Tours entre casitas de madera y zinc
Tres j¨®venes mozambique?os transforman una de las zonas m¨¢s deprimidas de Maputo gracias al turismo
Los padres de Iv¨¢n Augusto Laranjeira son de Mafalala, uno de los asentamientos informales del extrarradio de Maputo. Se podr¨ªa parecer a muchos barrios humildes, de muchas ciudades desiguales, de todos los continentes, por material constructivo, por problemas end¨¦micos como el alcoholismo y la criminalidad o por sus escandalosas tasas de desempleo. Pero los sitios son las personas y algunas, como Iv¨¢n, Erica Judite Mata y Carlos Mamudo, sus socios en Iverca, la peque?a empresa que crearon en 2009, con menos de 30 a?os, han provocado que Mafalala se haya convertido en uno de los centros tur¨ªsticos de la capital mozambique?a.
Con su iniciativa se suman a la oferta del pa¨ªs centrada en sol, playa y avistamiento de animales; sin embargo, por responsabilidad, ra¨ªces y conciencia, toman distancia de la pornomiseria y el espect¨¢culo de la caridad que, para muchos, supone bucear en el sur del planeta, y ponen en valor las costumbres, la vida y las vidas de una periferia tradicionalmente denostada y que, sin embargo, ha sido el hogar de personalidades de la talla de Samora Machel y Joaquim Chissano (dos presidentes del pa¨ªs), Jos¨¦ Craveirinha (uno de los grandes poetas mozambique?os) o Eus¨¦bio da Silva Ferreira (la estrella de f¨²tbol portuguesa).
"Cuando sales de un lugar as¨ª, nunca miras atr¨¢s, jam¨¢s regresas", se?ala Iv¨¢n. Pero ¨¦l volvi¨® a la tierra que vio nacer a sus padres para hacerla (a¨²n m¨¢s) grande.
Pregunta. ?C¨®mo nace Iverca?
El turismo que se llevaba a cabo en los grandes ressorts ten¨ªa un poso racista que imped¨ªa el uso de esos espacios de disfrute por parte de los individuos negros
Respuesta. Nuestra idea era crear propuestas con las que nos sinti¨¦ramos m¨¢s identificados como mozambique?os, que sirvieran para incluir a las comunidades m¨¢s desfavorecidas y que, de paso, las transformara en protagonistas de toda nuestra labor. Al? mismo tiempo, quer¨ªamos cambiar la forma de inversi¨®n en el sector. El empresariado local y la juventud se estaban quedando fuera de una de las actividades econ¨®micas m¨¢s importantes del pa¨ªs. Por otro lado, el turismo que se llevaba a cabo en los grandes resorts ten¨ªa un poso racista que imped¨ªa el uso de esos espacios de disfrute por parte de los individuos negros. Como es l¨®gico, todo esto nos resultaba de lo m¨¢s chocante y ofend¨ªa nuestra integridad y mozambicanidad, de ah¨ª que decidi¨¦ramos apostar por un turismo responsable que garantizara la sostenibilidad de la comunidad.
P. ?Por qu¨¦ escogisteis Mafalala?
R. Porque es un barrio que respond¨ªa al perfil ideal para el empoderamiento de una comunidad a trav¨¦s del turismo y, adem¨¢s, contaba con todos los recursos culturales necesarios para convertirse en una atracci¨®n tur¨ªstica, un poco en la l¨ªnea de Soweto, en ?frica del Sur, o de las favelas de R¨ªo de Janeiro. Tuvimos en cuenta, tambi¨¦n, la afinidad existente entre ese espacio y yo, toda mi familia viene de Mafalala y, aunque yo no haya vivido ah¨ª, siempre crec¨ª con el barrio presente en las historias que mis padres me contaban de los tiempos en los que grandes nombres marcaron y moldearon la historia de Mozambique, convirti¨¦ndose en destacadas figuras mundialmente. Para concluir, tras un an¨¢lisis de mercado, entendimos que Mafalala encajaba estrat¨¦gicamente en los cinco puntos de la ley de Michael Porter (amenazas de competidores y productos sustitutos; negociaci¨®n de proveedores y clientes; y rivalidad entre competidores) y podr¨ªa suponer una gran innovaci¨®n para el sector del turismo en Mozambique.
P. ?Qu¨¦ tiene de especial el barrio?
R. Adem¨¢s de haber sido el barrio de dos presidentes y de otras personalidades de la cultura, las artes y el deporte, tiene una arquitectura peculiar marcada por las construcciones en madera y cinc y acoge a una comunidad bastante diversificada en t¨¦rminos ¨¦tnicos, lo cual hace de ¨¦l una especie de Mozambique en miniatura; es uno de los lugares que m¨¢s contribuyen en la evoluci¨®n de la marrabenta (el estilo musical m¨¢s popular del pa¨ªs) y fue en este barrio en el que se desarroll¨® la conciencia pol¨ªtica de los movimientos nacionalistas que, tiempo despu¨¦s, confluir¨ªan en el FRELIMO (Frente de Liberaci¨®n de Mozambique).
P. El sitio estaba decidido, pero... ?c¨®mo empezar?
R. Los inicios no fueron f¨¢ciles. Estuvieron muy marcados por un escepticismo enorme por ambas partes: la comunidad residente y los organismos p¨²blicos. Fue necesaria una acci¨®n fuerte de sensibilizaci¨®n, que se tradujo en el reclutamiento de 30 j¨®venes locales para formarles como gu¨ªas tur¨ªsticos y en una campa?a posterior dirigida a los residentes y jefes comunitarios con el objetivo de crear el Mafalala Walking Tour, un recorrido a pie por los puntos de inter¨¦s hist¨®rico-cultural. Fue igualmente importante en este proceso la realizaci¨®n y producci¨®n del Festival Mafalala en el que se enalteci¨® el rico patrimonio del barrio y los aspectos positivos del arte local, principalmente, la gastronom¨ªa, la m¨²sica y la danza.
P. ?Qu¨¦ consecuencias est¨¢ teniendo el turismo en Mafalala?
Recomendaciones de Iv¨¢n Augusto Laranjeira para saber m¨¢s sobre Mafalala
? Mafalala: Mem¨®rias e Espa?os dum Lugar, 2016.
? Mafalala: Guia Cultural del Barrio Hist¨®rico de Maputo.
? Mauro Pinto, D¨¢ Licen?a.
? Camila de Sousa, Mafalala Blues.
R. Ha tra¨ªdo efectos bastante positivos por el hecho de emplear, directamente, a 10 personas y, de manera indirecta, tener a 30 que proporcionan servicios o que tienen negocios que sirven de soporte para la actividad tur¨ªstica. El turismo despert¨®/inici¨® el debate en Maputo sobre la puesta en valor del patrimonio cultural de la periferia y acerca de la urbanizaci¨®n de estos asentamientos informales. Mafalala representa un buen ejemplo de democratizaci¨®n cultural, puesto que contribuye al acceso a la cultura de grupos marginados ya que, a trav¨¦s de ella, llevan a cabo su empoderamiento, econ¨®mico y social. Hoy por hoy, Mafalala est¨¢ siendo objeto de un mayor inter¨¦s por parte de la Academia.
P. Mozambique limita con ?frica del Sur, ?qu¨¦ lecciones se han aprendido del turismo en los townships de all¨ª?
R. En Iverca hemos aprendido la importancia de garantizar el empoderamiento y el control de la acci¨®n por parte de la comunidad durante todas las fases del proceso tur¨ªstico, el respeto a la privacidad e imagen de la comunidad, que no se puede olvidar inventariar el patrimonio cultural, que resulta fundamental el reconocimiento oficial de los espacios como lugares de protecci¨®n, as¨ª como la preservaci¨®n y conservaci¨®n del patrimonio cultural por parte de los organismos p¨²blicos, en particular, de los municipios, que es necesario llevar a cabo una investigaci¨®n hist¨®rica continua y publicarla y, por ¨²ltimo, tener mucho cuidado para no incurrir en el voyeurismo que este tipo de turismo puede generar.
P. ?Qu¨¦ ha cambiado en Mafalala?
Las personas hoy se enorgullecen de decir que son de Mafalala
R. Las personas hoy se enorgullecen de decir que son de Mafalala, es decir, siempre existi¨® ese orgullo, pero ahora est¨¢ m¨¢s generalizado y se asocia al turismo. Por otro lado, al ser un barrio que est¨¢ en el coraz¨®n de la ciudad, empieza a ser objeto de inter¨¦s para la clase media y se est¨¢ produciendo una incipiente gentrificaci¨®n. Pero, por encima de todo, observo un orgullo que florece como resultado del rescate de la identidad colectiva y de la memoria com¨²n de su comunidad.
P. ?C¨®mo conseguir financiaci¨®n con un proyecto as¨ª?
R. Comenzamos con una ayuda inicial de 10.000 d¨®lares proveniente de la Organizaci¨®n Internacional del Trabajo (OIT) para la formaci¨®n de los gu¨ªas tur¨ªsticos, la investigaci¨®n hist¨®rica, la creaci¨®n y promoci¨®n de la ruta tur¨ªstica Mafalala Walking Tour (que tambi¨¦n cont¨® con el apoyo de la Agencia Espa?ola de Cooperaci¨®n Internacional y Desarrollo, AECID) y la realizaci¨®n del Festival Mafalala. A partir de ah¨ª, el proyecto se ha mantenido gracias a las tarifas que se cobran a los turistas que vienen a Mafalala. Entretanto, estamos siempre pendientes de las convocatorias a subvenciones para poder cumplir m¨¢s sue?os.
P. ?Qu¨¦ tipo de turista visita a Mafalala?
R. La mayor parte de los visitantes a Mafalala son expatriados residentes en Maputo, aunque tambi¨¦n vienen los europeos, americanos, australianos y japoneses que desembarcan de los cruceros que recalan en la ciudad.
P. ?C¨®mo conseguir que provengan tambi¨¦n de pa¨ªses africanos?
R. Esto pasa por permitir una mayor conectividad entre los pa¨ªses africanos, por reducir los precios de los billetes de avi¨®n entre pa¨ªses del continente, por permitir la libre circulaci¨®n, como la exenci¨®n de visado, por poner un ejemplo. Por otro lado, si nos referimos a la di¨¢spora africana, considero que es necesario deconstruir la imagen del continente y hablar a los afrodescendientes de la cara maravillosa del continente africano, especialmente, en lo que concierne a su diversidad cultural y a su historia.
P. ?Cu¨¢les son los pr¨®ximos proyectos de Mafalala e Iverca?
R. En este momento trabajamos en la construcci¨®n de un Museo Comunitario del Barrio de Mafalala y tambi¨¦n hemos iniciado un proyecto de expansi¨®n para llegar a otras partes del pa¨ªs. Queremos especializarnos en el turismo cultural en Mozambique y capitalizar las potencialidades existentes en el pa¨ªs.
Luc¨ªa Mbom¨ªo ha trabajado en Espa?oles en el Mundo (Tve1), Madrid Directo (Telemadrid), El M¨¦todo Gonzo (Antena 3) o, en la actualidad, en Aqu¨ª la Tierra (Tve1). Por otro lado, ha dirigido y guionizado documentales para la serie de Movistar tv, En Tierra de los Nadie. En mayo public¨® su primer libro, Las que se atrevieron.
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