Eclipse solar: una oscuridad m¨¢gica recorre Estados Unidos
EE UU se paraliza para contemplar el primer eclipse solar total en 99 a?os que recorre el pa¨ªs de costa a costa
El silencio y la emoci¨®n invadieron este lunes Estados Unidos desde la costa oeste a la este. Una sombra recorri¨® el pa¨ªs diagonalmente en 92 minutos. El primer eclipse solar total que cruza EE UU en 99 a?os fue un espect¨¢culo de sensaciones m¨¢gicas que atrajo a millones de personas.
En Isle of Palms, una diminuta isla a las afueras de Charleston (Carolina del Sur), cientos de personas se congregaron en la playa para observar el acontecimiento astron¨®mico. Durante cerca de una hora y media el Sol fue lentamente desapareciendo. A las 14:46 hora local, durante dos minutos y un segundo, se hizo de noche: la luna se situ¨® por delante del Sol y este se dej¨® de ver. Tras esa oscuridad, el Sol reapareci¨® gradualmente mientras el eclipse se desped¨ªa de EE UU y se adentraba en el oc¨¦ano Atl¨¢ntico.
"Ha sido muy corto, pero me ha gustado la sensaci¨®n de comunidad", dec¨ªa, tras el eclipse, Alex Fuchs, un franc¨¦s de 51 a?os que viaj¨® con su familia 15 horas en coche desde Nueva York para presenciar el fen¨®meno.
En efecto, los dos minutos y un segundo de oscuridad parecieron fugaces. La luna situada frente al Sol cre¨® una corona extremadamente brillante de luz blanca. Algunas personas gritaban euf¨®ricas. Otras permanec¨ªan at¨®nitas. El mundo pareci¨® pararse. La oscuridad no era completa: el cielo era gris¨¢ceo mientras el horizonte en el oc¨¦ano ten¨ªa un color anaranjado.
Antes del eclipse total, el Sol creaba una medialuna dorada en la parte occidental de la luna. Y tras el eclipse, la media luna apareci¨® en el lado oriental hasta que poco a poco fue creciendo y el Sol volvi¨® a asomar por completo.
Unos quince minutos antes del eclipse, el paisaje cambi¨® claramente en la playa de Isle of Palms. La temperatura cay¨®, el viento sopl¨® con fuerza y los p¨¢jaros volaban lentos hasta desaparecer por completo. Una luz gris invad¨ªa el entorno mientras todo se ralentizaba.
Tras el eclipse, la luz clara y la rutina volvieron a la playa, casi como si nada hubiera ocurrido.
Steve Spronk, de 39 a?os, llevaba desde 1994 esperando ese momento. ¡°Finalmente¡±, exclamaba junto a su mujer y sus cuatro hijos de corta edad con los que viaj¨® en coche desde Filadelfia para observar el acontecimiento. Hace 23 a?os, Spronk vio desde el Estado de Illinois un eclipse solar parcial. La experiencia le convirti¨® en un apasionado de la astronom¨ªa y desde entonces asegura que sab¨ªa que un eclipse solar total recorrer¨ªa EE UU el 21 de agosto de 2017.
El d¨ªa lleg¨®. Y el hombre hablaba entusiasmado pero nervioso poco antes de la irrupci¨®n de la oscuridad. Las nubes en el cielo y la amenaza de lluvias le ten¨ªan a ¨¦l y a muchos con la ansiedad a flor de piel, pero por suerte el d¨ªa se aclar¨® ligeramente en el momento adecuado para poder presenciar el espect¨¢culo.
¡°Te hace darte cuenta de la peque?a magnitud de tus problemas. Te da una sensaci¨®n de perspectiva¡±, dec¨ªa Spronk. Muy religioso, tambi¨¦n sacaba lecturas m¨ªsticas del fen¨®meno astron¨®mico: ¡°Es una forma de honrar a dios. Miras al cielo y sientes que el creador est¨¢ detr¨¢s. Es una experiencia inspiradora¡±.
Observando el eclipse era imposible no tener una sensaci¨®n de peque?ez del ser humano y su ausencia de control respecto a la inmensidad del resto del universo. La luna es 400 veces m¨¢s peque?a que el Sol y poder observar el momento preciso en que se sit¨²a por delante y lo bloquea es un hito.
Los eclipses solares totales no son ins¨®litos: ocurren en alguna zona del planeta cada 18 meses, pero lo dif¨ªcil es que se puedan ver desde puntos habitados, m¨¢s a¨²n que crucen un pa¨ªs enorme, como EE UU, con m¨¢s de 300 millones de habitantes. Tras el de este lunes, el siguiente eclipse total visible desde la tierra tendr¨¢ lugar en enero de 2019, con Argentina y Chile como mejores pa¨ªses para contemplarlo. Y el pr¨®ximo eclipse en Norte Am¨¦rica ocurrir¨¢ en abril de 2024.
Robert Rosario y su esposa Ana Quiroz, de 40 y 45 a?os y residentes de Charleston, decidieron no ir a trabajar. Eran una de las muchas familias perfectamente equipadas en la playa para mirar al cielo. Tardaron un buen rato en llegar en coche a Isle of Palms, invadida por la eclipseman¨ªa y donde poder aparcar era una quimera. Se calcula que hasta un mill¨®n de personas se desplazaron a la zona metropolitana de Charleston para seguir el eclipse.
¡°Quer¨ªa verlo con mi hija de 13 a?os¡±, dec¨ªa Robert, junto a la menor. ¡°Es mi ¨²nica oportunidad. Ella quiz¨¢ vea otro eclipse solar total, pero yo seguro que no¡±, subrayaba.
Dan Sherlock, de 17 a?os, tampoco pod¨ªa disimular su entusiasmo. Llevaba una camiseta que rezaba ¡°Eclipse 2017¡± y viaj¨® con toda su familia y la de un amigo suyo desde Pensilvania. ¡°El d¨ªa ha llegado. Es simplemente un honor¡±, exclamaba aliviado.
De copas en la oscuridad
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