Sir John Cornforth, el Nobel de Qu¨ªmica que cambi¨® nuestras vidas

Si hay un ejemplo de que nada puede frenar lo que se desea con fuerza y se lucha por conseguir, este es John Warcup Cornforth, que a pesar de perder completamente la audici¨®n a los 20 a?os, logr¨® desarrollar una brillante carrera cient¨ªfica en el campo de la qu¨ªmica llena de descubrimientos, publicaciones y reconocimientos a nivel mundial.

John Cornforth ha pasado a la historia de la ciencia qu¨ªmica por resolver detalles de la v¨ªa biosint¨¦tica compleja. Las aportaciones realizadas por Cornforth han estimulado estudios sobre el mecanismo de una gran variedad de reacciones catalizadas por enzimas, muchas de las cuales son importantes en el descubrimiento de f¨¢rmacos. Elabor¨® un procedimiento pr¨¢ctico de obtenci¨®n de cortisona, realiz¨® investigaciones sobre el espectro estereoqu¨ªmico de las reacciones enzim¨¢ticas, estableci¨® la secuencia gen¨¦tica del ¨¢cido meval¨®nico y estudi¨® la s¨ªntesis del ¨¢cido m¨¢lico y del ¨¢cido c¨ªtrico.

John Warcup Cornforth naci¨® en Sydney (Australia) el 7 de septiembre de 1917. Fue el segundo de cuatro hijos de John William Cornforth, un profesor brit¨¢nico de ingl¨¦s, y de Hilda, una enfermera nacida en Australia. Cuando ten¨ªa 10 a?os not¨® los primeros s¨ªntomas de sordera, aunque la p¨¦rdida total de audici¨®n por otosclerosis se produjo una d¨¦cada despu¨¦s, lo que permiti¨® al joven John tener tiempo para pensar en su futuro con profesiones en las que la sordera no fuera una discapacidad insuperable.

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La incipiente sordera fue lo suficientemente gradual para que pudiera asistir sin problemas a la educaci¨®n secundaria y sacar provecho de la ense?anza. Siempre record¨® a un buen joven profesor, Leonard Basser, que le influy¨® en la orientaci¨®n a la qu¨ªmica.

El joven John Cornforth ingres¨® en la Universidad de Sydney a la edad de 16 a?os y, aunque en es momento ya no pod¨ªa escuchar conferencias, le atrajo el trabajo de laboratorio en qu¨ªmica org¨¢nica. Esta pasi¨®n proced¨ªa en parte por la familiaridad que ten¨ªa con un laboratorio improvisado que se hab¨ªa hecho en casa a los 14 a?os, y tambi¨¦n por la disponibilidad de la literatura qu¨ªmica original, que devor¨® sin descanso.

En 1937 John Warcup Kappa Cornforth se gradu¨® como el alumno m¨¢s destacado, le concedieron una medalla de la universidad y logr¨® una beca para trabajar en Oxford con Robert Robinson. El apodo Kappa?lo adquiri¨® en esa ¨¦poca, por la letra griega que ¨¦l utiliz¨® para identificar su cristal de laboratorio personal.

Cada a?o la universidad conced¨ªa dos becas y la otra fue ganada por Rita Harradence, tambi¨¦n de Sydney y tambi¨¦n una qu¨ªmica org¨¢nica. El destino quiso que esta asociaci¨®n qu¨ªmica durase toda la vida, ya que contrajeron matrimonio en 1941. Juntos escribieron m¨¢s de 40 art¨ªculos cient¨ªficos y ella no solo fue su principal valedora, sino tambi¨¦n quien le ayud¨® a comunicarse debido a su sordera.

La Segunda Guerra Mundial estall¨® durante su viaje a Oxford y, una vez finalizado su trabajo de doctorado, John Cornforth form¨® parte del principal proyecto qu¨ªmico del laboratorio de Robinson durante la guerra, relativo a la penicilina. John Cornforth contribuy¨® a escribir el libro titulado La qu¨ªmica de la penicilina, que era el compendio de un gran trabajo a nivel internacional, pero antes hab¨ªa descubierto lo que iba a ser una reacci¨®n clave para la s¨ªntesis de los esteroides, por lo que despu¨¦s de la guerra regres¨® a esa investigaci¨®n.

En 1946 se incorpor¨® a la plantilla del Consejo de Investigaci¨®n M¨¦dica para trabajar en su Instituto Nacional, primero en Hampstead y despu¨¦s en Mill Hill, hasta que en 1951 fue capaz junto con Robert Burns Woodward de completar la s¨ªntesis total de un esteroide no arom¨¢tico.

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John Cornforth comenz¨® entonces a colaborar con el bioqu¨ªmico m¨¦dico George Popj¨¢k en la bios¨ªntesis del colesterol y esto continu¨® cuando Popj¨¢k se traslad¨® al hospital de Hammersmith. En 1962 Cornforth y Popj¨¢k trabajaron como codirectores del laboratorio Milstead de la compa?¨ªa Shell, donde consiguieron la promesa de que pod¨ªan invertir el 50% de su tiempo a sus propios trabajos de investigaci¨®n en un laboratorio construido con sus especificaciones. Debido a que la sordera de Cornforth hizo imposible el uso del tel¨¦fono, el laboratorio ten¨ªa uno de los primeros tipos de fax instalados para poder comunicarse con rapidez y precisi¨®n.

El trabajo inicial de John Cornforth sobre la v¨ªa del colesterol estaba por aquel entonces en sus ¨²ltimas etapas, descubriendo que el mevalonato es un intermedio clave en la bios¨ªntesis del colesterol. John y su esposa Rita sintetizaron una serie de muestras de mevalonato en las que ¨¢tomos espec¨ªficos de carbono y/o hidr¨®geno fueron reemplazados por sus is¨®topos. Esto permiti¨® que los pasos catalizados por la enzima entre mevalonato y escualeno fueran estudiados y plenamente comprendidos.

El estudio de la estereoqu¨ªmica de las diversas reacciones catalizadas por enzimas se inici¨® en este momento y condujo, despu¨¦s de muchos a?os, al descubrimiento del origen estereoqu¨ªmico preciso de los 50 ¨¢tomos de hidr¨®geno en el escualeno biosintetizado a partir de mevalonato.

En 1975 fue galardonado con el Premio Nobel de Qu¨ªmica por sus trabajos sobre la estereoqu¨ªmica de las reacciones catal¨ªticas de las enzimas junto a su compa?ero, el qu¨ªmico suizo Vladimir Prelog. El anuncio del premio lo dej¨® claro: ¡°Este es un tema dif¨ªcil de explicar al lego en la materia¡±.

Fue nombrado profesor de qu¨ªmica en la Universidad de Sussex y, en 1977 obtuvo el reconocimiento de sir por la reina Isabel II. Despu¨¦s de jubilarse cuando ten¨ªa 65 a?os, continu¨® trabajando en la Universidad de Sussex hasta los 90 a?os. Durante este periodo, en un art¨ªculo titulado Una comedia de errores, resolvi¨® un problema estructural por el que se hab¨ªan publicado soluciones cient¨ªficas err¨®neas. Tambi¨¦n tuvo tiempo de proporcionar una s¨ªntesis de la hormona vegetal del ¨¢cido absc¨ªsico y continu¨® el trabajo sobre la qu¨ªmica heteroc¨ªclica.

John Cornforth, que tambi¨¦n era un formidable jugador de ajedrez y disfrutaba de la jardiner¨ªa, la poes¨ªa y de jugar al tenis. Falleci¨® el 8 de diciembre de 2013 a los 96 a?os, un a?o despu¨¦s que su esposa Rita, con quien tuvo tres hijos que le dieron dos nietos y cuatro bisnietos.

Hoy Google homenajea con su doodle al gran cient¨ªfico de origen australiano en el d¨ªa en el que habr¨ªa cumplido 100 a?os. En el doodle aparece su imagen junto a probetas y f¨®rmulas que reconocen al profesor universitario que tantos descubrimientos logr¨® para curar enfermedades y mejorar la vida de millones de personas.