Los ni?os, las v¨ªctimas invisibles
Pedimos a los poderes p¨²blicos y encargados de velar por la infancia que no la abandonen a su suerte, ligada sin remedio a la de los explotadores
¡°No sab¨ªa que era una v¨ªctima de nada, excepto de las circunstancias¡±. Esta frase de Caitlin Kelly Lawrence, superviviente de trata con fines de explotaci¨®n sexual, puede ayudarnos a entender en parte lo complejo de este delito, que cada a?o suma nuevas v¨ªctimas e incorpora diferentes formas de explotaci¨®n.
Muchas de las v¨ªctimas proceden de entornos donde la violencia y los abusos est¨¢n normalizados. Precisamente con el deseo de alejarse de ellos, inician un viaje que les llevar¨¢ a ser explotados en granjas, minas o burdeles. Pero es muy dif¨ªcil auto identificarse como v¨ªctima, aceptar que fuiste enga?ado y que tu vida no te pertenece. Que las palizas, vejaciones y abusos no son algo con lo que tienes que lidiar, porque ya han formado parte de tu vida anteriormente y porque t¨² decidiste emprender ese camino. Sin embargo, para obtener la protecci¨®n a la que tienes derecho debes reconocerte como v¨ªctima de un delito complicado de probar y denunciar a tus explotadores. Solo entonces se pondr¨¢n en marcha todos los mecanismos para liberarte y perseguir el delito. La realidad es que solo cuando el miedo a una paliza mortal (a ti o a tu familia) es m¨¢s fuerte que todos los otros miedos, puedes empezar a pensar en pedir ayuda.
Es muy dif¨ªcil auto identificarse como v¨ªctima, aceptar que fuiste enga?ado y que tu vida no te pertenece
A pesar de los esfuerzos invertidos en campa?as y actuaciones policiales, la inexorable ley de la oferta y la demanda sigue desplazando a hombres, mujeres y ni?os all¨ª donde son solicitados. A las tradicionales formas de reclutamiento y explotaci¨®n se han sumado Internet y las redes sociales. El Secretario de Estado de EE UU alerta en su ¨²ltimo informe sobre trata de personas del aumento del n¨²mero de ni?os y ni?as captados a trav¨¦s de las nuevas tecnolog¨ªas y denuncia que sufren abuso a trav¨¦s de ellas, como abusos a trav¨¦s de la Red o la pornograf¨ªa infantil.
Y es que la infancia protagoniza muchas de estas historias. Como afectados directos ¨Clos ni?os constituyen casi un tercio de todas las v¨ªctimas de trata en el mundo¨C o como hijos e hijas de otras v¨ªctimas, que son utilizados para extorsionar a sus madres si ellas no cumplen con el plan de los tratantes. En Espa?a, y seg¨²n los datos de Fiscal¨ªa, en el a?o 2015 se detectaron 48 posibles v¨ªctimas menores de edad (45 para explotaci¨®n sexual y 3 para matrimonio forzado). Y, seg¨²n cifras no oficiales de las entidades que trabajan con v¨ªctimas, hay cientos de ni?os de corta edad que han desaparecido de los centros de atenci¨®n junto a sus madres.
Este 30 de julio queremos fijarnos sobre todo en ellos, los ni?os y ni?as que viven en el entorno de la trata porque sus madres est¨¢n presas de los explotadores. En palabras de la propia Fiscal¨ªa General del Estado en su Memoria de 2015: ¡°En ocasiones, los ni?os son controlados por la red como medio de presionar a la madre a la que explotan; otras veces son puestos bajo el cuidado o vigilancia de un miembro de la organizaci¨®n, incrementando la deuda de la v¨ªctima con la organizaci¨®n en concepto de manutenci¨®n del peque?o; la red amenaza a la madre con dar al menor en adopci¨®n si disminuyen los ingresos econ¨®micos generados por la explotaci¨®n sexual; a veces son sometidos a malos tratos (ataduras, lesiones y hasta muerte¡), mientras sus madres ejerc¨ªan la prostituci¨®n en otros lugares¡±.
A pesar de los esfuerzos en campa?as y actuaciones policiales, la inexorable ley de la oferta y la demanda sigue desplazando a hombres, mujeres y ni?os all¨ª donde son solicitados
Estos d¨ªas se ha llegado en Espa?a a un acuerdo pol¨ªtico para un futuro Pacto de Estado en materia de Violencia de G¨¦nero. La atenci¨®n que ha suscitado este tema en los ¨²ltimos a?os ha generado muchas medidas; entre ellas, la consideraci¨®n de los hijos e hijas de una v¨ªctima de violencia de g¨¦nero como v¨ªctimas directas. Ha sido un gran avance, que sit¨²a a la infancia en el lugar que le corresponde: no como meros testigos de violencia, sino como afectados en primera persona. Desde UNICEF Comit¨¦ Espa?ol celebramos estos avances y pedimos que el documento final reconozca este mismo tratamiento tambi¨¦n a los hijos de v¨ªctimas de trata. El Pacto ofrece una buena oportunidad para ello, pues ampl¨ªa el concepto de violencia de g¨¦nero para incluir otras realidades como la trata de mujeres y ni?as.
As¨ª, adem¨¢s de reforzar la protecci¨®n de las mujeres y ni?as explotadas, se reconocer¨¢ la historia y el sufrimiento de los hijos e hijas de v¨ªctimas de trata, otorg¨¢ndoles el estatus de v¨ªctimas directas. Solo as¨ª podr¨¢n constar en los registros oficiales, se podr¨¢n adoptar las medidas necesarias para su protecci¨®n, y no depender¨¢n de un complicado proceso de auto identificaci¨®n y denuncia muchas veces dif¨ªcil de asumir. Pedimos a los poderes p¨²blicos y encargados de velar por la seguridad de los ni?os y ni?as que no los abandonen a su suerte, ligada sin remedio a la de los explotadores.
Los ni?os y ni?as v¨ªctimas de trata son invisibles. Pero no podemos apartar la vista de una realidad con la que debemos acabar.
En el a?o 2013, las Naciones Unidas designaron el 30 de julio como el D¨ªa Mundial contra la Trata, se?alando que este d¨ªa es necesario para ?concienciar sobre la situaci¨®n de las v¨ªctimas de la trata de seres humanos y para promocionar y proteger sus derechos.
Almudena Olaguibel es especialista en derechos de infancia de Unicef Copmit¨¦ Espa?ol.
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