El idilio sin fin de Dolce&Gabbana
Los dise?adores italianos, que han celebrado un desfile protagonizado por ¡®influencers¡¯ y j¨®venes arist¨®cratas, han encontrado en la generaci¨®n ¡®millennial¡¯ su inspiraci¨®n
Hace unos cuatro a?os?Domenico Dolce y Stefano Gabbana comprendieron que la generaci¨®n millennial estaba llamada a cambiar la forma de consumir y comunicar moda. ¡°Empezamos a interesarnos por este fen¨®meno cuando vimos que las grandes multinacionales buscaban f¨®rmulas para fidelizar a estos j¨®venes a los que no sab¨ªan c¨®mo captar. Nosotros decidimos sencillamente hablar con ellos¡±, asegura Stefano Gabbana, que recibe a EL PA?S en la casa repleta de color y arte contempor¨¢neo que posee en Londres, y a la que se escapa tan a menudo como puede.
Domenico Dolce, la otra mitad de la firma que fundaron juntos en 1985 ¡ªtambi¨¦n fueron pareja durante dos d¨¦cadas¡ª, estaba inmerso en los preparativos del desfile que celebr¨® la marca la noche del pasado jueves en Harrods ¡ªla primera pasarela realizada en los lujosos almacenes londinense¡ª. En sinton¨ªa con las ¨²ltimas campa?as de publicidad de la marca, estuvo protagonizado en su totalidad por influencers de menos de 35 a?os. Pero con una salvedad: ¡°Esta vez, la mayor parte son de la aristocracia inglesa. Adem¨¢s de la juventud, tienen el apellido¡±. Y qu¨¦ apellidos: Windsor, Mountbatten, Getty, Spencer¡ La realeza del rock, el cine y la moda estuvieron igualmente representados; Rafferty Law, Lottie Moss, Sascha Bailey o Amber Le Bon forman parte de un casting que tambi¨¦n incluye artistas, DJs, actrices, terratenientes y hasta una vizcondesa. Para los italianos, prescindir de las modelos implica celebrar distintos tipos de cuerpo y de belleza. ¡°No dir¨ªa que es un desfile m¨¢s democr¨¢tico, porque no es un t¨¦rmino que yo suela emplear, pero s¨ª m¨¢s real. Es como cuando vas a la tienda; todos los clientes son distintos¡±, afirma Gabbana.
C¨®digos de la casa
Su idilio con los nativos digitales no acaba ah¨ª: este mes publicar¨¢n con la editorial Rizzoli un libro en el que numerosos representantes de la ¡°generaci¨®n Instagram¡± ¡ªentre ellos, los espa?oles Alexandra Pereira y Sergio Carvajal¡ª reinterpretan los c¨®digos de la casa. Desde un punto de vista econ¨®mico, el movimiento de acercamiento a esta nueva hornada de consumidores est¨¢ funcionando: seg¨²n The Times, la firma aument¨® un 9% su facturaci¨®n en el ¨²ltimo a?o fiscal. Pero creativamente la relaci¨®n tambi¨¦n se ha demostrado fruct¨ªfera: ¡°Nos divertimos con ellos y nos inspiran much¨ªsimo. Les preguntamos, ¡®?qu¨¦ te quieres poner, qu¨¦ te gusta?¡¯. Y aprendemos de sus elecciones¡±.
Adem¨¢s del desfile, la presencia de los dise?adores en Reino Unido se debe a un gran proyecto navide?o en el que han unido fuerzas con Harrods. La firma italiana por excelencia ha inundado de gui?os a su pa¨ªs los grandes almacenes m¨¢s ic¨®nicos de Londres: desde el ¨¢rbol de Navidad, iluminado seg¨²n la tradici¨®n de Puglia, hasta los escaparates, que evocan un teatro de marionetas siciliano, con los propios dise?adores y su universo como protagonistas. ¡°Somos italian¨ªsimos tambi¨¦n a la hora de festejar la Navidad¡±, comenta Gabbana. ¡°En el sur, de donde es Domenico, la celebran la noche del 24 con un men¨² a base de pescado. Y en el norte, de donde soy yo, lo hacemos el 25 a mediod¨ªa a base de carne. Siempre juntamos a las dos familias¡±. Menci¨®n especial merece el mercadillo navide?o que han instalado en la cuarta planta del edificio, en cuyas casetas los cannoli sicilianos o el panettone milan¨¦s se mezclan con las prendas y accesorios de una colecci¨®n que han creado en exclusiva para la ocasi¨®n, y que han llenado de ¡°lugares comunes¡± brit¨¢nicos: de la corona a la Union Jack. ¡°Londres siempre ser¨¢ un punto de referencia para nosotros. Es una ciudad que te permite expresarte con libertad sin que nadie te juzgue¡±, se?ala.
Gabbana tambi¨¦n se expresa con plena libertad en las redes sociales, donde se ha convertido en una estrella inesperada; solo en Instagram tiene ya m¨¢s de un mill¨®n de seguidores. ¡°Nunca uso filtros, siempre digo lo que pienso y no soy pol¨ªticamente correcto¡±, explica, dando probablemente la clave del ¨¦xito de una cuenta en la que exhibe el mismo sentido del humor que le llev¨® a comercializar camisetas con el hashtag #BoycottDolceGabbana como gui?o autopar¨®dico a las cr¨ªticas que recibieron por vestir a Melania Trump. Pero lo que m¨¢s le atrae de esta herramienta es que le permite observar a los dem¨¢s de la misma forma que lo hac¨ªa antes desde las cafeter¨ªas del Corso Vittorio Emanuele de Mil¨¢n. ¡°Mezclarse con la gente es el nuevo modo de comunicar¡±, sentencia. Las docenas de personas que lo rodearon horas m¨¢s tarde para hacerse un selfie con ¨¦l despu¨¦s del desfile le dar¨ªan toda la raz¨®n.
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