Acabar con el ¡®proc¨¦s¡¯

Tal nivel de perversi¨®n ha introducido el proc¨¦s en nuestra vida democr¨¢tica que los analistas especulan con toda naturalidad sobre lo que pasar¨ªa si Puigdemont convocara elecciones legales. S¨ª, legales. Lo que implica que nos creemos la posibilidad de que convoque elecciones ilegales, esto es, plebiscitarias, referendarias, de desconexi¨®n, de transitoriedad o de alg¨²n nuevo tipo que alumbre el arsenal surrealista del proc¨¦s.

En los pa¨ªses normales no es preciso a?adir legales a elecciones: se da por hecho. En Espa?a, hasta hace unos a?os, tampoco lo era. Pero ahora, como hablamos de alguien que ya convoc¨® un refer¨¦ndum ilegal y que se ha instalado en la ilegalidad y la desobediencia estructural a la Constituci¨®n, la aclaraci¨®n es obligada.

No sabemos qu¨¦ dir¨¢n los historiadores del proc¨¦s. Pero para los polit¨®logos solo se puede definir como ¡°la utilizaci¨®n fraudulenta de las instituciones del autogobierno para lograr la independencia¡±. El programa pol¨ªtico de Puigdemont, Junqueras, Forcadell y compa?¨ªa ha sido y es utilizar la autonom¨ªa para acabar con la autonom¨ªa. As¨ª de simple. Por eso est¨¢ justificada la aplicaci¨®n del 155. Al fin y al cabo, ?qu¨¦ otra cosa puede significar restaurar la legalidad constitucional que no sea impedir que nadie se sirva de la Constituci¨®n para acabar con ella?

No se trata, enti¨¦ndase bien, de acabar con el independentismo. Como idea, como proyecto pol¨ªtico, como aspiraci¨®n, sentimiento o lo que se quiera, el independentismo es legal y leg¨ªtimo, y los partidos que defienden la independencia, tambi¨¦n. Lo que no lo es es utilizar el Govern, el Parlament, los Mossos, los medios p¨²blicos, los funcionarios y los impuestos de los catalanes para, ilegalmente, acabar con el autogobierno.

En una democracia, todas las elecciones son, por definici¨®n, legales. Sirven para elegir un Gobierno que gestione el autogobierno ¡ªcon sus carreteras, escuelas y hospitales¡ª, no una manera de ganar tiempo, salvar los muebles y seguir alimentando el proc¨¦s.

Desde el inicio, el proc¨¦s ha sido un gigantesco fraude de ley. Adem¨¢s de acabar con el Estado de derecho en Catalu?a, ha roto la convivencia, dividido a la sociedad, acabado con el catalanismo, puesto en fuga a las empresas y cosechado el rechazo de toda Europa. ?Alguna raz¨®n para dejarlo continuar? @jitorreblanca