Las universidades se mueven por la alimentaci¨®n
Las organizaciones sociales, el sector privado y las universidades tienen mucho que aportar para un sistema alimentario m¨¢s sostenible
Los d¨ªas internacionales, de alguna manera, tienen dos caras. La cara que nos anima a celebrar, a revisar los logros, a valorar a las personas implicadas, a juntarnos. Y la que nos se?ala con el dedo, que nos hace sentir peque?itas, nos pregunta por qu¨¦ no hemos hecho m¨¢s, por qu¨¦ con los medios con los que contamos en pleno siglo veintiuno, a¨²n tenemos este d¨ªa se?alado en el calendario.
Este lunes 16 de octubre ha sido el D¨ªa Mundial de la Alimentaci¨®n seg¨²n Naciones Unidas, el D¨ªa Mundial de la Soberan¨ªa Alimentaria y contra las corporaciones transnacionales, seg¨²n V¨ªa Campesina, o simplemente el D¨ªa anti-McDonald¡¯s, seg¨²n otros movimientos sociales. El domingo fue el d¨ªa internacional de las Mujeres Rurales. Ayer fue el D¨ªa Internacional para la Erradicaci¨®n de la Pobreza. Estas fechas me remueven especialmente y tambi¨¦n, de alguna manera, intento celebrarlas.
Este a?o aumenta, por primera vez en quince a?os, el n¨²mero de personas subnutridas en el mundo seg¨²n la FAO. Esto deber¨ªa abrir todos los telediarios. Pero no lo hace. La obesidad y el sobrepeso se est¨¢n convirtiendo en los nuevos estigmas de esta sociedad, especialmente en ni?os, ni?as y j¨®venes. La educaci¨®n alimentaria deber¨ªa estar en todos los cursos de infantil, primaria, secundaria y hasta en la universidad. Pero no lo est¨¢. El 10,7 % de la poblaci¨®n mundial vive con menos de 1,9 d¨®lares estadounidenses al d¨ªa. Todas las pol¨ªticas p¨²blicas deber¨ªan ser inclusivas y con enfoque de derechos humanos. Pero no lo son.
Si nos centramos en la alimentaci¨®n, sabemos que se producen pr¨¢cticamente el doble de alimentos de los que la poblaci¨®n mundial actual necesita y que un tercio de lo que producimos acaba en la basura a lo largo de la cadena alimentaria. El problema del hambre es una cuesti¨®n pol¨ªtica, debate superado. ?O no?
Las pol¨ªticas p¨²blicas son el mejor veh¨ªculo para trabajar por la soberan¨ªa y la seguridad alimentaria. La gobernanza alimentaria est¨¢ innovando a escala local, en 2015 m¨¢s de 150 ciudades firmaron el Pacto de Pol¨ªtica Urbana Alimentaria de Mil¨¢n y esta semana se re¨²nen en Valencia. Tras las jornadas Sociedad Civil, Alimentaci¨®n y Ciudades Sostenibles, celebradas tambi¨¦n en Valencia en septiembre, queda claro que las organizaciones sociales, el sector privado y las universidades tambi¨¦n tienen mucho que aportar desde su papel y su experiencia para un sistema alimentario m¨¢s sostenible.
Y es precisamente desde la universidad donde me cuestiono su papel para el fomento de sistemas alimentarios m¨¢s sostenibles. Adem¨¢s de investigaciones espec¨ªficas sobre la materia y jornadas de difusi¨®n, se est¨¢n llevando a cabo varias iniciativas desde la universidad junto a organizaciones de la sociedad civil y administraciones p¨²blicas. Este es el caso de AgroLab, un vivero de empresas agroalimentarias con criterios de producci¨®n local y econom¨ªa solidaria, promovido por la Universitat Polit¨¨cnica de Val¨¨ncia y el Ayuntamiento de Val¨¨ncia.
Pero m¨¢s all¨¢ de esto es necesario un cambio profundo, una reestructuraci¨®n interna. Comenzando por el principio: qu¨¦ ense?amos en la Universidad. La revisi¨®n e inclusi¨®n de la cuesti¨®n alimentaria en las carreras universitarias relacionadas, desde Ingenier¨ªa Agron¨®mica, Magisterio, Medicina, Ciencias Sociales o Econom¨ªa hasta Derecho y Arquitectura, y la comunicaci¨®n y coordinaci¨®n entre ellas a trav¨¦s de un consejo interuniveristario o un observatorio de derecho a la alimentaci¨®n, por ejemplo, es fundamental. De hecho, Arquitectura puede ser la clave cuando la planificaci¨®n urbana-rural est¨¢ siendo decisiva para fomentar sistemas alimentarios locales m¨¢s sostenibles.
Durante estos tres d¨ªas de celebraci¨®n y autocuestionamiento, me planteo algunos desaf¨ªos para la universidad: c¨®mo hacer una transmisi¨®n real del conocimiento a la sociedad (m¨¢s all¨¢ de la comunidad cient¨ªfica), c¨®mo generar conocimiento a partir de necesidades demandadas por sectores sociales e incluyendo a los protagonistas (agricultoras, ni?as y ni?os, instituciones, organizaciones), c¨®mo fomentar un conocimiento intersectorial y multi actor (la perspectiva feminista y la relaci¨®n con el medio son imprescindibles) y c¨®mo formar parte indisoluble de la nueva gobernanza alimentaria como un actor relevante, comprometido y vinculado a mejorar las pol¨ªticas p¨²blicas alimentarias.
Soy optimista porque ya se est¨¢n realizando propuestas concretas. Por tanto, cuestiono, pero tambi¨¦n celebro.
Lidia Garc¨ªa-Garc¨ªa, investigadora en gobernanza alimentaria y sistemas alimentarios sostenibles. Actualmente es profesora e investigadora en la Universitat Polit¨¨cnica de Val¨¨ncia y cuenta con m¨¢s de 12 a?os de experiencia en cooperaci¨®n internacional al desarrollo, la mayor¨ªa en la Organizaci¨®n de las Naciones Unidas para la Alimentaci¨®n y la Agricultura (FAO).
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