El efecto retardado de las autopistas de peaje de Aznar

El Bolet¨ªn Oficial del Estado nos informaba el viernes pasado: los contribuyentes van a ganar el pr¨®ximo a?o 34,3 millones de euros gracias a la gesti¨®n p¨²blica de nueve autopistas de peaje en quiebra. Una suerte; si no fuera porque, en realidad, la operaci¨®n puesta en marcha por el Ministerio de Fomento le va a costar al Estado ¡ªes decir, al contribuyente¡ª m¨¢s de 2.500 millones de euros gracias a ese sistema tan depurado de mutualizar p¨¦rdidas. Pero esta no es la historia de un fraude (no est¨¢ demostrado), sino de una enorme incompetencia pol¨ªtica.

Hay pol¨ªticos que dejan legados, otros que otorgan herencias y otros que siembran bombas de efecto retardado. En este ¨²ltimo apartado hay un nombre de post¨ªn: Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. Sus autopistas de peaje respond¨ªan all¨¢ por los a?os noventa a sus delirios de grandeza de una Espa?a que iba m¨¢s que bien. Su Gobierno consider¨® que la construcci¨®n de autopistas de peaje modernizar¨ªa a este pa¨ªs y dieron concesiones de construcci¨®n a las grandes firmas: Abertis, ACS y Sacyr, entre otras. Y en ese delirio se hicieron c¨¢lculos fara¨®nicos de tr¨¢fico mientras se minimizaba el coste de las expropiaciones de terrenos. El entonces ministro de Fomento, Francisco ?lvarez-Cascos, calcul¨® un tr¨¢fico diario de 100.000 veh¨ªculos en la R-2. Ni en sus mejores momentos ha registrado m¨¢s de 15.000. Ello demuestra, como argumenta el economista Carlos Sebasti¨¢n, que esta v¨ªa nueva, como las dem¨¢s, no era necesaria.

Nueve autopistas de peaje quebraron. Seis son radiales de Madrid (como la R-2). Las otras tres, el tramo Oca?a-La Roda, la circunvalaci¨®n de Alicante y Cartagena-Vera. Por ley, el Estado ha debido hacerse cargo de ellas y el sector de la construcci¨®n considera que este deber¨¢ pagar mucho m¨¢s de 2.500 millones de euros antes de ponerlas de nuevo en manos privadas. Un jugad¨®n, vaya, jalonado de mentiras que no resisten el paso del tiempo.

Hace solo cuatro a?os, la entonces ministra de Fomento Ana Pastor afirm¨® p¨²blicamente que el rescate de las nueve autopistas de peaje no iba a costar un euro al ciudadano. Ya para entonces el Gobierno hab¨ªa otorgado a las concesionarias 900 millones de euros en cr¨¦ditos blandos. M¨¢s recientemente, el actual ministro, ??igo de la Serna, afirmaba con la misma contundencia que el Estado podr¨¢ recuperar e incluso ganar dinero con el rescate. Pero lo cierto es que los bancos acumulan 3.500 millones de deudas y el Estado debe responder por ellas. Por si hubiera alguna duda sobre la nula rentabilidad de la operaci¨®n, el Gobierno de Rajoy introdujo en abril en su programa de estabilidad una reserva de 3.500 millones ¡°para atender la responsabilidad patrimonial¡± correspondiente a las autopistas quebradas.

Por cierto, lo de la ganancia de 34,3 millones de euros es un c¨¢lculo oficial; una hip¨®tesis. Visto lo visto, su fiabilidad es m¨¢s que cuestionable. Aznar no es el ¨²nico optimista ni el ¨²nico que sabe sembrar bombas de efecto retardado.