Sanidad del siglo XXI en el Camer¨²n rural
Un proyecto piloto pretende informatizar las historias cl¨ªnicas y la gesti¨®n de los centros
Comprar un cuaderno. En Camer¨²n, como en muchas otras partes de ?frica subsahariana, lo primero que hay que hacer para que te atiendan en un hospital es conseguir una libreta. No importa lo urgente que sea el caso. En ese bloc, que algunos centros sanitarios incluso venden con su propio logo, se apuntan los datos del paciente, la presi¨®n arterial y la temperatura. Los m¨¦dicos y enfermeras apuntan tambi¨¦n anotan all¨ª los s¨ªntomas y el diagn¨®stico. Y despu¨¦s a?adir¨¢n los medicamentos recetados, por lo que ese cuaderno le servir¨¢ tambi¨¦n para acudir a la farmacia, convirti¨¦ndose as¨ª en la historia cl¨ªnica del paciente.
Pero, ?y en la siguiente visita? El enfermo puede perder su libreta, puede olvidar llevarla, o puede estrope¨¢rsele. Un proyecto piloto de informatizaci¨®n en Bikop ¡ªuna aldea aislada a 50 kil¨®metros al sur de la capital, Yaund¨¦¡ª y Kribi, en la costa al oeste del pa¨ªs, busca acabar con el problema de los cuadernos.
En Bikop, las religiosas Esclavas del Sagrado Coraz¨®n de Jes¨²s llevan 50 a?os atendiendo en un dispensario en medio de la selva. A la doctora Ana Guti¨¦rrez, directora del centro, le asustaba el reto de ense?ar a usar ordenadores a un personal con pocas (o nulas) nociones de inform¨¢tica. Pero la Fundaci¨®n Recover, promotora del proyecto junto a la ONG GNU Solidario, hizo hincapi¨¦ en la formaci¨®n.
La enfermera Rosalie Ekongolo trabaja en el dispensario desde 1987 y est¨¢ orgullosa de sus avances inform¨¢ticos. "He salido de mi ignorancia. Voy a comprarme un ordenador para poder estudiar y formarme mejor. Este es el verdadero empoderamiento que las mujeres necesitamos¡±, asegura mientras introduce en el sistema los datos de la paciente que examina. Ermine Ntasama, la jefa del laboratorio, lo tuvo m¨¢s f¨¢cil porque ya hab¨ªa trabajado con ordenadores. Para ella, tener informatizados todos los datos de los pacientes es una gran ayuda para obtener estad¨ªsticas y detectar epidemias o repuntes de enfermedades. ¡°Adem¨¢s, cuando un enfermo regresa todos sus datos est¨¢n en el sistema y se puede hacer un seguimiento mejor de la enfermedad y de su evoluci¨®n¡±, afirma.
Hay que tener una alternativa cuando la luz no funciona: es volver al cuaderno por unas horas
Guti¨¦rrez destaca tambi¨¦n la mejora de la privacidad. ¡°Antes, todo el mundo pod¨ªa leer el cuaderno. Eso era peligroso en caso de VIH/SIDA, por ejemplo, ya que el enfermo quedaba expuesto delante de todo el mundo¡±, explica. ¡°Ahora solo lo saben el m¨¦dico y el propio afectado¡±, apunta la religiosa. Sin embargo, no faltan los obst¨¢culos. ¡°Hay que tener una alternativa para cuando la luz no funciona, que es volver al cuaderno por unas horas. Y despu¨¦s toca echar horas metiendo los datos en el sistema cuando se recupera la electricidad¡±, se lamenta la directora.
Cada vez que hay problemas, las hermanas llaman a Raoul Mbratana, coordinador del proyecto de Recover. Mbratana considera que los generadores y paneles solares como los que han instalado las religiosas en Bikop pueden amortiguar los cortes de luz. Lo que s¨ª ve como un problema real son las dificultades para acceder a Internet, algo caracter¨ªstico de las zonas rurales de Camer¨²n. "Una conexi¨®n r¨¢pida y segura permitir¨ªa al personal sanitario hacer uso de servicios como Salud 2.0 para recabar asistencia y consejos de otros profesionales en caso de dificultad", opina.
Este sistema de gesti¨®n est¨¢ basado en un programa desarrollado por GNU, la ONG presidida por Luis Falc¨®n. Este m¨¦dico del Servicio Canario de Salud y licenciado en Ciencias Exactas e Ingenier¨ªa inform¨¢tica cre¨® el software como herramienta para que el personal sanitario mejorara las condiciones de vida de sus comunidades, pero con los a?os ha devenido tambi¨¦n en un sistema de gesti¨®n hospitalaria. El programa permite registrar a todos los pacientes y sus familias, gestionar citas y pruebas, optimizar los recursos y existencias, y sacar datos y estad¨ªsticas, algo clave para su creador. "Si no tengo un estado real de d¨®nde est¨¢n los focos principales de una enfermedad, no puedo hacer una buena campa?a de promoci¨®n de la salud", argumenta Falc¨®n. "Por ejemplo, si quiero trabajar para minimizar el embarazo juvenil, necesito una epidemiolog¨ªa por zonas, grupos de riesgo, estilo de vida, nivel socioecon¨®mico¡ porque, si no, estar¨¦ dando palos de ciego", ilustra.?
En su opini¨®n, pues, esta informatizaci¨®n es una herramienta fundamental para la prevenci¨®n y la formaci¨®n. Falc¨®n ha visitado recientemente Bikop para adaptar el sistema inform¨¢tico a la realidad camerunesa y a las necesidades espec¨ªficas de cada centro. ¡°Ha sido una tarea f¨¢cil: es una de las ventajas de utilizar software libre¡±, se?ala.
Pero, con las necesidades b¨¢sicas que a¨²n restan por cubrir en las zonas rurales de Camer¨²n, ?tiene sentido invertir fondos en esto en lugar de, por ejemplo, contratar m¨¢s m¨¦dicos o ampliar las instalaciones? Guti¨¦rrez insiste en que estar en la selva, entre los m¨¢s pobres, no tiene que equivaler a ofrecer asistencia de menor calidad. "Hoy, cualquier aparato viene con un programa y hay que operarlo desde un ordenador. No podemos estar en el siglo XXI y trabajar con medios del siglo pasado, aunque estemos en la selva¡±.
En otro dispensario que Infermeria Solid¨¤ria per l¡¯Africa (Insol¨¤frica) y Recover acaban de abrir en Kribi, en la costa, al oeste de Camer¨²n, se ha optado por la informatizaci¨®n desde un primer momento. N¨²ria Pagespetit y Jordi Homs, fundadores de Insol¨¤frica, ten¨ªan claro que quer¨ªan un centro informatizado, y hallaron la soluci¨®n a trav¨¦s de Recover y GNU. La ventaja de que haya dos centros piloto de distintas caracter¨ªsticas y en distintas zonas es que permitir¨¢ comparar los resultados, ventajas y dificultades de cada uno antes de comenzar a replicar el proyecto en otras partes del pa¨ªs.
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