La ¨²ltima milla de la lucha contra la pobreza
Llegar a aquellos que a¨²n no se benefician de ning¨²n tipo de ayuda es el gran reto de la protecci¨®n social
Hay en el mundo de la log¨ªstica un concepto que trae de cabeza a todos: la ¨²ltima milla. Se empez¨® a utilizar en el sector de las telecomunicaciones para hablar del ¨²ltimo tramo de cableado que hab¨ªa desde la central que daba servicio a la zona del cliente hasta su domicilio. Se extendi¨® posteriormente al del comercio electr¨®nico para hablar de la distancia desde un almac¨¦n, una tienda o un restaurante hasta el domicilio del cliente. En ambos casos, cubrir esa ¨²ltima milla es un gran reto y es la parte m¨¢s crucial de una cadena de suministro porque de ello depende la rapidez del servicio y la satisfacci¨®n del cliente. La lucha contra la pobreza tiene tambi¨¦n su ¨²ltima milla y es igualmente vital para el ¨¦xito de un programa.
Los m¨¢s pobres son dif¨ªciles de alcanzar. Como consecuencia de su situaci¨®n no est¨¢n bien conectados con los servicios del Estado, entre ellos los programas de protecci¨®n social. En ocasiones, no conf¨ªan en que los gobiernos se preocupan por su condici¨®n de pobreza y no creen tener derecho a los beneficios que estos proveen. Generalmente, cuanto m¨¢s pobre es un hogar, m¨¢s alto es el coste financiero y mayores son los recursos humanos necesarios para alcanzarlo e incluirlo en un programa de protecci¨®n social con el fin de brindarle los servicios sociales relacionados.
Llegar a ese tramo final de la poblaci¨®n en situaci¨®n de pobreza es uno de los grandes retos de los programas de transferencias monetarias condicionadas, que buscan apoyar el consumo de los hogares m¨¢s desfavorecidos mediante ayudas econ¨®micas otorgadas principalmente a las madres de familia. El fin ¨²ltimo es conseguir romper la cadena de la pobreza a trav¨¦s de unos ingresos directos que son entregados si se cumplen unas condiciones predeterminadas que pretenden fomentar la acumulaci¨®n de capital humano entre los ni?os, principalmente en los ¨¢mbitos de la salud y la educaci¨®n. Con ello se pretende que j¨®venes m¨¢s sanos y con mayores niveles de formaci¨®n entren en el mercado laboral en mejores condiciones que sus padres, lo que les permitir¨ªa ganar mayores ingresos a trav¨¦s de sus propios esfuerzos rompiendo as¨ª la transmisi¨®n intergeneracional de la pobreza.
Pero para ello hay que conseguir llegar a los m¨¢s pobres. Uno de los grandes ¨¦xitos de estos programas de transferencias es su adecuada focalizaci¨®n, es decir, que han sabido concentrarse en la poblaci¨®n con menores niveles de bienestar. Para conseguirlo han elaborado mecanismos que identifican a los potenciales beneficiarios y as¨ª determinan su elegibilidad. Asimismo, han puesto en marcha sistemas que buscan mantener actualizada la informaci¨®n socioecon¨®mica de la poblaci¨®n y asegurar que las transferencias lleguen a los que m¨¢s las necesitan.
Definir la poblaci¨®n objetivo es un largo proceso que implica m¨²ltiples criterios, tanto socioecon¨®micos, es decir, definir qu¨¦ grado de pobreza es necesario para ser incluido en un programa, como demogr¨¢ficos, que determinan si los programas se dirigen a todos los hogares pobres o, por ejemplo, solo a los que tienen ni?os. Posteriormente, es necesario comprobar si los solicitantes satisfacen esos criterios de elegibilidad; para ello se suelen combinar una serie de criterios geogr¨¢ficos, categ¨®ricos, de prueba de medios y comunitarios, lo que permite reducir significativamente la filtraci¨®n de los beneficios a los que no son pobres.
Gracias a la adopci¨®n de reglas objetivas de medici¨®n de la pobreza y al uso de modernos sistemas de monitoreo y gesti¨®n de la informaci¨®n, los programas de transferencias monetarias condicionadas se encuentran entre los programas sociales mejor focalizados. Sin embargo, persisten errores de exclusi¨®n que determinan una situaci¨®n de subcobertura de la poblaci¨®n objetivo. En unos casos estos pueden ser debidos a la insuficiencia del presupuesto asignado al programa. En la mayor¨ªa de los casos, sin embargo, la raz¨®n es diferente. Un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) encontr¨® hace un par de a?os que el n¨²mero de beneficiarios de los programas de transferencias era 2,5 veces mayor al n¨²mero de pobres extremos en 16 pa¨ªses de Am¨¦rica Latina y el Caribe en el a?o 2013, sin embargo, solo el 50,6% de los pobres extremos estaba incluido en ellos.
Llegar al tramo final de la poblaci¨®n en situaci¨®n de pobreza es uno de los grandes retos de los programas de transferencias monetarias condicionadas
Por ello, los pa¨ªses de Am¨¦rica Latina y el Caribe, con el apoyo del BID, han instado a concentrar la atenci¨®n en llegar a los que m¨¢s lo necesitan adoptando m¨¦todos innovadores de focalizaci¨®n comunitaria y mecanismos de b¨²squeda activa por medio de trabajadores sociales. Estos ¨²ltimos desempe?an un papel fundamental, especialmente en las ¨¢reas urbanas, para superar barreras de informaci¨®n, reducir el estigma de la participaci¨®n en estos programas, acercar la oferta del Estado a los m¨¢s pobres y, as¨ª, disminuir los errores de exclusi¨®n.
La evaluaci¨®n comunitaria consiste en que sean las mismas comunidades las que identifiquen los casos de pobres extremos excluidos de los programas y es una fase clave en la reducci¨®n de la subcobertura. Se ha venido aplicando con ¨¦xito en varios pa¨ªses, como en Banglad¨¦s con el programa Targeting the Ultra Poor; en Tanzania, con el programa Productive Social Safety Net; o en Colombia con la iniciativa Produciendo por mi futuro.
Seg¨²n una reciente publicaci¨®n del BID que analiza los programas de transferencias condicionadas durante los 20 a?os que llevan aplic¨¢ndose desde que revolucionaron la forma de luchar contra la pobreza, es necesario concentrar los esfuerzos para la inclusi¨®n de los pobres cr¨®nicos que todav¨ªa no reciben las transferencias. Conseguirlo presenta enormes retos, porque los excluidos se encuentran aislados de los programas de protecci¨®n social y al mismo tiempo sufren de las mayores carencias en la cantidad y calidad de la oferta de los servicios de salud y educaci¨®n. Ese es el gran desaf¨ªo, recorrer la ¨²ltima milla, el mayor de los retos, el problema m¨¢s dif¨ªcil de solventar y el que va a determinar el ¨¦xito de una empresa de telecomunicaciones, de mensajer¨ªa, de transporte¡ o de un programa de lucha contra la pobreza.
Marco Stampini es especialista l¨ªder en protecci¨®n social en la divisi¨®n de salud y protecci¨®n social del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
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