tienes que orientarte, ni?a, si te quieres divertir. ?Ven a ver los nuevos grupos que tocan por aqu¨ª! Esp¨ªdicos y acelerados, pelos de color, funden con su marcha el amplificador. Madrid, en el centro de la ola, Madrid, derritiendo el iceberg, Madrid, en el templo del Rock-Ola, Madrid 1983".
Nacho Vegas, 'La vida manca'
Qu¨¦ bar: La vida alegre. Calle Buen Suceso, 8 (Gij¨®n)
El asturiano sale con ganas de destrozar algo duro ya desde el primer verso de La vida manca, canci¨®n de su disco Resituaci¨®n (2014). Tras darse de cabezazos contra una pared y sentir la sangre brotar, mira al cielo y ve una valla enorme y en ella la cara sonriente del desgraciao que permiti¨® que echaran de su casa a Conchita y a Ladislao, y a otros cincuenta vecinos".
Ni corto ni perezoso, decide trepar a destrozar el cartel, pero en esas aparecen a la vez Polic¨ªa y Guardia Civil y, aprovechando un descuido, opta Nacho por correr hacia el ¨²nico lugar seguro que se le ocurre en ese momento, su bar predilecto (que usa en ocasiones incluso para citarse con periodistas): "Se enzarzaron entre ellos, yo aprovech¨¦ para huir, y mis ropas hechas jirones apestaban a muerte y destrucci¨®n. Pens¨¦: 'tendr¨ªa que hacer algo para apartar de m¨ª este olor'. Fui hasta La Vida Alegre. Llegu¨¦ y me dijo Isa que la vida all¨ª no tiene prisa por terminar, y cant¨® por Lucha Villa que pa qu¨¦ nos vamos a lamentar".
Mecano, 'Cruz de navajas'
Qu¨¦ bar: El 33. Calle San Jos¨¦, 1 (Santa Cruz de Tenerife)
La letra del segundo single del disco superventas Entre el cielo y el suelo (1986), que inicialmente Jos¨¦ Mar¨ªa Cano escribi¨® pensando en Isabel Pantoja, est¨¢ inspirado por un suceso real ocurrido en Santa Cruz de Tenerife. Es por eso que se cita en un par de ocasiones "al 33", una famosa discoteca de la ¨¦poca llamada 33 Norte, ya cerrada.
Esta es, en definitiva, la historia de un amor truncado por la rutina, protagonizada por Mario, el camarero del 33, y Mar¨ªa, trabajadora de unos grandes almacenes. "A las cinco se cierra la barra del 33 pero Mario no sale hasta las seis y si encima le toca hacer caja desp¨ªdete...", reza la letra de este cl¨¢sico de final tr¨¢gico, tan querido por los fans que, a¨²n hoy, peregrinan hasta el Club 33 de la calle Cabeza 33 de Madrid, en pleno barrio de Lavapi¨¦s. No es el original pero famosas son sus fiestas tem¨¢ticas sobre Mecano.
Los Punsetes, 'El bar del tanatorio'
Qu¨¦ bar: cualquier bar de tanatorio
Solo un grupo tan descarado y casi dir¨ªase que nihilista como Los Punsetes podr¨ªa escribir una oda musical al Bar del Tanatorio. No a ninguno en particular, sino al concepto en s¨ª de barra que nunca cierra y que siempre est¨¢ disponible para reconfortar. Un poquito de escapismo de la vida real, en un lugar donde aquello del incierto final no es m¨¢s que la en¨¦sima falacia tr¨¢gicamente constatada.
Porque aunque por supuesto haya quien se haya acercado al tanatorio de turno para tomar la pen¨²ltima por aquello del 'abierto 24 horas', no es en realidad un lugar al que nadie quiera ir por propia voluntad. Por eso no tiene parroquianos: "Conozco un bar donde puedes estar hasta que se hace muy tarde y nunca me dejan pagar. En ese bar las palabras est¨¢n de m¨¢s, el silencio reinante le imprime un car¨¢cter se?orial. El bar del tanatorio no est¨¢ en la gu¨ªa del ocio pero ma?ana podr¨ªamos quedar. En este bar la clientela no es regular, hay gente diferente todas las veces que vas".
Fito & Fitipaldis, 'Umore ona'
Qu¨¦ bar: Umore ona. Calle Esperanza s/n (Bilbao)
Un santuario del rock en el mism¨ªsimo Casco Viejo de Bilbao. Abierto en 1983 tomando el testigo de una vieja taberna de las de toda la vida, r¨¢pidamente se convirti¨® en cobijo de todos los amantes de los sonidos el¨¦ctricos y en parte esencial de la siempre vivaracha historia musical de la ciudad, propiciando que j¨®venes bandas como Platero y t¨² dieran all¨ª sus primeros pasos.
Fito Cabrales, de hecho, fue desde siempre uno de sus parroquianos m¨¢s fieles. Tanto que termin¨® dedic¨¢ndole al garito una canci¨®n (instrumental) propia, llamada sencillamente Umore ona. Sin necesidad de palabras, el bilba¨ªno pone banda sonora a sus recuerdos y sensaciones en este corte del disco Huyendo conmigo de m¨ª (2014). Un homenaje que se convirti¨® en despedida, pues el bar cerr¨® en septiembre de 2014 ante las quejas por el ruido de los vecinos. En su lugar, ahora hay una afamada charcuter¨ªa.
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