La tonter¨ªa del boicoteo
EN EL PERIODISMO y en las redes sociales funciona cada vez con mayor intensidad la ley de las especies picantes. El paladar tiene que estar preparado para adentrarse y avanzar en la escala Scoville, que es la que mide la cantidad de capsaicina, el componente qu¨ªmico que est¨¢ detr¨¢s del picor de pimientos y chiles. Es una excitante carrera que tiene que ver con la competencia y tambi¨¦n con la adicci¨®n. Ya lo dijo Bernardo Berto?lucci, en su caso para establecer la diferencia entre filmes: ¡°Las pel¨ªculas son como los pimientos de Padr¨®n, que unas pican y otras no¡±. Ya s¨¦ que una cosa es invocar como autoridad los Cahiers du Cin¨¦ma y otra los pimientos de Padr¨®n (o Herb¨®n), pero la cita es aut¨¦ntica y se la escuch¨¦ en vivo al director de El ¨²ltimo tango en Par¨ªs, en una memorable intervenci¨®n en el Festival de Cine de San Sebasti¨¢n. Aquella distinci¨®n que hizo Bertolucci me parece pertinente para toda obra de arte: o pica o no pica.
Ocurre, no obstante, que el ardor de boca provocado por un mensaje supera a veces el tope tolerable de capsaicina en la escala Scoville, y eso fue lo que me sucedi¨® d¨ªas atr¨¢s con un tuit que no hablaba de pimientos de Padr¨®n, sino de agua de Font Vella. Hay momentos de tensi¨®n en los que la expresi¨®n ¡°arden las redes¡± deja de ser una met¨¢fora para convertirse en una aut¨¦ntica combusti¨®n que se propaga por la turba del sistema nervioso. Mar¨ªa Antonia Trujillo, profesora de Derecho Constitucional, que fue ministra socialista de Urbanismo y Vivienda en el Gobierno de Zapatero, consider¨® importante comunicar al universo que en un restaurante madrile?o de Chamart¨ªn le hab¨ªan servido agua catalana de Font Vella y que, en consecuencia, hab¨ªa decidido no volver a pisar tal lugar.
Ese mismo d¨ªa de finales de octubre hab¨ªa varias noticias de electrochoque, pero confieso que ese tuit del agua me quem¨® la boca. No era el ¨²nico que llamaba a un boicoteo a productos catalanes. Pero quien lo firmaba era una persona que hab¨ªa tenido la responsabilidad, y el honor, de ser ministra de Espa?a en un Gobierno progresista. Una de esas personas que deber¨ªan estar produciendo un tiempo amable y no un destiempo agresivo.
Para no amargarme, me escap¨¦ en un haiku de Chigetsu-Ni: Solo por ver / la nieve sobre el Fuji, / parto de viaje.
?Qu¨¦ culpa tiene el agua catalana, y los pimientos de Padr¨®n o el piment¨®n extreme?o de La Vera de un conflicto pol¨ªtico que deber¨ªa resolverse con el cultivo de las palabras?.
No le supongo ninguna intenci¨®n malvada a la persona que escribi¨® ese triste tuit. Seguro que se dej¨® llevar por un exceso medi¨¢tico de capsaicina. Vivimos tiempos con mucha demanda de picante, en los que, f¨¢cilmente, hace acto de aparici¨®n la desinteligencia. Cualquiera puede caer en esa tentaci¨®n de contribuir a la producci¨®n de capsaicina mental. Si cuento esta historia es por lo que tiene de prehistoria y puede tener de profec¨ªa. El conflicto catal¨¢n empez¨® a agudizarse con el episodio traum¨¢tico del Estatut, en 2006, y la campa?a paralela de boicoteo a productos catalanes. No soy catal¨¢n, pero puedo meterme en su piel. Puedo imaginar, ya que estamos en materia picante, que por alg¨²n conflicto se declare un boicoteo a los mism¨ªsimos pimientos de Padr¨®n.
?Qu¨¦ culpa tiene el agua catalana, y los pimientos de Padr¨®n o el piment¨®n extreme?o de La Vera de un conflicto pol¨ªtico que deber¨ªa resolverse con el cultivo de las palabras? Los boicoteos, el menosprecio al fruto de la tierra y del trabajo, son percibidos como una agresi¨®n a las personas. Quienes cosechan un cava en el Mediterr¨¢neo o un ribera en el Duero o un albari?o en el Atl¨¢ntico pueden entenderse con un intercambio de sabores. M¨¢s all¨¢ de las ideolog¨ªas, de los s¨ªmbolos, de los relatos hist¨®ricos, lo que mueve a la gente es la pulsi¨®n de Eros. El deseo de compartir, de regalar, de abrazar. El arte de vivir.
El fil¨®sofo Fran?ois Jullien, en una brillante entrevista publicada en este diario (El Pa¨ªs, 22-10-2017), propon¨ªa utilizar el t¨¦rmino ¡°recursos culturales¡± en vez de ¡°identidades¡±. Las lenguas son recursos, al igual que el patrimonio arquitect¨®nico o los bosques y espacios naturales. En las viejas pol¨ªticas y en la econom¨ªa m¨¢s convencional no se valoran ni cuantifican estos bienes. Espa?a est¨¢ hist¨®ricamente muy marcada por los egocentrismos y el Duelo a garrotazos que pint¨® Goya. Romper de una vez con la fatalidad hist¨®rica: elegir el arte de vivir y de convivir, compartir los recursos, gozar la diversidad. Quedarse con Eros, en el para¨ªso de lo posible, y darle un corte de mangas a T¨¢natos, el dios de la muerte, ese pelma que nos boicotea a todos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.