La princesa Mako se compromete y renuncia por amor a sus derechos

La princesa Mako de Jap¨®n, de 25 a?os, se casar¨¢ el a?o que viene con Kei Komuro, un antiguo compa?ero de universidad. El hecho de contraer matrimonio con un plebeyo supondr¨¢ para la nieta mayor del emperador Akihito perder sus derechos y deberes como miembro de la familia Imperial nipona, seg¨²n marca la controvertida ley que regula la instituci¨®n y que solamente se aplica a las mujeres.

Mako y Kei Komuro anunciaron su compromiso de forma oficial este domingo en rueda de prensa despu¨¦s de que el emperador diera su visto bueno a la relaci¨®n. Seg¨²n adelantaron, la ceremonia se celebrar¨¢ el pr¨®ximo a?o, una vez pasado el verano. La princesa se mostr¨® "realmente feliz" por el anuncio y ambos aprovecharon su primera comparecencia juntos ante los medios para explicar los or¨ªgenes e historia de su relaci¨®n, a pesar de que hab¨ªa trascendido desde el pasado mayo.

La princesa cont¨® que conoci¨® a Komuro en 2012, durante su primer a?o como alumna en la Universidad Internacional de Tokio, durante una sesi¨®n de orientaci¨®n para programas de intercambio para estudiar en el extranjero. Empezaron a salir antes de que ella se fuera a Edimburgo y ¨¦l a California. "Estuvimos muy lejos el uno del otro durante un largo periodo de tiempo, pero mantuvimos el contacto y profundizamos nuestra relaci¨®n", dijo Komuro, que trabaja actualmente en un despacho de abogados.

Komuro pidi¨® casarse con la princesa en 2013, y ella acept¨®. "Me atrajo de ¨¦l su sonrisa brillante como el sol", asegur¨® Mako ante los periodistas, a lo que su prometido respondi¨®: "Ella cuida de m¨ª con calma, como la luna". El futuro marido de la princesa explic¨® que pretenden formar una familia "tranquila y pac¨ªfica".

Una vez celebrado el enlace, Mako deber¨¢ renunciar a su condici¨®n de miembro de la familia Imperial y su vida cambiar¨¢ radicalmente. Ser¨¢ registrada como una ciudadana m¨¢s, con sus derechos y deberes, incluido el de votar. "Estaba avisada desde mi infancia de que dejar¨ªa mi estatus real una vez me casara", afirm¨®. "Mientras trabaj¨¦ para ayudar al emperador y cumpl¨ª con las tareas de miembro de la familia real tanto como pude, me gust¨® mi vida", a?adi¨®, seg¨²n informa France Presse.

Esta circunstancia, sin embargo, aviv¨® el debate en el pa¨ªs sobre una pol¨¦mica ley que no se aplica a los hombres: tanto el propio emperador Akihito como sus dos hijos, el pr¨ªncipe heredero Naruhito y su hermano menor Fumihito, se casaron con plebeyas y no perdieron su condici¨®n por esta raz¨®n. Adem¨¢s de la discriminaci¨®n por g¨¦nero, la ley s¨¢lica que regula la instituci¨®n ha provocado que el n¨²mero de miembros de la familia y los que est¨¢n en la l¨ªnea de sucesi¨®n al trono del Crisantemo se haya reducido. Tras el emperador Akihito, que seg¨²n las previsiones abdicar¨¢ a finales del a?o que viene, solamente hay cuatro herederos: sus dos hijos; el hijo peque?o de Fumihito, Hisahito; y el hermano menor del actual emperador, Masahito, de m¨¢s de 80 a?os.

Con la r¨ªgida legislaci¨®n actual, el sucesor al trono debe ser un hombre cuyo padre sea de la familia imperial. Por lo tanto, si el peque?o Hisahito no tiene un hijo var¨®n y las leyes no cambian -algo que no parece que vaya a suceder a corto plazo- esta dinast¨ªa milenaria podr¨ªa romperse.