?Es la OMS responsable del veto a las personas trans en el Ej¨¦rcito estadounidense?

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?Qu¨¦ legitimidad hubiera tenido Donald Trump para prohibir el acceso de las personas trans al Ej¨¦rcito estadounidense si la transexualidad ya no estuviera catalogada como una enfermedad mental por la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS)?

Para la Federaci¨®n Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales es la pregunta clave a la hora de analizar una de las ¨²ltimas pol¨¦micas del presidente de Estados Unidos, quien anunci¨® la semana pasada una medida que, a diferencia de otras muchas de sus iniciativas m¨¢s pol¨¦micas, no fue propuesta durante su campa?a electoral.

Este ataque hacia las personas trans deber¨ªa ser considerado como una ofensa a toda la sociedad. Una discriminaci¨®n sobre la base de la identidad de g¨¦nero es un claro ejemplo de grave falta de respeto hacia un colectivo continuamente estigmatizado y que afecta directamente a la dignidad de las personas y a los derechos humanos.

Sin embargo, es un veto hacia personas consideradas enfermas y, por lo tanto, cuyos derechos son susceptibles de ser limitados a ojos de quienes todav¨ªa no han entendido aspectos tan b¨¢sicos como la diferencia entre el sexo y el g¨¦nero.

Necesitamos que todas esas personas que est¨¢n indignadas en diferentes partes del mundo por este tipo de medidas se sumen a la exigencia de la eliminaci¨®n de la transexualidad por parte de la OMS de su cat¨¢logo de enfermedades mentales

Esta medida de Trump supone su primer claro ataque hacia las personas LGTB desde el comienzo de su mandato, pero somos muchos quienes tememos que no sea el ¨²ltimo. Los derechos de lesbianas, gais y bisexuales tambi¨¦n corren riesgo si la sociedad americana considera que existe verdaderamente alguna raz¨®n para excluir a una persona transg¨¦nero o transexual del leg¨ªtimo derecho de querer ser miembro del Ej¨¦rcito de su pa¨ªs en igualdad de condiciones que el resto de ciudadanas y ciudadanos. Considerarlas menos v¨¢lidas que las dem¨¢s es tan absurdo como lo fue excluir a las mujeres de esa posibilidad. Supone, en ¨²ltima instancia, considerar que existen razones objetivas para privar a una persona de un puesto de trabajo por razones que van m¨¢s all¨¢ de sus cualidades profesionales.

La conmemoraci¨®n en Madrid por primera vez este a?o del WorldPride, el Orgullo Mundial LGTB, defendi¨® en la manifestaci¨®n del 1 de julio como uno de sus dos lemas de cabecera la "Despatologizaci¨®n Trans ?ya!". Supuso insistir ante una audiencia global en una conquista social que ya llega muy tarde. Ante esta situaci¨®n, necesitamos que todas esas personas que est¨¢n indignadas en diferentes partes del mundo por este tipo de medidas se sumen a la exigencia de la eliminaci¨®n de la transexualidad por parte de la OMS de su cat¨¢logo de enfermedades mentales. No nos enga?emos: no estamos hablando de un tema m¨¦dico, sino pol¨ªtico. Perpetuar esta discriminaci¨®n hace que sigamos mandando el mensaje a todas esas personas que no se sienten identificadas con el g¨¦nero que les han asignado de que tienen un problema, de que se equivocan, de que no tienen derecho a ser como sienten, como son. Hasta que no entendamos que el problema no es suyo, sino de la transfobia de ciertos sectores de la sociedad seguiremos condenando al ostracismo a personas que solo piden algo ¨Ctan, por lo visto, revolucionario¨C como elegir por s¨ª mismas qu¨¦ consideran que son.

Desde la llegada a la presidencia de Trump, Estados Unidos se encuentra a la deriva en cuanto a la protecci¨®n de las personas m¨¢s vulnerables. La ausencia en una ley nacional que proteja los derechos de las personas LGTBI deja sin protecci¨®n a una parte de la sociedad estadounidense al estar supeditada al cambio de color pol¨ªtico en la Casa Blanca para ver o no respetados sus derechos fundamentales.

FELGTB impulsa la imprescindible Ley de Igualdad LGTBI que en la actualidad se encuentra en el Congreso de los Diputados a la espera de fijarse una fecha para su tramitaci¨®n. En ella se contempla la necesidad de que la transexualidad no sea considerada por Espa?a una enfermedad mental. Confiamos en que su aprobaci¨®n se realice antes del final de este a?o, como ya se ha realizado en otros pa¨ªses de nuestro entorno. Esperamos que as¨ª Espa?a muestre el camino a seguir a Estados Unidos, que se halla en la actualidad muy lejos de situarse entre los pa¨ªses que lideran la lucha por la igualdad, la libertad, la justicia y la dignidad. Esperamos, por lo menos, que la OMS no le siga sirviendo de coartada.

Jes¨²s Generelo es presidente de la Federaci¨®n Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (FELGTB).

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