Agenda 2030: necesitamos una prueba de vida

Ya les contamos en este blog que el pasado 27 de octubre el BOE public¨® la constituci¨®n del Grupo de Alto Nivel para la Agenda 2030, responsable en Espa?a de la implementaci¨®n de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). El anuncio llega m¨¢s de dos a?os despu¨¦s de la aprobaci¨®n formal de la agenda en la Asamblea General de la ONU, lo cual constituye un r¨¦cord incluso para un gobierno que ha hecho de la procastinaci¨®n pol¨ªtica una forma de vida. Pero ya estamos en marcha, que no es poco.

El problema es que la informaci¨®n recabada por este blog desde entonces sugiere que por ahora hay poco m¨¢s que el anuncio: ni objetivos espec¨ªficos, ni estrategia, ni calendario, ni mucho menos indicadores. Del presupuesto, ni hablamos. Lo que se nos ha dicho es que todo ir¨¢ llegando en los pr¨®ximos meses para ser presentado en el Panel de Alto Nivel de la ONU que se celebra en julio de 2018. Para lograrlo, el equipo que lidera el diplom¨¢tico Francisco Montalb¨¢n ya ha comenzado a realizar una doble cartograf¨ªa: la pol¨ªtica (cu¨¢nto de lo que buscamos ya forma parte de los planes establecidos) y la administrativa (qui¨¦n y c¨®mo debe intervenir en el dise?o y desarrollo de este plan). Tambi¨¦n se ha empezado a definir un primer paquete de indicadores, comenzando con algunos particularmente significativos (y m¨¢s maduros) como los de cambio clim¨¢tico.

Todo esto estar¨ªa muy bien si vivi¨¦semos en otro pa¨ªs y en otro tiempo. La crisis pol¨ªtica y econ¨®mica que arrastra Espa?a ha permitido al Gobierno elegir con cautela los asuntos de los que le da la gana hablar (la actualizaci¨®n del cupo vasco, por citar uno de los m¨¢s recientes) y aquellos orillados tr¨¢gicamente por el aquelarre separatista. ?Adivinan ustedes en cu¨¢l de los dos grupos van a caer los ODS? Si adem¨¢s tenemos en cuenta que los partidos de la oposici¨®n dirigen esta batalla desde la Comisi¨®n de Cooperaci¨®n del Congreso (un espacio que vive horas tan chisporroteantes como las del resto del sector), conviene no ir poni¨¦ndose c¨®modo todav¨ªa.

Este blog ha expresado en varias ocasiones su preocupaci¨®n por el enfoque elegido por el Gobierno para el desarrollo de la Agenda 2030. El compromiso y la capacidad del equipo al frente de este grupo es incuestionable, pero su ascendiente sobre el resto de ministerios y administraciones es algo muy diferente. Me preocupa todav¨ªa m¨¢s el contenido mismo de los planes y la capacidad para llevarlos adelante en un espacio tan corto de tiempo como el que define la Agenda 2030. Por eso creo que ayudar¨ªa mucho establecer como prioridad algunos s¨ªmbolos que demuestren el potencial inmenso de esta agenda, la doten de combustible pol¨ªtico y prueben ante la sociedad espa?ola para qu¨¦ demonios sirve.

Si las buscan, no les faltar¨¢n ideas, pero les sugiero solo algunos ejemplos que a m¨ª me preocupan particularmente y que aparecen en lugares alarmantes del panel de indicadores que realiza la Red Espa?ola de Desarrollo Sostenible/SDSN:

• La pobreza infantil, que en sus versiones m¨¢s o menos dram¨¢ticas afectan como m¨ªnimo a uno de cada tres ni?os y ni?as de nuestro pa¨ªs, hipotecando nuestro futuro tanto como el suyo.
• La desigualdad, que, medida en t¨¦rminos de ingreso o de niveles de protecci¨®n, se ha disparado en Espa?a durante la ¨²ltima d¨¦cada. La precariedad juvenil, los ¡°trabajadores pobres¡± y los desahucios empiezan a definir nuestra marca casi tanto como el gazpacho.
• La transici¨®n energ¨¦tica y el abandono definitivo del carb¨®n antes de 2030, un compromiso asumido por m¨¢s de una veintena de pa¨ªses en la reciente cumbre de Bonn, pero no por Espa?a.
• La cooperaci¨®n internacional para el desarrollo (R.I.P.), que no transforma la realidad de un d¨ªa para otro pero demuestra un modo particular de comportarse en el mundo y de apuntalar el inter¨¦s com¨²n.

Seguro que a ustedes se les ocurren otros, pero cada uno de estos asuntos tiene una relevancia extrema y puede ser explicado con respecto a las preocupaciones concretas de los ciudadanos. Pueden conformar la avanzadilla de un plan que aglutine el inter¨¦s nacional y la cooperaci¨®n de los diferentes actores p¨²blicos y privados que ya llevan tiempo trabajando y cuya energ¨ªa debe aprovechar el Gobierno. Necesitamos esa prueba de vida.