?Es culpable la fauna salvaje de los problemas agr¨ªcolas y ganaderos?
Los expertos creen que la persecuci¨®n de lobos, buitres o abejarucos no soluciona los males de la industria
Las quejas, persecuci¨®n y muerte de lobos acusados de ataques al ganado son la punta del iceberg de un conflicto entre la fauna salvaje y la agricultura y la ganader¨ªa que, de no atajarse, puede tener nefastas consecuencias. El Comit¨¦ Econ¨®mico y Social Europeo (CESE) avisa de que se necesitan "alrededor de 10.000 millones de euros al a?o para compensar a los propietarios por sus p¨¦rdidas o pagar por servicios especiales¡±. Tambi¨¦n advierte: "Los polinizadores, descomponedores y muchas otras especies no pueden protegerse centr¨¢ndose ¨²nicamente en la designaci¨®n de ¨¢reas protegidas¡±. Y finalmente acusa: ¡°A la Comisi¨®n Europea y los Estados miembros de falta de voluntad pol¨ªtica y de cooperaci¨®n¡±.
¡°Sin duda, la mala gesti¨®n en la protecci¨®n de especies y espacios est¨¢ en el origen de los principales problemas por interacci¨®n con la fauna que sufren los agricultores y ganaderos en Espa?a¡±, subrayan desde la Uni¨®n de Peque?os Agricultores y Ganaderos (UPA). Esta asociaci¨®n, junto a la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), y dentro de la Alianza por la Unidad del Campo, lleva dos a?os respaldando manifestaciones, especialmente en zonas loberas (la ¨²ltima a finales de agosto en Villardeciervos, Zamora), encabezadas con una pol¨¦mica pancarta que dice ¡°Menos fauna, m¨¢s campo¡±.
Los osos, y en menor medida los linces, tambi¨¦n son se?alados como responsables de ataques al ganado. Recientemente, el Consejo de Ministros, a propuesta del Ministerio de Agricultura, Pesca, Alimentaci¨®n y Medio Ambiente (Mapama), aprob¨® destinar 100.000 euros en ayudas para la prevenci¨®n de da?os a la ganader¨ªa por parte de grandes carn¨ªvoros, que incluye a los tres citados.
?M¨¢s abejarucos o menos abejas?
Pero el problema no acaba con estos grandes depredadores. Buitres leonados, abejarucos, rabilargos, calamones, conejos, meloncillos, jabal¨ªes y ciervos, entre otros, son igualmente puestos en el punto de mira de la responsabilidad de da?os a colmenas, cultivos, reba?os y granjas. Bien es cierto que, en el caso de los dos ¨²ltimos ungulados, la acusaci¨®n se orienta hacia la mala gesti¨®n cineg¨¦tica.
"La protecci¨®n de la naturaleza es un bien p¨²blico y no debe llevarse a cabo a expensas de los propietarios de las tierras", afirman desde el CESE. Dentro de las cr¨ªticas a la financiaci¨®n de la red Natura 2000 (hay que recordar que en Espa?a el 80 por ciento de su superficie est¨¢ vinculado a los sectores agr¨ªcola, ganadero y forestal), destacan su dependencia casi exclusiva del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder) y del Fondo Europeo Agr¨ªcola de Desarrollo Rural (Feader) .
Lutz Ribbe, portavoz del CESE, apunta que ¡°en estos dos fondos, Natura 2000 compite con m¨¢s proyectos, por lo que en muchos casos se act¨²a en detrimento de la protecci¨®n de la naturaleza. Siempre hemos advertido contra este tipo de conflicto de intereses y pedimos de nuevo a la Comisi¨®n que apruebe sin dilaci¨®n un presupuesto extraordinario para Natura 2000 con un c¨¢lculo exacto de los costes como punto de partida¡±.
Mientras tanto se suceden medidas parciales que desde las asociaciones ecologistas ven como una merma en la protecci¨®n de las especies. Es el caso de las impulsadas desde la Junta de Extremadura con el abejaruco: ¡°Las explotaciones ap¨ªcolas podr¨¢n adoptar diversas medidas tendentes al control por da?os del abejaruco y la disuasi¨®n en las inmediaciones de las colmenas, como el uso de aves de cetrer¨ªa, dispositivos de sonido, elementos visuales disuasorios y disparos con escopeta para paliar el problema¡±.
¡°Pero, ?cu¨¢l es el problema, que hay m¨¢s abejarucos o que cada vez hay menos abejas?¡± A Luis Su¨¢rez, responsable del programa de especies de WWF Espa?a, le preocupa que ¡°la fauna salvaje se convierta en chivo expiatorio de otros problemas y crisis que tiene el campo y que derivan principalmente de una Pol¨ªtica Agr¨ªcola Comunitaria (PAC) que no se ha demostrado compatible con la conservaci¨®n de la biodiversidad¡±. Este mismo verano, un estudio publicado en la revista Science confirmaba que los insecticidas que contienen neonicotinoides causan graves da?os en la salud de las abejas y las colmenas.
Puntos de entendimiento
Mientras recoge las ¨²ltimas ciruelas de su explotaci¨®n en Valdelacalzada (Badajoz), Lorenzo Ramos, secretario general de UPA, se muestra en principio comprensivo con las aves que ¡°en estos tiempos de sequ¨ªa, con falta de alimento, acuden m¨¢s a los frutales a picar, incluso nos las pican verdes¡±, pero concluye que ¡°algo hay que hacer que contente a todos¡±. Y tambi¨¦n se?ala a la PAC: ¡°El modelo por el que apuesta Europa, de liberalizaci¨®n e intensificaci¨®n, no tiene en cuenta a las explotaciones m¨¢s pegadas al territorio, y en un pa¨ªs como el nuestro, con una enorme diversidad agr¨ªcola y de naturaleza eso es vital¡±.
Desde el campo de la investigaci¨®n se cuestiona igualmente este modelo con el ejemplo del veneno para atajar las plagas de topillos, que un reciente estudio con participaci¨®n del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN/CSIC) ha demostrado que afecta negativamente a su depredador natural, el cern¨ªcalo. ¡°Hace medio siglo no hab¨ªa plagas de topillos en las llanuras de Castilla y Le¨®n, solo en montes y pastizales, pero el aumento de la superficie de alfalfa y de regad¨ªos ha propiciado que tengan cobertura vegetal y comida tierna todo el a?o, y encima sin depredadores¡±, explica Fran?ois Mougeot, cient¨ªfico titular del CSIC en el Instituto de Investigaci¨®n en Recursos Cineg¨¦ticos y uno de los investigadores expertos en estudiar estas plagas y proponer medidas para mitigarlas.
In¨¦s Jornada, responsable de Agricultura de la Sociedad Espa?ola de Ornitolog¨ªa (SEO/BirdLife), prefiere hablar de confluencias y pone como ejemplos las logradas con ganaderos en Arag¨®n para prevenir ataques de lobos y apoyar la ganader¨ªa extensiva y con Asaja para demandar una adecuada gesti¨®n de los cad¨¢veres de ganado de cara a la buena conservaci¨®n de los buitres. Tambi¨¦n Ecologistas en Acci¨®n realiz¨® hace unos d¨ªas un encuentro con el sector para fomentar la coexistencia entre la ganader¨ªa extensiva y el c¨¢nido salvaje.
Jordana destaca tambi¨¦n su "activa" participaci¨®n en el Foro de Acci¨®n Rural. "En absoluto planteamos la confrontaci¨®n entre conservaci¨®n y actividades productivas en el medio rural, sino que buscamos la compatibilidad que ha permitido mantener ecosistemas equilibrados desde todos los puntos de vista de la sostenibilidad¡±.
Todo esto est¨¢ en peligro seg¨²n el CESE. ¡°La biodiversidad es una cuesti¨®n transversal y la reforma de la PAC debe tenerlo en cuenta; no se trata s¨®lo de conservar especies animales o vegetales, sino de las condiciones mismas de la existencia humana; su p¨¦rdida pone en peligro nuestra subsistencia¡±, son algunos de sus mensajes. Y es principalmente el sector agr¨ªcola, subrayan, el que provoca los niveles m¨¢s altos de presi¨®n sobre los ecosistemas terrestres. ¡°Esperamos que la revisi¨®n de las superficies de inter¨¦s ecol¨®gico (lugares dedicados a la protecci¨®n de la biodiversidad en ¨¢reas agr¨ªcolas y ganaderas) y la reforma de la PAC se centren en la consecuci¨®n de los objetivos de protecci¨®n de la biodiversidad?, concluye Lutz Ribbe.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.