Otro modelo de autopistas

Para este Gobierno y para todos los ciudadanos la quiebra y el proceso de liquidaci¨®n de nueve autopistas de peaje es un problema grave que deber¨ªa haberse resuelto ya con el m¨ªnimo coste posible en dinero p¨²blico. El pr¨®ximo viernes el Consejo de Ministros aprobar¨¢ un convenio para que la Sociedad Estatal de Infraestructuras (Seittsa) asuma la gesti¨®n de las v¨ªas quebradas ¡ªentre las que se cuentan las radiales de Madrid, impulsadas por Francisco ?lvarez Cascos y Esperanza Aguirre¡ª en tanto se procede a una nueva licitaci¨®n, de forma que est¨¦n adjudicadas a finales de 2018.

Es obligado insistir en que el coste de gesti¨®n debe minimizar el empleo de dinero p¨²blico. Pero, sobre todo, el convenio y el desarrollo de la licitaci¨®n que prepare Seittsa tiene que liquidar definitivamente el procedimiento perverso de que el Estado tiene la Responsabilidad Patrimonial Efectiva en caso de quiebra. Este es el modelo rapaz en el que las grandes obras p¨²blicas tienen car¨¢cter privado mientras producen beneficios y se convierten en cargas p¨²blicas en cuanto generan p¨¦rdidas. Este patr¨®n de negocio no es patrimonio de las carreteras; ah¨ª est¨¢ el caso Castor para demostrarlo. Pero causa una grave distorsi¨®n en la inversi¨®n viaria y dificulta la inversi¨®n en redes secundarias.

La segunda gran condici¨®n es que las proyecciones de tr¨¢fico sobre las que se calculen las condiciones financieras de la licitaci¨®n sean realistas y no una simple entelequia para garantizar el capricho pol¨ªtico de inaugurar autopistas o radiales. Ese capricho es la causa de una quiebra que, por pura incompetencia de los gestores p¨²blicos, se ha convertido en un problema grave (no es evidente que se consiga una nueva licitaci¨®n) y un perjuicio para el erario p¨²blico, todav¨ªa impreciso pero probablemente elevado. Espa?a necesita otro modelo para gestionar las infraestructuras p¨²blicas y una revisi¨®n de lo que se ha hecho por Gobiernos anteriores.