?Barcelona pierde la capitalidad editorial?
Por primera vez hay m¨¢s expectaci¨®n por los asistentes a la fiesta del Planeta que por su ganador
Como un matrimonio que se rompe, comienza el ritual m¨¢s agrio del traslado del divorcio a la realidad. El esto es m¨ªo y esto es tuyo, qui¨¦n se lleva los regalos de boda, el ¨¢lbum de fotos y con qui¨¦n se quedan los ni?os. Tiempos de quiebra tambi¨¦n sentimental porque, aunque hablemos de n¨²meros, detr¨¢s de ellos hay esfuerzos, emociones, da?os y valores perdidos. Sobre todo cuando no hay acuerdo, sino abandono.
Lo estamos viendo con la industria editorial, en la que el traslado del grupo Planeta a Madrid es, adem¨¢s de preludio de otros movimientos del sector, un golpe de alto contenido emocional adem¨¢s de econ¨®mico. Planeta es el primer grupo editorial en el mercado hispanoamericano y s¨¦ptimo de todo el mundo, con una facturaci¨®n de 3.300 millones de euros anuales, y su traslado inclinar¨¢ la balanza de producci¨®n editorial de Barcelona a Madrid. El segundo grupo, Penguin Random House, de Bertelsmann, le seguir¨¢ los pasos si se produce la independencia, cuenta Carles Geli en EL PA?S. La Vanguardia a?ade a Salamandra y Libros del Asteroide, adem¨¢s de algunas agencias. Ninguno quiere operar fuera de la Uni¨®n Europea y perjudicar sus cuentas y las de sus autores con m¨¢s aranceles e inseguridad jur¨ªdica.
La Barcelona que emprendi¨® un camino de renovaci¨®n y expansi¨®n con los Juegos de 1992, que consigui¨® los papeles de Salamanca durante el Gobierno de Zapatero, que alberga colecciones de arte ¨²nicas como varias etapas de Picasso, que ha conservado su arquitectura emblem¨¢tica con vigor y que ha sido capital editorial del pa¨ªs, se enfrenta a un descabezamiento cultural triste por el vigor que representaba la fusi¨®n de su idiosincrasia intelectual y la industrial. Mala noticia.
Por motivos ajenos a la independencia, pero qui¨¦n sabe si relacionados con la desconcentraci¨®n que pueden sufrir las instituciones catalanas en tiempos de monotema, Beatriz de Moura ha legado estos d¨ªas el archivo hist¨®rico de Tusquets a la Biblioteca Nacional de Espa?a. Se lo ofreci¨® antes a la de Catalu?a, sin obtener respuesta durante meses. Antes fue la Agencia Carmen Balcells, que en su caso vendi¨® el suyo al Ministerio de Cultura. Los signos de p¨¦rdida de protagonismo de la gran Barcelona se suman as¨ª a otros lastres como el tur¨ªstico, el bancario o el empresarial.
Este domingo, ser¨¢ probablemente la primera vez que acudamos a la fiesta del premio Planeta con el coraz¨®n encogido no por qui¨¦n ser¨¢ el afortunado, sino por saber si habr¨¢ alguna autoridad estatal junto a las catalanas. Los Reyes, la vicepresidenta y algunos ministros han sido habituales ¡ªel de Cultura es el ¨²nico que ¡°posiblemente¡± ir¨¢, sin confirmar a¨²n¡ª y puede que hasta a Revilla lleguemos a echar de menos. Como echaremos de menos la Barcelona vital, din¨¢mica y expansiva que abre los brazos y atrae beneficios para todos. Y es que, aunque el divorcio por el momento se ha contenido y Rajoy ha requerido a Puigdemont para que explique sus intenciones, los actores econ¨®micos y culturales empiezan a interpretar que la convivencia en esta casa est¨¢ rota.
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