Veto, luego existo
Ante una crisis de gobernabilidad se impone una modalidad de partido que no destaca por lo que hace, sino por lo que impide hacer
Los partidos se han apuntado a la moda de las identidades excluyentes. En un momento en el que ¡°el consenso hacia el centro¡± se ha identificado como la fuente de todos los males, las fuerzas pol¨ªticas se esfuerzan por acentuar sus elementos de diferenciaci¨®n. Es otra vuelta de tuerca de una vieja m¨¢xima pol¨ªtica: para triunfar, los partidos no s¨®lo han de definirse a s¨ª mismos, sino tambi¨¦n al adversario. Deben introducir una diferencia.
Pero ahora siguen el narcisismo de nuestro tiempo. La cosa est¨¢ en llamar la atenci¨®n, en la necesidad irresistible de aparecer como distintos. El ¡°consenso pospol¨ªtico¡± se supera con la anuencia autorreferencial de unos partidos que aspiran a mantener en abstracto sus ideales en busca del premio electoral. El desplazamiento de lo pol¨ªtico hacia el eslogan hueco (¡°Esto va de democracia¡±) sirve para eludir el juicio particular sobre situaciones concretas, aquellas en las que decidir conlleva una p¨¦rdida porque los principios se vinculan inevitablemente a las consecuencias.
Sucedi¨® con Colau al romper con el PSC en nombre de la democracia; o cuando Podemos impidi¨® desalojar a Rajoy. Y ocurre de nuevo ¡ª?qui¨¦n lo dir¨ªa!¡ª en Alemania. Afirmaba all¨ª el liberal Lindner que su negativa a entrar en el Gobierno radicaba en que hab¨ªan sido elegidos ¡°para introducir un cambio de tendencia¡±. Y a?ad¨ªa: ¡°Es mejor no gobernar que gobernar mal¡±. Resulta curioso, porque ante una crisis de gobernabilidad se impone una modalidad de partido que no destaca por lo que hace, sino por lo que impide hacer.
Sabemos por Fukuyama que esta forma de llamar la atenci¨®n obstaculizando la gobernabilidad recibe el nombre de ¡°vetocracia¡±: lo importante no es contribuir a la gobernanza, sino entorpecerla. Y encontr¨® un lugar al sol en el Tea Party, que desde el coraz¨®n del Partido Republicano trat¨® siempre de boicotear las reformas que propon¨ªa Obama. A ella pretende sumarse ahora el FDP, entrando en el reino de los exquisitos partidos secundarios que impiden gobernar por la alta consideraci¨®n que tienen de s¨ª mismos. Es la paradoja de la pol¨ªtica onanista: el ego de los partidos extendiendo cheques que jam¨¢s van a cobrar. [PIEPAG]@MariamMartinezB
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.