Crisantemos azules gracias a la ingenier¨ªa gen¨¦tica
El uso de genes de otras especies logra el color azul en una de las principales flores ornamentales
Hay crisantemos rojos, amarillos, blancos, violetas, anaranjados, rosas... y hasta con flores que combinan varios de estos colores. Pero lo que no hay son crisantemos azules. Ahora, en una compleja operaci¨®n de ingenier¨ªa gen¨¦tica, investigadores japoneses han logrado que florezcan crisantemos con amplio abanico de azules. En el futuro quiz¨¢ haya tambi¨¦n rosas o tulipanes del color del mar.
Aunque hay flores azules, como la Hepatica nobilis o la hortensia, ninguna de las cinco principales flores ornamentales (rosas, claveles, gerberas, tulipanes y crisantemos) visten sus p¨¦talos de azul. Y eso que, ya antes de Mendel y sus experimentos con los guisantes, muchos han intentado colorearlas. Adem¨¢s de las razones est¨¦ticas, quien logre la versi¨®n azul de alguna de estas flores har¨¢ un gran negocio: entre las cinco copan el 70% de un mercado que mueve casi 50.000 millones de euros al a?o, seg¨²n el Mapa Mundial de la Horticultura.
Ninguna de las principales flores ornamentales tiene variedades azules
Pero ni por hibridaci¨®n ni aprovechando mutaciones gen¨¦ticas, entusiastas como el brit¨¢nico Frank Cowlishaw, que se pas¨® 25 a?os cruzando variedades de rosas, han logrado azularlas. Solo con la ingenier¨ªa gen¨¦tica llegaron los primeros avances. A mediados de los 90, la empresa australiana Florigene obtuvo claveles de color violeta. Una d¨¦cada despu¨¦s, la misma compa?¨ªa, en colaboraci¨®n con el gigante agroalimentario japon¨¦s Suntory, lograba la que anunciaron como la primera rosa azul (ver foto en sumario). En realidad, es m¨¢s violeta que otra cosa. En cuanto a los intentos de conseguir tulipanes azules, solo se ha logrado una variedad en la que la ra¨ªz de los p¨¦talos es azulada.
"Al no haber flores azules entre las especies silvestres con las que est¨¢n emparentadas con las que cruzarlas, nadie ha sido capaz de crear variedades con flores azules mediante la hibridaci¨®n o la mutaci¨®n", explica el investigador del Instituto de Ciencia de los Vegetales y la Floricultura NARO de Tsukuba (Jap¨®n), Naonobu Noda. "Las antocianinas, que son los principales pigmentos de las flores, var¨ªan la coloraci¨®n roja, p¨²rpura y azul seg¨²n cambia su estructura. Se necesitan condiciones m¨¢s complejas para conservar las estructuras que expresan la coloraci¨®n azul que las que expresan el rojo o el violeta. Por eso, es tan dif¨ªcil lograr estas condiciones por medio de las t¨¦cnicas tradicionales de cultivo", a?ade.
Noda y un grupo de colegas han librado estas dificultades con la manipulaci¨®n gen¨¦tica de los crisantemos. A falta de parientes cercanos con flores azules, se fijaron en otras flores silvestres que s¨ª tienen ese color y en su versi¨®n m¨¢s intensa, como son las campanillas de Canterbury o farolillos y la exuberante conchita azul. Seg¨²n explican en la revista Science Advances, primero insertaron el gen de una y despu¨¦s el de la otra. Sin embargo, no lograron crisantemos azules, si no violetas.
No bastaba con insertar los genes que codifican la pigmentaci¨®n azul ya que, al expresar tambi¨¦n los pigmentos rojos (llamados cianidinas) del crisantemo, los tonos obtenidos se parec¨ªan m¨¢s al violeta logrado en los primeros claveles y rosas transg¨¦nicas que un verdadero azul. Por eso, tuvieron que silenciar los genes propios del crisantemo. De los 32 linajes de crisantemos transg¨¦nicos que obtuvieron, 19 echaron flores en un amplio rango de violetas a aut¨¦nticos azules.
Noda cree que este mismo procedimiento se podr¨ªa aplicar a otras flores hasta ahora reacias al azul, como las rosas o los tulipanes. Para eso a¨²n hay que controlar otros factores que intervienen en la coloraci¨®n, como la acidez de los p¨¦talos. En todo caso, emplaza a los interesados en ver sus crisantemos azules al mes de noviembre, cuando florecen.
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