Racismo pornogr¨¢fico

Ocurri¨® en Twitter, en mitad de la vor¨¢gine despu¨¦s de los atentados de Barcelona. La tragedia me pill¨® en el norte de vacaciones y reconozco que me inform¨¦ de casi todo a trav¨¦s de las redes sociales. Dej¨¦moslo en que mi perfil tuitero me da muchas satisfacciones y tambi¨¦n me provoca alg¨²n que otro encontronazo, m¨¢s o menos como a cualquiera. El caso es que andaba yo peg¨¢ndome (s¨ª, peg¨¢ndome) con todos aquellos que sacaron katana contra todo lo que fuera de m¨¢s abajo de Tarifa, cuando me encontr¨¦ con este mensaje:

?Glub!

Un tipo pidiendo que no consumamos nada ¨¢rabe, con la m¨¢s firme intenci¨®n de dejar de tener trato alguno con todos los que, seg¨²n su parecer, son susceptibles de provocar matanzas como las que est¨¢n sacudiendo nuestra existencia. Un idiota m¨¢s confundiendo ¨¢rabe, musulm¨¢n, isl¨¢mico e islamista. A esto solo puede reaccionarse tratando de que se averg¨¹ence (con la esperanza de que rectifique). A esa islamofobia recalcitrante, ignorante y tan peligrosa que tan f¨¢cilmente se pasea por las redes sociales, hay que combatirla. Creo que son otros los que est¨¢n dando mejores argumentos que yo respecto a este asunto. Igual que admito que son otros los que mejor saben explicarlo. Pero en esta batalla estamos implicados todos y cada uno de nosotros puesto que somos responsables del tipo de sociedad que estamos creando. Y me niego a quedarme de brazos cruzados cuando ocurre cerca de m¨ª.

Al tipo en cuesti¨®n no le pareci¨® bien que lo se?alara. Lo de que te pongan un espejo para ver lo mierda que eres no es f¨¢cil; lo admito. As¨ª que se envalenton¨® y me profiri¨® un insulto que, hasta ese momento, nadie hab¨ªa utilizado contra m¨ª. Me llam¨® FOLLANEGROS. Con todas las letras. Xen¨®fobo por odiar a los musulmanes, racista por odiar a los negros. As¨ª que me fij¨¦ m¨¢s y quise saber qui¨¦n era. Ten¨ªa curiosidad por conocer a este actor y productor de porno, cuyo ¨²nico acierto que le encontr¨¦ en un primer vistazo en su vida profesional es haber contado en alguna ocasi¨®n con Jordi, el Ni?o Polla de mis amores.

No esperen mucho m¨¢s. No lo hay.

Lo ¨²nico que podr¨ªa aplaudirle es pertenecer a un gremio que respeto y al que recurro en muchas ocasiones, tanto profesionales como personales. No lo conoc¨ªa, confieso. Aunque s¨ª a alguna de las mujeres que protagonizan con ¨¦l escenas en redtube.com. Con escasa repercusi¨®n, por cierto. A pesar de tratarse de secuencias que se ofrecen gratuitamente, algunas no superan apenas el centenar de visitas. A cambio, en su perfil de twitter y en algunas entrevistas en la red encontr¨¦ gui?os a Torbe y evidenci¨¦ que es un hom¨®fobo de libro.

Ojal¨¢ los grandes productores y actores de la industria pornogr¨¢fica lo tengan en cuenta cuando se crucen con ¨¦l. Creo firmemente que la campa?a contra el racismo y la homofobia debe de hacerse desde todos los frentes, incluyendo c¨®mo no, la pornograf¨ªa. Otro porno es posible. Ojal¨¢ no cruzarnos con personas que consideran que tener sexo con negros es denigrante o que convivir con personas de otros pa¨ªses que profesan la religi¨®n que quieran favorece el terrorismo. Respeto a las personas, pero no tengo por qu¨¦ respetar sus ideas. E intento encaminarme hacia el laicismo, la tolerancia y el respeto. Se llama educar. Y hasta en el porno hay que educar.

La palabreja, follanegros, me provoc¨®, sin embargo, una reflexi¨®n personal. E instig¨® que no me quedara otra que reconocer que mi sexualidad con personas de raza negra es nula. Nula. El primer negro al que me hubiera gustado conocer m¨¢s all¨¢ de un saludo, es Michael Jordan, del que me enamor¨¦ profundamente en la adolescencia. Recuerdo aquel Dream Team casi como un har¨¦n, en el que Jordan brillaba con su bendita presencia. Segu¨ª haciendo examen de conciencia y reconoc¨ª que la lista de negros apetecibles se me ampliaba. Pocos hombres me parecen tan codiciados como el jamaicano Usain Bolt. O como los actores Samuel L. Jackson y Denzel Washington. Sin olvidarnos de Naomi Campbell. Cualquiera de estos negros re¨²nen todos los par¨¢metros para formar parte de mis humedales intenciones. Bigardos todos que, por cierto, podr¨ªan darle con la barbilla en la cabeza al idiota que pretendi¨® insultarme llam¨¢ndome follanegros. Qu¨¦ bueno fue que lo hiciera. As¨ª me obligu¨¦ a indagar m¨¢s sobre su vida profesional y empaparme de la personal que ¨¦l mismo evidencia para darme cuenta de que ojal¨¢, antes de que muera, pueda compartir el tiempo que haga falta con personas de otras raza en mi propia cama. Me llamen lo que me llamen.

Para terminar, perm¨ªteme Robin Reindx que te diga que, siendo como eres¡­ Bastante tienes con poder dedicarte al porno de tercera. De ah¨ª no pasar¨¢s. ?Apuestas?