Cuesti¨®n de tama?o
No importa qui¨¦n empez¨® primero, como en las peleas infantiles, sino qui¨¦n tiene la grandeza y la sabidur¨ªa para tender la mano y cesar el enfrentamiento
Cuando el primer ministro de Islandia Geir H. Haarde y su gabinete dimitieron a ra¨ªz de una grav¨ªsima crisis bancaria, TODA Islandia supo que Johanna Sigur?ard¨®ttir era la ¨²nica persona que pod¨ªa salvar el pa¨ªs de la quiebra. La convicci¨®n era un¨¢nime, pero ?c¨®mo pudo TODO un pa¨ªs saber que la Sra. Sigur?ard¨®ttir no s¨®lo tendr¨ªa la visi¨®n de Estado que el grave momento requer¨ªa, sino tambi¨¦n la entereza y la valent¨ªa necesaria para liderarla? Lo supieron porque, como Ministra de Asuntos Sociales y Seguridad Social nueve veces reelegida, qued¨® bien probada su honestidad y su incorruptibilidad. Lo supieron porque su frase ?mi momento llegar¨¢! (minn t¨ªmi mun koma!), pronunciada cuando perdi¨® una candidatura para dirigir el partido socialdem¨®crata, expres¨® su fe y su tenacidad. Lo supieron y no se equivocaron, porque, efectivamente, como primera Ministra supo anteponer el inter¨¦s del Estado a su propia popularidad y a su felicidad personal.
Otros art¨ªculos de la autora
Sigur?ard¨®ttir fue una inestimable Oikonomou (del griego, administraci¨®n de la casa, origen etimol¨®gico de econom¨ªa): constituy¨® el primer gobierno paritario de su historia, administr¨® con justicia los recursos de la casa de TODOS, salv¨® el pa¨ªs de la bancarrota causada por el excesivo riesgo en la gesti¨®n de cuatro de los cinco bancos islandeses (el ¨²nico presidido por una mujer estaba sano), no carg¨® la deuda al pueblo, evit¨® la insurrecci¨®n popular y lider¨® la demanda ciudadana que exig¨ªa m¨¢s democracia y una nueva Constituci¨®n. ?Les suena? A los que entonces admiramos su gesti¨®n se nos dijo que su ¨¦xito no era exportable por una cuesti¨®n de tama?o. Pues bien, hablemos de tama?o.
Hoy les escribo desde una peque?a isla mediterr¨¢nea. No es la isla de Utop¨ªa, aunque su marketing tur¨ªstico lo d¨¦ a entender. Desde este peque?o y divino lugar, quisiera transmitir un mensaje de tranquilidad: no es cuesti¨®n de tama?o. (Ni de hirsutismo, ni de chuler¨ªa). Es cuesti¨®n de VOLUNTAD POL?TICA. Porque cuando se quiere, se puede. Es cuesti¨®n de VALENT?A, porque el hero¨ªsmo no consiste en ofrecerse en vano martirologio o en atizar primero y m¨¢s fuerte, sino en saber tender la mano y frenar el tren antes de colisionar. Porque todo tren que discurre por v¨ªa no consensuada, tarde o temprano, descarrila, y toda ley que se imponga por la fuerza, genera resistencia. Porque no importa qui¨¦n empez¨® primero, como en las peleas infantiles, sino qui¨¦n tiene la GRANDEZA y la SABIDUR?A para tender la mano y cesar el enfrentamiento. Cesar y dialogar. Porque vivimos en una tierra bella y nadie quiere volver a cruzar la frontera. Porque deben respetarse TODAS las posturas pol¨ªticas, sea cual sea el tama?o num¨¦rico de las personas que las respaldan.
En una sociedad civilizada no es el tama?o lo que importa. Importan las manos que se alzan para reparar y negociar, para crear condiciones para la vida y para acariciar. Importa la inteligencia y el saber al servicio de la sociedad. Importa la generosidad de escuchar al que no te entiende y explicarte. Importa la empat¨ªa que respeta la divinidad de las peque?as cosas.
En este grave momento, se impone una revoluci¨®n gentil que d¨¦ paso a la mediaci¨®n y a la diplomacia. La concordia s¨®lo surgir¨¢ del reconocimiento tranquilo de la vulnerabilidad y de la diferencia, con m¨¢s escucha, m¨¢s di¨¢logo y m¨¢s cuidado. No queremos enfrentamientos sin m¨¢s salida que la violencia, si es que a la violencia se la puede llamar salida. Los marcos legales no son parapetos sagrados grabados en piedra, sino marcos de convivencia imperfectos ¨C como los humanos que los escriben ¨C y, por tanto, mejorables. Las vacuas declaraciones unilaterales no conducen a ninguna parte y el autoritarismo de cualquier signo no pertenece al siglo XXI. No se la midan m¨¢s. Que las DECENAS de MILLONES de muertes del siglo XX no sean en vano. Acometamos la s¨ªntesis entre contrarios, una s¨ªntesis que deseamos europea, democr¨¢tica, pac¨ªfica y feliz.
Nuestro momento llegar¨¢. Nuestro momento est¨¢ llegando.
El desaf¨ªo independentista catal¨¢n
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