Adi¨®s a los coches en 2050
El motor de combusti¨®n, su ruido y su poluci¨®n, la gasolina, el carn¨¦ de conducir, los taxistas o hasta la idea de tener un veh¨ªculo, s¨ªmbolos de lo que ya no habr¨¢
En 2050 ya no habr¨¢ coches con motor de explosi¨®n. Tampoco conductores que los manejen ni muchos de los empleos que generan. Sin el factor humano, las muertes en la carretera se reducir¨¢n al m¨ªnimo. Incluso, el concepto de comprar un coche parecer¨¢ antiguo. El paralelo fin del petr¨®leo bajar¨¢ los niveles de contaminaci¨®n, abatir¨¢ los niveles de CO2 y hasta cambiar¨¢ la geopol¨ªtica mundial. El adi¨®s a los coches alterar¨¢ la fisonom¨ªa de las ciudades que, ahora s¨ª, ser¨¢n para el ciudadano. Un mundo sin autom¨®viles ejemplifica lo que ya no habr¨¢ en 2050.
La historia del coche es, en buena medida, la historia humana del ¨²ltimo siglo y medio. Los primeros motores de combusti¨®n interna forman parte de la oleada innovadora de finales del siglo XIX. Los apellidos de aquellos inventores engalanan muchas de las marcas y modelos actuales: Benz, Peugeot, Daimler, Otto, Diesel, Ford... En el camino se encontraron con los inicios de la explotaci¨®n del petr¨®leo, formando una pareja que ha durado m¨¢s de un siglo.
"En 2050, los coches con motor de combusti¨®n interna solo se ver¨¢n en los museos y las pel¨ªculas", dice el economista de Harvard Tony Seba. Y es que son veh¨ªculos muy ineficientes. "Usamos nuestros coches solo el 4% del tiempo, permanecen aparcados el otro 96%", recuerda el tambi¨¦n cofundador de RethinkX, un laboratorio de ideas (think tank) sobre los cambios que la tecnolog¨ªa est¨¢ provocando en nuestras vidas. La ineficiencia tiene otras aristas: los m¨¢s de 1.000 muertos que, solo en Espa?a, provocan los accidentes. La contaminaci¨®n de sus motores acaba con la vida de miles de personas m¨¢s. Adem¨¢s, los coches son los primeros emisores de gases de efecto invernadero. Sin sus motores, desaparecer¨ªan casi todos sus males.
Apenas usamos los coches actuales un 4% del tiempo, el resto est¨¢n aparcados
En menos de dos d¨¦cadas, el 95% de los kil¨®metros recorridos lo ser¨¢n en veh¨ªculos el¨¦ctricos aut¨®nomos usados bajo demanda en un modelo mucho m¨¢s barato y eficiente que Seba denomina transporte como servicio. La gente no necesitar¨¢ comprar un coche, se limitar¨¢ a usarlo. "Estas flotas usar¨¢n los coches el 40% del tiempo o m¨¢s. Cada veh¨ªculo recorrer¨¢ al a?o 150.000 Kil¨®metros frente a los 15.000 de un coche en propiedad. Debido a este aumento de la eficiencia, necesitaremos un 80% menos de coches", a?ade.
Las implicaciones de este mundo casi sin coches van m¨¢s all¨¢ del ¨¢mbito del transporte. Como sucedi¨® con el fin de la cultura del caballo, el fin de los coches tendr¨¢ sus perdedores. Taxistas y otros conductores profesionales, mec¨¢nicos tradicionales, agentes de seguros (por el descenso de los accidentes), miembros de la Guardia Civil de tr¨¢fico, profesores de autoescuela y los examinadores de la DGT, vendedores y fabricantes de coches, extractores e industriales del petr¨®leo tendr¨¢n que dedicarse a otra cosa. La automatizaci¨®n, impulsada por la inteligencia artificial y los robots, se va a cebar con el empleo tradicional.
Todos estos empleos que no existir¨¢n en 2050 est¨¢n en la lista de m¨¢s de 700 ocupaciones susceptibles a la automatizaci¨®n elaborada por dos profesores de la Universidad de Oxford en 2013. Aunque el listado y los porcentajes han ido variando con sucesivos informes, entre el 50% y el 80% de los empleos ocupados por humanos hoy no existir¨¢n o los desempe?ar¨¢n robots en las pr¨®ximas d¨¦cadas.
"En 2050, los coches con motor de combusti¨®n interna solo se ver¨¢n en los museos y las pel¨ªculas"
"Ahora mismo usamos el m¨®vil o el ordenador para comunicarnos con otras personas, pero en 30 a?os estaremos mucho m¨¢s acostumbrados a interactuar con sistemas aut¨®nomos que no requieren de otro humano", opina el investigador del Centro de las Ciencias de la Complejidad de Viena (Austria), David Garc¨ªa. "La combinaci¨®n de mejoras en el procesado del lenguaje natural junto con la adaptaci¨®n social de confiar y aprender a comunicarnos con dichos sistemas har¨¢ que muchos trabajos intelectuales de hoy queden obsoletos", a?ade.
No hay sociedad avanzada que resista que el 50% o m¨¢s de su poblaci¨®n en edad de trabajar sea desplazada por robots. Sin su dinero, sin su consumo, la demanda interna se hunde y, con ella la econom¨ªa. Por eso, hay quienes plantean la necesidad de una renta b¨¢sica universal (RBU). Finlandia tiene un proyecto piloto en el que 2.000 desempleados reciben 560 euros mensuales a cambio de nada. Tambi¨¦n varias ciudades estadounidenses como la californiana Stockton, la probar¨¢n el a?o que viene. La idea tiene sus riesgos, ya que iguala al consumidor con el ciudadano. Para muchos, en 2050, a falta de trabajo, la RBU ser¨¢ algo generalizado.
El soci¨®logo Steve Fuller no tiene tan claro que la gente acepte que le den dinero simplemente por vivir. "Prefieren que les paguen por cosas que hacen y que tienen valor para los otros", a?ade este profesor de la Universidad de Warwick (Reino Unido) y apasionado investigador del futuro de la humanidad en el Breakthrough Institute. Para Fuller hay otra raz¨®n m¨¢s pr¨¢ctica: los estados tendr¨¢n cada vez m¨¢s dificultades para recaudar el dinero necesario para montar una RBU realmente universal.
Sin embargo, Fuller cree que, a¨²n sin trabajar, los humanos valdr¨¢n mucho en 2050. "Mi alternativa a la RBU se basa en la idea de que la tecnolog¨ªa intervendr¨¢ en todos los aspectos de nuestra vida en el futuro. En este escenario, cuando nazcas recibir¨¢s una cuenta donde registrar cada clic que hagas con el rat¨®n y lo convertir¨¢ en ingresos en tu cuenta corriente", explica. Lo que hace Fuller es traer al primer plano que los usuarios, sus datos, son la base del ¨¦xito de empresas como Google, Facebook o Amazon.
"En el futuro, cuando nazcas recibir¨¢s una cuenta donde registrar cada clic que hagas con el rat¨®n y lo convertir¨¢ en ingresos en tu cuenta corriente"
Aqu¨ª llega una las mayores p¨¦rdidas del futuro: "Una implicaci¨®n de esto es que la distinci¨®n entre trabajo y ocio desaparecer¨¢. En la medida en que las personas interactuar¨¢n con m¨¢quinas durante todo el d¨ªa", recuerda Fuller. "Puede que no estemos desempe?ando trabajos convencionales, pero la vida misma ser¨¢ el trabajo que nos genere ingresos. Es evidente que los marxistas no pensaron que podr¨ªamos estar trabajando 24 horas al d¨ªa, siete d¨ªas a la semana. Pero esto refleja el cambio tecnol¨®gico radical del capitalismo: Por primera vez, las tecnolog¨ªas de trabajo y de ocio son las mismas y son producidas por las mismas empresas", se?ala el soci¨®logo brit¨¢nico.
En la base de esa comuni¨®n que han levantado gigantes como Google, Facebook, Amazon y todas las empresas que viven de los datos personales est¨¢ el fin de la privacidad. Para el presidente de la compa?¨ªa Futurizon y convencido de las bondades del futuro, Ian Pearson, si ya es complicado mantenerse en el anonimato ahora, con el avance de los algoritmos de reconocimiento facial, la infinidad de c¨¢maras y otras tecnolog¨ªas, "pronto perderemos lo que nos queda de privacidad, tanto online como offline".
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