Atletismo sin medallas

Los Campeonatos del Mundo de Atletismo de Londres han finalizado sin que Espa?a haya podido conseguir una sola medalla. Puede argumentarse que los podios no lo dicen todo sobre la calidad o el progreso de un deporte y que hay deportistas espa?oles en la ¨¦lite internacional, desde Rafael Nadal hasta Carolina Mart¨ªn, Garbi?e Muguruza, Sergio Garc¨ªa o Jon Rahm, por citar algunos de los destacados. Pero los citados, u otros en ciclismo o f¨²tbol, son excepciones que despuntan alejados de la pol¨ªtica deportiva p¨²blica. Que es precisamente la que que se mide en una Olimpiada o en un Mundial de Atletismo.

Espa?a no dispone en estos momentos de una pol¨ªtica deportiva solvente y constante. La tuvo, como muestran los ¨¦xitos deportivos en otras Olimpiadas o Mundiales, pero ya no. En Londres pr¨¢cticamente agotaron sus posibilidades figuras hist¨®ricas como Ruth Beitia, pero aunque sigan compitiendo, lo cierto es que quienes deber¨ªan tomar el relevo no aparecen o no suscitan expectativas. Apenas pueden mencionarse a Adel Mechaal o a los componentes del 4x400, quintos en la final.

Las autoridades deportivas deber¨ªan considerar los resultados de Londres como una llamada de atenci¨®n muy seria. La pol¨ªtica deportiva ha sufrido las consecuencias de recortes presupuestarios y de la escasez de recursos financieros, que han provocado ca¨ªdas en las becas y en las retribuciones de los atletas de ¨¦lite. El Plan ADO ofreci¨® resultados iniciales brillantes, pero el ¨²ltimo ciclo, el que va desde 2016 a 2020, tendr¨¢ que ser reconsiderado a la luz de los resultados de Londres.

Espa?a carece de un modelo deportivo para el atletismo o para otros deportes ol¨ªmpicos; y esta indefinici¨®n impide que el dinero disponible, obtenido tambi¨¦n con aportaciones de empresas patrocinadoras, pueda aplicarse de forma rentable, para el atleta y para el deporte espa?ol.