Olvido y misterio

QUERIDA VERA: Nos conocimos sin yo saberlo. Fue uno de esos d¨ªas de lluvia de los ochenta que uno recuerda chapoteando de charco en charco, corriendo para llegar al cine, cuando hab¨ªa decenas de cines en el centro de Valencia. Programaban Laura, de Otto Preminger, en blanco y negro. ¡°El d¨ªa que asesinaron a Laura¡­¡±. As¨ª empezaba. Y luego el polic¨ªa que investiga su muerte se enamora de ella, de alguien a quien ya no puede alcanzar. Dana Andrews interpretaba al polic¨ªa y Gene Tierney a la fallecida. ?C¨®mo encontrar un final feliz para esa historia? S¨®lo t¨² pod¨ªas conseguirlo, Vera. Y, sin embargo, yo aquel d¨ªa, obnubilado por los destellos del Hollywood m¨¢s ¨¦pico, ni siquiera me percat¨¦ de tu presencia./

Pasaron los a?os. Me hice profesor de literatura y luego escritor. Publiqu¨¦ dos trilog¨ªas sobre la antigua Roma y luego me anim¨¦ a escribir libros sobre las vidas secretas de escritores malditos, de escritoras olvidadas a quienes quer¨ªa rescatar de ese injusto olvido. All¨ª nos reencontramos: en el s¨¦ptimo c¨ªrculo del infierno./

A?os antes de conocernos, Vera, el comit¨¦ de actividades antiamericanas te someti¨® a dur¨ªsimos interrogatorios: hab¨ªas sido simpatizante del comunismo en una ¨¦poca en la que aquello era delito. Se te exigi¨® que delataras a otras personas que, como t¨², se hab¨ªan interesado por esa ideolog¨ªa pero te negaste. Te sent¨ªas segura, fuerte. Eras una escritora de ¨¦xito y, adem¨¢s, una guionista muy buscada por Hollywood. Pero el comit¨¦ de actividades antiamericanas, ante tu falta de colaboraci¨®n, termin¨® con tu carrera tanto en el cine como en la literatura./

"Me hice profesor de literatura y luego escritor. Publiqu¨¦ dos trilog¨ªas sobre la antigua Roma y luego me anim¨¦ a escribir libros sobre las vidas secretas de escritores malditos".

Pas¨® mucho tiempo hasta que los escritores argentinos Bioy Casares y Borges te rescataron: ellos crearon la colecci¨®n El S¨¦ptimo C¨ªrculo, la mejor recopilaci¨®n de novela negra de todos los tiempos, a la que denominaron as¨ª porque Dante, en la Divina comedia, situ¨® en el s¨¦ptimo c¨ªrculo del infierno a los asesinos. En esa colecci¨®n seleccionaron una obra de Hammett, otra de Chandler, otra de Agatha Christie¡­, pero de ti, Vera, antologizaron seis novelas. Para Casares y Borges eras la mejor en el g¨¦nero. Cuando busqu¨¦ como profesor y escritor historias extra?as, repletas de olvido y misterio, me reencontr¨¦ contigo. Y fue un reencuentro hermoso. Ah¨ª me di cuenta de que esa pel¨ªcula tan fascinante, Laura, dirigida por Otto Preminger, estaba basada en una novela tuya. Pero quise revisarlo. Te busqu¨¦ en centros comerciales y tiendas especializadas, a la caza y captura de un DVD de aquella pel¨ªcula. Lo encontr¨¦. Lo llev¨¦ a casa como si fuera Gollum con su precioso anillo, su tesoro. Lo puse en el reproductor y encend¨ª la pantalla. Apareci¨® de nuevo el cad¨¢ver de Laura y en los primeros t¨ªtulos de cr¨¦dito, en un flash casi imperceptible: ¡°Basada en una novela de Vera Caspary¡±. Aquel d¨ªa de lluvia de los ochenta en aquel cine perdido, no me di cuenta de que te me hab¨ªas presentado. Ahora he intentado recuperarte, rescatarte del nuevo olvido de la era digital donde todo es en color y fugaz./