#YoTampoco

No dir¨¦ cu¨¢ntos para mantener el misterio, pero, por unos pocos a?os de minor¨ªa de edad relativa, no vot¨¦ la Constituci¨®n de 1978. Aclarado este extremo, y seg¨²n Enric Blanes, ide¨®logo de la Asamblea Nacional Catalana que rebuzna que el grueso de quienes la aprobaron est¨¢n muertos, a¨²n debe una de andar viva, aunque sea chocheando. El caso es que, pese a sus achaques de premenop¨¢usica, la que firma, como sus coet¨¢neos, y somos masa porque hablamos de los baby-boomers espa?oles, estren¨® la mayor¨ªa de edad con los deberes c¨ªvicos ya hechos por sus mayores. Nos hicimos mujeres y hombres con los derechos y libertades escritos en aquel librillo color crema ¡ªlo estoy viendo¡ª que se buzone¨® en casas y colegios y en el que muchos hemos consultado ayer mismo el art¨ªculo 155.

Quiz¨¢ por eso, porque lo gordo ya estaba hecho, nuestra generaci¨®n no se ha caracterizado precisamente por su ardor revolucionario. M¨¢s all¨¢ de la insumisi¨®n a la mili ¡ªellos¡ª y la resistencia a la derogaci¨®n de la ya lograda ley del aborto ¡ªnosotras¡ª, hemos hecho m¨¢s bien poco por la colectividad ah¨ª fuera. Bastante ten¨ªamos con bregar con las barreras intramuros. Las mujeres, s¨¦ de lo que hablo, hemos tragado carros y carretas con tal de seguir en la brecha y en el tajo. Porque s¨ª, yo tambi¨¦n he o¨ªdo seg¨²n qu¨¦ ofertas. Y no, yo tampoco dije nada al respecto fuera de mi c¨ªrculo, o ni eso. Hemos querido ser tan iguales, que hemos actuado como se supon¨ªa que act¨²an los t¨ªos. Hemos renunciado a permisos a los que ten¨ªamos derecho porque sab¨ªamos que era un suicidio. Hemos tolerado lo intolerable porque sab¨ªamos qui¨¦n iba a perder la guerra. Y, s¨ª, hemos callado lo que deb¨ªamos haber pregonado porque casi lo consider¨¢bamos incluido en el sueldo y en el g¨¦nero. Hay muchos Harvey Weinstein de la vida y no solo en Hollywood. De Mercamadrid a la UE. Lo nuevo es que las nuevas no callen. Benditas sean.