Chiara Ferragni: de hacerse fotos frente al espejo a ser la primera ¡®influencer¡¯
A trav¨¦s de la red social Instagram la italiana ha construido un imperio desde la nada
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Posados casuales milim¨¦tricamente estudiados en los que aparecen en paradis¨ªacas playas. Hashtags o etiquetas que describen cada uno de sus movimientos. Y una vida editada y expuesta al minuto en las redes sociales. As¨ª son los nuevos famosos de la generaci¨®n millennial. Pero si hay una celebridad internacional que destaca sobre el resto en Instagram es, sin lugar a dudas, Chiara Ferragni.
¡°A la gente le gusta mi historia porque soy una mujer que se ha hecho a s¨ª misma¡±, ha llegado a asegurar orgullosa. Y no puede ser m¨¢s cierto. Esta exestudiante de Derecho nacida hace 30 primaveras en Cremora, un peque?o pueblo cercano a Mil¨¢n, se ha ganado a pulso el t¨ªtulo de reina de Instagram. Pero, ?c¨®mo llega una desconocida a ser la correa de transmisi¨®n imprescindible entre las marcas de moda de lujo y las personas de a pie? Aprovechando el momento adecuado y la plataforma perfecta.
En 2009, poco despu¨¦s de trasladarse a Mil¨¢n para comenzar sus estudios universitarios, Ferragni cre¨®, con su pareja de aquel entonces, Ricardo Pozzoli, su bit¨¢cora digital The Blonde Salad. En este diario cibern¨¦tico la italiana documentaba, c¨¢mara en mano, algo m¨¢s que su ropa: mostraba su d¨ªa a d¨ªa, im¨¢genes cotidianas en su peque?o estudio o de sus paseos por las calles de Mil¨¢n. Sin saberlo Ferragni y Pozzoli hab¨ªan dado con el n¨²cleo del negocio de los llamados influencers.
Y mientras ella jugaba a ser modelo y se sacaba fotos frente al espejo, no muy lejos de su apartamento la marca Dolce & Gabanna sentaba ese a?o por primera vez en la primera fila de su desfile en Mil¨¢n a los blogueros de moda m¨¢s conocidos del momento, como Tommy Ton, junto a poderosos titanes del mundo de la comunicaci¨®n como Anna Wintour ¡ªeditora de la versi¨®n estadounidense de Vogue¡ª. La revoluci¨®n digital se abr¨ªa hueco en el universo de la de moda.
En 2015 la Harvard Bussines School incluy¨® su modelo de negocio como caso de estudio
Casi de un d¨ªa para otro las bloggers ¡ªy posteriormente las instagrammers¡ª desbancaron a las modelos y a las revistas de moda como prescriptoras de estilo, y all¨ª estaba Ferragni, dispuesta a llevarse un trozo del pastel que se empezaba a repartir.
Ferragni est¨¢ lejos de encarnar la voluptuosa belleza italiana que hab¨ªan mostrado la moda y el cine con actrices como Gina Lollobrigida, Sophia Loren o Monica Bellucci. Es m¨¢s bien todo lo contrario, una chica normal, delgada, alta ¡ªe incluso un poco desgarbada¡ª rubia, y con unos enormes ojos azules que se acent¨²an y se enmarcan gracias a unas trabajadas pesta?as. Pero aun as¨ª, gracias a su web, y a su perfil de Instagram ha conseguido hacerse imprescindible para los grandes dise?adores. Ferragni conecta con su p¨²blico y vende. Para eso no le han hecho falta ni los ojos de Loren, ni las curvas de Bellucci.
'Forbes' la ha elegido como una de las 30 personas menores de 30 m¨¢s influyentes del mundo?
En 2011, dos a?os despu¨¦s de arrancar, The Blonde Salad ten¨ªa 110.000 visitantes mensuales. Fue entonces cuando Ferragni y Pozzoli descubrieron la diferencia entre tener un blog que crea tendencias y da dinero, o simplemente alimentar la vanidad en un diario digital. Hab¨ªa que tener una estrategia comercial y un buen plan empresarial. Ellos dejaron de ser egobloggers y se convertieron en influencers.
El despunte del blog les ofreci¨® la oportunidad perfecta para diversificar el negocio. Por una parte The Blonde Salad vend¨ªa espacios publicitarios, y dedicaba sus editoriales a las grandes marcas; mientras que Chiara se vend¨ªa a s¨ª misma en Instagram como una marca independiente: la chica que todo el mundo quer¨ªa ser.
Sus seguidores lo saben todo de su vida, o al menos de la versi¨®n editada que publica. Con una media de seis nuevas fotos al d¨ªa en Instagram, que obtienen entre 70.000 y 80.000 ¡°me gusta¡±, Ferragni est¨¢ en el punto de mira de millones de personas, lo sabe y lo explota. A su s¨¦quito de fans les ha mostrado desde su ruptura con Ricardo Pozzoli ¡ªcon quien todav¨ªa mantiene una relaci¨®n laboral¡ª hasta su compromiso con el rapero Fedez, emitido en directo por redes sociales.
Aunque cada una de las publicaciones en sus redes desprenden un aroma fresco y natural, no hay que olvidar que es un negocio. Todas las instant¨¢neas est¨¢n estudiadas al mil¨ªmetro para que fijes tu atenci¨®n en ese precioso bolso, o en esa camisa cuyo precio contiene m¨¢s ceros que el salario medio de muchos trabajadores. Ferragni ha conquistado el mercado publicitario de las marcas de lujo, algo que hasta ahora se reservaba a las revistas de moda.
?Qu¨¦ hace de ella la reina del mundo de la comunicaci¨®n de moda? La estrategia con la que afront¨® su aventura digital desde un primer momento. Para ella no es tan importante que una marca le pague una gran suma por aparecer en sus redes, como crear una relaci¨®n de confianza con esa marca para, con el tiempo, acabar convirti¨¦ndose en su embajadora o creando colecciones c¨¢psula para ella. Sin lugar a dudas un tipo de contrato mucho m¨¢s beneficioso.
Ferragni ha logrado convertirse ella misma en una marca. Sus seguidores conf¨ªan en ella y acatan, casi a pies juntillas, sus recomendaciones estil¨ªsticas. Que vista unos pantalones o se aloje en un determinado hotel es sin¨®nimo de ¨¦xito total de ventas. Tanto es as¨ª que este a?o Forbes la ha coronado como la bloguera e instagramer m¨¢s influyente en el mundo de la moda. Aunque no es la primera vez que la reina de instagram corona alguna de las listas de esta prestigiosa revista en 2015 y 2016 ya fue elegida como una de las 30 personas menores de 30 a?os m¨¢s influyentes en el mundo de las redes sociales.
Y mientras alcanzaba el estatus de Influencer con may¨²sculas, el blog The Blonde Salad tambi¨¦n evolucionaba, pasando a ser una web de estilo de vida desde la que se pueden seguir las andanzas de Ferragni por el mundo y comprar la ropa dise?ada por ella para otras marcas o adquirir unos zapatos de Chiara Ferragni Collection, su l¨ªnea de calzado. La empresa se reinventaba, crec¨ªa y empezaba a generar beneficios millonarios. Tanto que en 2015 hasta Harvard Business se fij¨® en ella e incluy¨® el suyo como un caso de estudio en su MBA.
Ferragni y Pozzoli ya no son dos adolescentes sac¨¢ndose fotos y subi¨¦ndolas a su blog, sino empresarios de ¨¦xito que ganan 9,5 millones de d¨®lares al a?o.
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