?Qu¨¦ atormenta al hombre m¨¢s feliz del mundo?
El bienestar aumenta con la edad, pero debemos evitar compararnos con los dem¨¢s
Matthieu Ricard, un monje budista tibetano de origen franc¨¦s de 70 a?os de edad, vive en una regi¨®n remota de Nepal y presenta una alta actividad de bienestar y de emociones positivas durante sus meditaciones. Debido a ello, cient¨ªficos de la Universidad de Wisconsin (EE UU) establecieron que Ricard es el hombre m¨¢s feliz del mundo tras analizar la actividad de su cerebro en el marco de un estudio de 12 a?os sobre meditaci¨®n y compasi¨®n.
Aunque tampoco parece que haga falta dedicarse a la meditaci¨®n para alcanzar el bienestar, ya que seg¨²n un estudio realizado por Andrew Oswald, profesor de Econom¨ªa y Ciencias del Comportamiento de la Universidad de Warwick en el Reino Unido, en el que se evaluaron a m¨¢s de 500.000 personas repartidas entre Am¨¦rica y el viejo continente, la felicidad llega sola con los a?os.
Pero no todos envejecemos igual, y los hombres parten con ventaja: su piel presenta caracter¨ªsticas m¨¢s apropiadas para mantenerse firme con los a?os, seg¨²n un trabajo publicado en el Journal of Dermatological Science. Estas y muchas otras curiosidades de la edad se las cont¨¢bamos ayer en el programa semanal de BuenaVida en la Ser. Mar¨ªa Galiana y Emilio Guti¨¦rrez Caba conversaban con Marta Nebot, directora y presentadora del espacio; e Idoia Sota, editora web de la revista, sobre lo que se siente al envejecer.
Seg¨²n Ricard, independientemente de los a?os que se tenga, el factor clave que puede matar la felicidad es el h¨¢bito da?ino de compararse con los dem¨¢s. "La comparaci¨®n es el asesino de la felicidad", explic¨® a GQ. En este sentido, el monje tambi¨¦n revel¨® que no est¨¢ de acuerdo con el t¨ªtulo que se le ha otorgado ¡ªel de hombre m¨¢s feliz del mundo¡ª, ya que lo considera ¡°absurdo.¡± Tanto que, abrumado por su popularidad, lleg¨® a confesarle al Dalai Lama que ansiaba desaparecer.
Adem¨¢s de hablar del envejecimiento, en el programa de ayer preguntamos a los ni?os si se reconocen como la futura generaci¨®n F, f de flojos (que es como les llaman los expertos) y aclaramos de una vez por todas si los padres tienen que dejarse ganar o no al parch¨ªs por sus hijos. Para terminar, Joaqu¨ªn Prat habl¨® de si se puede tener una buena vida conviviendo con cuatro ni?os, y escuchamos lo que ten¨ªan que decir los presos de una c¨¢rcel de alta seguridad de Estados Unidos sobre c¨®mo viven nuestros peque?os.
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