Cactus contra el hambre
Un libro ensalza el potencial del nopal para garantizar la seguridad alimentaria en zonas ¨¢ridas

El sur y el sudeste de Madagascar llevan m¨¢s de un a?o sumidos en una crisis alimentaria que no se espera que remita hasta bien entrado 2018. Hasta el pasado mayo, m¨¢s de un mill¨®n de personas de los casi 25 que pueblan esta isla del sudeste africano necesitaron ayuda alimentaria, dadas las malas cosechas de productos b¨¢sicos como el arroz, el ma¨ªz y la yuca provocadas por la sequ¨ªa, en un pa¨ªs donde nueve de cada 10 personas son oficialmente pobres. En este contexto, una especie invasiva, rechazada inicialmente por los isle?os cuando los franceses la introdujeron en el siglo XVII, es hoy esencial para garantizar la subsistencia de personas y animales durante la estaci¨®n seca: el nopal o chumbera.
Estos cactus, tremendamente populares en pa¨ªses como M¨¦xico (donde un nopal aparece incluso en el escudo nacional) y sus frutos, los higos chumbos, tambi¨¦n son apreciados gastron¨®micamente en lugares como Espa?a, Per¨² o la isla italiana de Sicilia. De ellos se obtienen platos como los nopalitos mexicanos, mermeladas, dulces o licores. Y su uso ornamenal crece progresivamente.
Algunas variedades pueden sobrevivir a temperaturas de 66?C
Pero en lugares como Madagascar o la regi¨®n de Tigr¨¦, en el norte de Etiop¨ªa (donde las chumberas cubren un 7,4% de la superficie regional), llevan d¨¦cadas siendo una especie de kit de emergencia cuando la sequ¨ªa aprieta. Porque sirven de comida, pero tambi¨¦n como fuente de agua con el l¨ªquido que almacenan en sus palas (pueden acumular hasta 180 toneladas de agua por hect¨¢rea cultivada) y de forraje para los animales. En lugares como la propia Etiop¨ªa o Somalia, donde las escasez de precipitaciones asfixia al ganado, los nopales pueden convertirse en salvavidas. Sin embargo, en las regiones et¨ªopes m¨¢s afectadas todav¨ªa no est¨¢n tan presentes como en Tigr¨¦, en una oportunidad desaprovechada para las poblaciones pastorales de la zona.
La capacidad de la planta para crecer en zonas ¨¢ridas y secas (que suponen m¨¢s del 40% de la superficie terrestre) ofrece un enorme potencial para pa¨ªses con problemas de lluvias err¨¢ticas o escasas. Por eso, el Centro Internacional para la Investigaci¨®n Agr¨ªcola en Tierras ?ridas (Icarda, por sus siglas en ingl¨¦s) y la FAO (agencia de la ONU para la alimentaci¨®n y la agricultura) han publicado un libro en el que exploran todas las posibilidades que ofrecen estas plantas en el actual contexto de cambio clim¨¢tico y falta de agua. Los ejemplares de Opuntia ficus indica, una de las variedades m¨¢s populares, pueden sobrevivir a temperaturas de hasta 66?C, y realiza la fotos¨ªntesis de forma ¨®ptima hasta cerca de los 30?C.

En el libro se detallan otros beneficios de la especie, como que su presencia mejora la calidad de los suelos y con ello el rendimiento de otros cultivos aldea?os. O que las variedades espinosas sirven tambi¨¦n a los agricultores como vallas o cercas para controlar sus reba?os o separar terrenos.? Incluso hay algunas investigaciones en curso que sugieren que incluir estos cactus en la dieta del ganado puede reducir la cantidad de metano que generan al hacer la digesti¨®n. Pero tambi¨¦n es necesario controlar la cantidad de estas plantas que consumen los animales, ya que un exceso puede provocarles diarrea y otros problemas.
El documento, titulado Ecolog¨ªa, cultivo y usos del nopal analiza tambi¨¦n las oportunidades que las chumberas ofrecen a las comunidades rurales de realizar productos transformados de mayor valor econ¨®mico como jaleas, aceites u otros productos, pasando de asegurar la ingesta de calor¨ªas (y de calcio, magnesio y vitamina C) a convertirse en una peque?a industria generadora de ingresos. Incluso sus par¨¢sitos, como la cochinilla, pueden explotarse si se tiene el debido cuidado. Este insecto suelta un pigmento carm¨ªn que en pa¨ªses como Per¨² se aprovecha como colorante natural.?
Fue precisamente la cochinilla, introducida en Madagascar a principios de siglo, la que devast¨® la poblaci¨®n de nopales. Muchos franceses (Par¨ªs se anexion¨® la isla a finales del XIX y mantuvo el control hasta mediados del XX) lo celebraron como un ¨¦xito, pensando que liberar¨ªa tierra cultivable para los colonos y forzar¨ªa a los "b¨¢rbaros" pastores a volverse sedentarios y "civilizarse". Otros advirtieron del riesgo de desertizaci¨®n. Lo cierto es que miles de animales murieron por falta de alimento y sus due?os sufrieron las consecuencias. Pero en 1930, cuando una terrible sequ¨ªa asol¨® la isla, se advirti¨® la magnitud del desastre: la falta de nopales de los que obtener agua y alimento hizo que la falta de lluvias derivara en una mortal hambruna.
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