Trucos para desarrollar una memoria prodigiosa
?Est¨¢ opositando? Con estos trucos lograr¨¢ su plaza en la mitad del tiempo habitual
La transformaci¨®n es incre¨ªble. Y pr¨¢cticamente instant¨¢nea. Aquel que hasta ese momento ha sido, vivido y actuado como un homo sapiens cualquiera, se transmuta en otra suerte de ser diferente, m¨¢s complejo. M¨¢s esquivo y silencioso. Cambia en el mismo momento en el que proclama aquello de desde ma?ana, me pongo en serio.
A partir de entonces, sus usos y costumbres se modifican, adoptando las propias de otro hom¨ªnido que bien podr¨ªa llamarse homo opositens. Porque se la est¨¢ jugando. En sus manos, la posibilidad de alcanzar un trabajo para toda la vida, un puesto en la Administraci¨®n. El sue?o de ser funcionario. Pero, ?c¨®mo almacenar en el cerebro tanta informaci¨®n? Tantos datos abstractos, literales. Tanto C¨®digo Civil y Constituci¨®n Espa?ola. ?Solo a base de hincar codos? De eso nada. Entrenando la memoria cualquiera puede convertirse en una aut¨¦ntica computadora.
Y hay que darse prisa. El Gobierno lanz¨® en julio la mayor oferta de empleo p¨²blico desde 2010, anunciando 20.000 nuevas plazas. Empezaron entonces los nervios, los agobios y los termos de caf¨¦. Y el bloqueo, si todo ello no se sabe gestionar. Por suerte, existen t¨¦cnicas y herramientas que buscan exprimir todas las capacidades de la mente, que ayudan a desarrollar una memoria prodigiosa.
Suena bien. Quiz¨¢ uno de los planes m¨¢s ambiciosos sea el propuesto por el nueve veces campe¨®n Mundial de Memoria R¨¢pida Ram¨®n Campayo que, junto a la academia Memoria ?gil, ha desarrollado una t¨¦cnica que promete ayudar a cualquier opositor a conseguir su plaza en la mitad del tiempo habitual. De esta forma, si se toman como media los dos a?os para obtener una plaza fija, siguiendo sus consejos se podr¨¢ conseguir en uno. Y con menos esfuerzo. Y sin volverse un hura?o asocial. Aunque la pregunta sigue siendo c¨®mo hacerlo.
Una t¨¦cnica basada en im¨¢genes y asociaciones
Campayo acaba de obtener su noveno t¨ªtulo mundial, lo que le convierte en la persona con m¨¢s reconocimientos internacionales de cualquier disciplina mental. En otras palabras: de esto, sabe. ¡°El proceso de entrenamiento empieza desde la base, ense?ando a los alumnos a asociar conceptos y a poner en movimiento esas asociaciones¡±, explica. Porque todo se fundamenta en las im¨¢genes, en aprender a retener los conceptos vincul¨¢ndolos a cuadros en movimiento, a asociaciones inveros¨ªmiles y a visualizaciones, para que de estas se deriven los conceptos retenidos en la mente.
A eso es lo que ense?a Campayo. Y tambi¨¦n a aumentar la velocidad de lectura para optimizar el tiempo. En promedio, un adulto lee unas 150 palabras por minuto, pero esa velocidad se puede multiplicar f¨¢cilmente por tres, seg¨²n el experto. ¡°Hay que aprender a leer haciendo saltos fotogr¨¢ficos; entrenar la vista para que tome muchas palabras en una misma foto y acostumbrar al cerebro a procesarlas y retenerlas¡±. Parece dif¨ªcil, pero el campe¨®n afirma que basta un poco de entrenamiento para lograrlo. ¡°Es sencillo, y todo el mundo puede conseguir esto y m¨¢s, independientemente de sus capacidades¡±, asegura.
As¨ª, a la motivaci¨®n, a la perseverancia y a la organizaci¨®n hay que sumar otras pr¨¢cticas que facilitan el aprendizaje. Pr¨¢cticas cada vez m¨¢s olvidadas en la era de las agendas digitales, de los avisos en el m¨®vil y de la omnipresente nube. ¡°La tecnolog¨ªa ha propiciado que nuestros cerebros se vuelvan m¨¢s pasivos, que no se preocupen por recordar¡±, explica Johannes Waldow, fundador de la escuela Memoria ?gil y principal colaborador de Campayo, que se lamenta de que, normalmente, la sociedad se preocupe m¨¢s de su cuerpo que de su mente. ¡°Y ello a pesar de que el cerebro es incluso m¨¢s agradecido que los b¨ªceps, porque enseguida te premia con una mayor capacidad¡±, confirma.
Empezando por la base: las reglas mnemot¨¦cnicas
¡°Son una serie de herramientas que nos ayudan a recordar aquello que queremos memorizar mediante diferentes recursos como las frases cortas o las cadenas de palabras¡±. As¨ª define las reglas mnemot¨¦cnicas la campeona de memoria r¨¢pida de Argentina Gabriela Jim¨¦nez, que es tambi¨¦n una de las m¨¢s aventajadas disc¨ªpulas de Ram¨®n Campayo. Y el psic¨®logo Federico Casado, experto en ejercicio de memoria, completa: ¡°Lo que consigues es comprimir grandes cantidades de informaci¨®n para permitir que su acceso a ellas sea m¨¢s sencillo¡±.
La t¨¦cnica de la cadena, el m¨¦todo Loci, la conversi¨®n num¨¦rica¡ Todas sirven para retener listados o enunciados de forma literal, sin tener que repetirlos constante y tediosamente hasta lograr grabarlos en el cerebro, aunque sea por un tiempo. Son el paso previo a mecanismos m¨¢s desarrollados como el de Campayo, y cualquiera puede ponerlas en pr¨¢ctica con facilidad.
¡°Con ellas se puede retener casi todo para, m¨¢s tarde, aplicar el razonamiento l¨®gico y poder comprender la informaci¨®n¡±, explica el psic¨®logo Casado. Basta, por ejemplo, con asignar una letra para cada n¨²mero creando as¨ª grupos absurdos de palabras que permitan memorizar fechas. O emparejar datos para aprenderlos de dos en dos, de tal forma que uno lleve al otro. O grabar en la mente un espacio que resulte familiar, como el sal¨®n de casa, y asignar a cada elemento que lo compone un nombre. As¨ª, el sill¨®n ser¨¢ Georgia y el coj¨ªn, Tiflis; la televisi¨®n, Isabel la Cat¨®lica y el DVD, Juana la Loca.
Y m¨¢s trucos avalados por la ciencia
Porque todo suma. Expertos de universidades en todo el mundo llevan a?os ocup¨¢ndose de adivinar las mejores pautas de estudio. As¨ª, una investigaci¨®n confirma que el papel debe seguir siendo el soporte de los apuntes, puesto que ¡°las pantallas pueden inhibir la compresi¨®n y su luz provocar¨¢ dolores de cabeza¡±. Otro an¨¢lisis pone en valor las bondades de la m¨²sica cl¨¢sica para ambientar la sala de estudio, afirmando que esta ayuda al cerebro a organizar la informaci¨®n.
Cient¨ªficos holandeses y brit¨¢nicos explican que practicar ejercicio cuatro horas despu¨¦s del aprendizaje mejora la memoria. Y la psic¨®loga Jessica Payne invita a echarse una buena siesta despu¨¦s del bombardeo de nuevos conceptos si lo que se busca es retenerlos con mayor facilidad. Muchos procesos, trucos y consejos. Todos encaminados a lograr el objetivo de bordar el examen, de salir del aula henchido y satisfecho, pero sin morir en el intento.
Probablemente, ning¨²n homo opositens est¨¦ leyendo este texto. Los manuales y libros no le dejar¨¢n tiempo para hacerlo. As¨ª que, si tiene a uno cerca, an¨ªmele a hacerlo. Pero h¨¢galo con cuidado: quiz¨¢, al principio, no se tome bien la interrupci¨®n.
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