Los pasos marcan el camino
Tal c¨®mo se ha creado el Grupo de Alto Nivel para cumplir la Agenda 2030 parece m¨¢s orientado a las oportunidades de negocio de las empresas espa?olas que al empe?o por no dejar a nadie atr¨¢s
Un largo viaje comienza con un paso. La direcci¨®n, el peso, la fuerza, la intenci¨®n que tenga ese primer paso condicionar¨¢n, inevitablemente, su destino final. Las rutas pol¨ªticas no son diferentes: sus etapas iniciales marcan tanto el camino como la llegada. As¨ª ocurre con la llamada Agenda Mundial de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS); una hoja de ruta que, hasta 2030, deber¨¢ avanzar en la lucha contra la pobreza, la desigualdad y a favor de la protecci¨®n del planeta. Su recorrido hasta entonces depende directamente de sus primeras etapas.
El pistoletazo de salida de la Agenda 2030 se dio hace dos a?os cuando 193 pa¨ªses se comprometieron a cumplirla. Desde entonces, el Gobierno espa?ol ha pasado dos a?os en blanco; solo muy recientemente ha dado tres pasos. El 27 de octubre se publicaba en el BOE el acuerdo de creaci¨®n del Grupo de Alto Nivel para la Agenda 2030 cuya funci¨®n principal ser¨¢ coordinar las actuaciones de Espa?a para el cumplimiento de la Agenda. Los otros dos pasos previos fueron anunciar que se presentar¨¢ ante el Foro Pol¨ªtico de Alto Nivel, un encuentro que se celebrar¨¢ en julio de 2018 y el que deber¨¢ rendir cuentas sobre sus compromisos; y el otro, el nombramiento de Francisco Montalb¨¢n como Embajador en Misi¨®n Especial para la Agenda 2030.
De momento, estos son los ¨²nicos indicios que tenemos para interpretar las intenciones del Gobierno en este despliegue. Si bien es cierto que recibimos de buen grado el nombramiento del embajador, no es menos cierto que la fecha en la que prev¨¦ acudir a la ONU para explicar los avances nos parece precipitada. Sobre todo despu¨¦s de la inacci¨®n previa: si apenas se ha avanzado en el camino, ?qu¨¦ resultados van a presentarse?, ?se forzar¨¢n los tiempos para presentar alg¨²n resultado? Este riesgo es real y puede poner en peligro la elaboraci¨®n de una estrategia de desarrollo sostenible que cuente con la adecuada participaci¨®n de la sociedad civil. Dar pasos en falso puede ser muy arriesgado.
Hasta ahora el crecimiento econ¨®mico no ha venido acompa?ado de reducci¨®n de la pobreza sino de aumento de la desigualdad?
Palanca de cambio para el camino
La sociedad civil avanza en el camino consciente de que los inicios son determinantes. La Coordinadora de ONGD present¨® en el Congreso y en el Senado las reflexiones de Futuro en Com¨²n, una plataforma que integramos 40 organizaciones sociales de diferentes sectores que apostamos por un enfoque hol¨ªstico con el que encarar los retos de la Agenda. Y adoptamos este enfoque por una raz¨®n principal: consideramos que la Agenda puede ser la palanca de cambio en nuestro pa¨ªs y en el mundo. Puede y debe provocar un giro de tim¨®n que garantice los derechos humanos y la protecci¨®n del planeta.
En la comparecencia pedimos al Ejecutivo liderazgo y coordinaci¨®n al m¨¢s alto nivel, de manera que los timoneles de esta traves¨ªa se situaran en la presidencia o en la vicepresidencia del Gobierno. Sugerimos que la coordinaci¨®n no recayera en el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperaci¨®n (MAEC) porque quedar¨ªa, de este modo, limitado a un enfoque exterior y dejar¨ªa a un lado la parte interna que nos corresponde.
La realidad, sin embargo, se ha tejido con otros hilos. La presidencia del Grupo de Alto Nivel recaer¨¢ finalmente en el MAEC, que contar¨¢ con el apoyo del ministro de Fomento y la ministra de Medio Ambiente. Es cierto que el MAEC podr¨ªa contribuir al cumplimiento de los ODS en otros pa¨ªses, siempre y cuando recuperara la maltrecha pol¨ªtica de cooperaci¨®n y sus exiguos presupuestos. Pero ?qu¨¦ pasa con las pol¨ªticas dom¨¦sticas en las que el Gobierno tambi¨¦n se la juega? Llama la atenci¨®n la escasa relevancia que en ese Grupo de Alto Nivel tendr¨¢n los ministerios de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad o el de Empleo y Seguridad Social. ?C¨®mo es posible que sea as¨ª cuando los cinco primeros objetivos se agrupan en el que se conoce como ¡°eje de personas¡±; una l¨ªnea de trabajo directamente relacionada con la pobreza, el hambre, la salud, la educaci¨®n y la igualdad de g¨¦nero?
Un men¨² a la carta
Y as¨ª, las pol¨ªticas sociales quedan relegadas a un papel de actores secundarios en un camino crucial para nuestro futuro. Este papel accesorio refuerza las sospechas de un despliegue m¨¢s orientado a las oportunidades de negocio de las empresas espa?olas que al empe?o de ¡°no dejar a nadie atr¨¢s¡± y proteger nuestro planeta. Si bien es cierto que los ODS abarcan las tres dimensiones del desarrollo ¡ªecon¨®mica, social y medioambiental¡ª, no es menos cierto que hasta ahora el crecimiento econ¨®mico en nuestro pa¨ªs y en el mundo no ha venido acompa?ado de reducci¨®n de la pobreza sino de aumento de la desigualdad y el da?o medioambiental. El puzzle que se est¨¢ conformando refleja, de este modo, una interpretaci¨®n de la Agenda como un men¨² a la carta en lugar de reforzar el car¨¢cter integral e indivisible de sus 17 objetivos.
Nuestra lucha es la erradicaci¨®n de la pobreza de la manera m¨¢s transformadora e inclusiva
La voluntad pol¨ªtica se demuestra en presupuestos que permitan poner en marcha las pol¨ªticas. As¨ª lo manifestamos en nuestras comparecencias. Sin embargo, en el acuerdo de creaci¨®n del Grupo de Alto Nivel, se afirma que su puesta en marcha no supondr¨¢ un aumento del gasto p¨²blico. ?C¨®mo hacer frente, entonces, a las funciones que se le atribuyen sin dotaci¨®n presupuestaria? Sin fondos, no puede andarse el camino. Las palabras bien intencionadas sin recursos que las garanticen suenan m¨¢s a brindis al sol que a compromiso real. De igual manera que sin recuperaci¨®n de la Ayuda Oficial al Desarrollo, la contribuci¨®n internacional de Espa?a a los ODS se queda en papel mojado.
Si se pierde de vista el horizonte al que hay que llegar, caminaremos desnortados. Ese horizonte viene claramente marcado por la erradicaci¨®n de la pobreza, la reducci¨®n de las desigualdades y la protecci¨®n del planeta que habitamos. Nuestra lucha, como sociedad civil, es recordar permanentemente ese horizonte, y hacerlo de la manera m¨¢s justa, transformadora e inclusiva. Los primeros pasos del camino nos dejan un sabor amargo de insatisfacci¨®n. Las cosas pueden y deben hacerse mejor. No demos pasos en falso.
Andr¨¦s Rodr¨ªguez Amayuelas es presidente de la Coordinadora de ONG para el Desarrollo (CONGDE)
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